Facultad de Derecho - Universidad de Buenos Aires Instituto de Derecho de las Comunicaciones
 
AÑO I | Nº 1
   

 

 
Editorial
Alberto Gabrielli
 

Hace un año nos propusimos presentar al Sector de las Comunicaciones un medio que ayudara a reflexionar, a planificar, a tomar decisiones. Pero, sobre todo, a construir el futuro.

El gigantesco impacto provocado por la explosión tecnológica y la fecunda inversión de miles de millones de dólares alentada por las fuertes tendencias desreguladoras y privatizadoras, provocaron al finalizar el Siglo XX el mayor cambio en la historia contemporanea desde la revolución industrial.

Preñada por Internet, nació la Sociedad de la Información.

El mundo descubrió todas las capacidades que las comunicaciones podrían ofrecerle, ahora no solamente a los ciudadanos de las grandes capitales o de las naciones más poderosas, sino a los habitantes de regiones remotas, a los humildes de todas las latitudes.

Como cualquier producto humano, siempre perfectible, las comunicaciones constituyen la gran esperanza del siglo XXI. Instrumento al servicio de la consolidación de la justicia y de la libertad.

La cultura ya no se esconde en las bibliotecas a las que tenían acceso unos pocos privilegiados.

El conocimiento y en particular el de las ciencias aplicadas, está hoy disponible y al alcance de todos los pueblos.

Por supuesto, ello no basta para resolver los problemas estructurales que distancian a las naciones desarrolladas del resto del mundo. La distribución asimétrica de los recursos, la miseria, sigue martirizando a millones de seres humanos en los cinco continentes.

Sin embargo, las comunicaciones han contribuido a desnudar esa injusticia y generar un nuevo sentido de responsabilidad por lo que ocurre dentro y fuera de las fronteras.

Nadie, en el siglo XXI, puede alegar ignorancia de los sufrimientos que lo rodean, en la aldea global.

Y la democracia y los derechos humanos, han ganado una batalla notable en la conciencia de los pueblos, gracias a la acción imparable de las comunicaciones.

La discusión referente a la sobreinversión en el sector se hace inútil frente al balance que exibe -en el activo- millones de familias incorporadas a los beneficios de la telefonía, la televisión e Internet.

De ese balance y de ese extraordinario saldo positivo, también se benefició la Argentina. En grandes números, más de seis millones de familias disponen de teléfono fijo. Otras tantas, de televisión por cable o satélite y un número similar de personas circulan por el país con sus oficinas móviles.

Inversiones en centrales, redes fijas, sistemas inalámbricos y satélites, que cubren el país entero, lo han hecho posible. Están y seguirán allí. Al servicio de los argentinos, su vinculación entre ellos y el mundo, su salud, su educación y el desarrollo de sus empresas y el comercio nacional e internacional.

Nos queda una deuda pendiente: decenas de millones de usuarios y miles de millones de pesos invertidos están librados a la regulación de un marco jurídico precario, constituido por normas dispersas, algunas veces contradictorias, de débil imperio por su jerarquía y un aleatorio futuro.

A la reparación de ese escenario incierto, hemos querido contribuir desde el Instituto de Derecho de las Comunicaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Se han realizado, en cinco años de labor, seminarios y mesas redondas, cursos de capacitación, tareas de estudio, publicaciones en soporte magnético de la normativa vigente y diccionarios jurídicos especializados y se encomendó al Doctor Alejandro Fargosi la elaboración de un Anteproyecto de Ley de Telecomunicaciones que fue presentado al Congreso, organizado el año pasado por la Secretaría de Comunicaciones y que hoy publicamos en este número.

Hemos recibido el apoyo de todos los especialistas del Sector y nos sentimos orgullosos de que nuestro Instituto acoja, por igual, el aporte de abogados, ingenieros, contadores públicos y economistas, porque somos concientes que la problemática del sector exige una tarea multidisciplinaria.

Hoy presentamos la revista del Instituto de Derecho de las Comunicaciones. Está dirigida a los hombres y mujeres del sector que desarrollan sus tareas en las empresas, en el gobierno, en las asociaciones de usuarios o como profesionales independientes. Nuestro interés abarca las telecomunicaciones, la radiodifusión e Internet. Procuramos constituirnos en un ámbito académico independiente, abierto a la discusión de las ideas. Para ello es indispensable -y lo descontamos- el apoyo de todos. ©


 
 
Editorial

Alberto Gabrielli


Tapa Año I - Nº 1