Luego de la fusión,
Movistar quedó como el actor más importante del mercado
de telefonía móvil en la Argentina y quizás,
en la región. ¿Qué influencia tuvo esto hacia
adentro y hacia afuera de la empresa?
No, hacia adentro, no. La influencia es que hay
que lograr unir las dos operaciones, es decir, las dos culturas.
Hay que unir dos culturas y además, lidiar con varias tecnologías
al mismo tiempo. Pero, hacia adentro, no: el efecto de tratar de
acomodar el conjunto de actividades y mantener la calidad del servicio
a los clientes. Y hacia afuera, creo que hay un cambio de marca
importante manejado por las áreas de publicidad, pero no
sé si ha habido un impacto tan sustancial.
¿No cree usted que en el sector hay una
repercusión muy fuerte?
Hay una repercusión porque hay una expectativa
importante por la operación conjunta.
Las proyecciones que se hicieron indican que el
mercado de telefonía móvil va a crecer muchísimo
más todavía, en cuanto a cantidad de aparatos. ¿Esto
es así?
Bueno, las empresas están haciendo el esfuerzo
de llevar el servicio de telefonía móvil a mayor cantidad
de habitantes. La penetración está en constante aumento.
Hoy estamos en cerca del 40 % de penetración y en Europa,
en algunos lados, la penetración supera el 100 %. Hay personas
que andan con más de un celular. O sea que este fenómeno
de la telefonía móvil se va a ir profundizando, si
es que la lógica que impera en el resto del mundo termina
por imponerse en nuestro país. Creo que van a aparecer nuevos
servicios, datos, transmisiones de mensajes, de mail y todo eso
va a ir ampliando la demanda. Es decir, no va a ser extraño
ver a alguien con una notebook conectado vía celular a Internet
en cualquier lugar.
En función de esto, que permite suponer
que va a existir un mercado mucho más extenso de lo que es
hoy, ¿qué relación existe entre el crecimiento
y la negociación de las tarifas? Esto es, ¿cómo
cree Usted que se va a manejar el tema de las tarifas?
Los precios de la telefonía móvil
son libres. Las empresas no se van a diferenciar sólamente
por tarifas, se van a diferenciar por la oferta combinada que tienen.
Por el servicio, por los productos, los precios, los paquetes.
Y teniendo en cuenta que va a ser difícil
que las empresas se diferencien por la cuestión tecnológica,
¿no van a ser las tarifas las que definan la opción
por uno u otro servicio?
Si es por las alternativas de precios que se le
pueden ofrecer al cliente, sí. Yo creo que la oferta va a
ir acomodándose a la demanda buscando nuevos sectores, pero
no veo que si bien la tarifa o el precio del servicio puede ser
un driver. Creo que la oferta combinada que tienen las empresas
va a ser el driver de la competencia. El precio es importante, pero
no lo veo como lo único, lo definitorio. Porque no estamos
hablando de una renegociación de tarifas. Estamos hablando
del precio al público. Y el precio al público irá
evolucionando acorde a la demanda. Los celulares han mantenido su
precio a pesar de la devaluación. O sea que, en un contexto
de inflación, siguieron manteniendo su precio y han seguido
incrementado las inversiones. Han encontrado con volumen el equilibrio.
Pero, las inversiones han ido aumentando. Es la tercera renovación
tecnológica que tiene esta industria en quince años
de vida. Y yo quisiera saber qué otra industria se ha renovado
tres veces tecnológicamente. Y cuando digo tecnológicamente,
digo renovación de infraestructura y parque. Entonces, es
importante tener en cuenta esa inversión, el esfuerzo que
han hecho las empresas. Es una industria que todavía no había
dado ganancias a sus inversores, porque la reinversión permanente,
los ciclos de vida cada vez más chicos de la tecnología
hacen que sea una industria en constante evolución.
A partir de esta evolución tecnológica
permanente, ¿se tiene que pensar, en algún momento,
en función del marco regulatorio en general? Es decir, cuando
se hable de una ley definitiva para el tema de comunicaciones, ¿el
tema tecnológico tiene que estar incorporado -muy básicamente-
para permitir la renovación permanente?
¿Se te ocurriría que podés
poner una ley que diga que las computadoras no pueden evolucionar
más que tanto, que las máquinas de fotos tienen que
ser a rollo de películas o limitar los megapíxeles
de resolución? No. Digamos, si la ley impide la evolución
de la tecnología, la tecnología va a encontrar la
vuelta para salvarse de la ley. Se va a convertir en otra cosa.
No hubo leyes que pudieran contrarrestar la evolución tecnológica.
Sería impensable decir que no puede haber estaciones receptoras
de televisión por satélite. La ley decía que
no podía haber estaciones receptoras de televisión
por satélite y ahí (hacia afuera) vemos una.
Pero podría determinarse por ley cuáles
son las prestaciones básicas que tiene que tener, por ejemplo,
un teléfono celular para un determinado cliente. ¿está
bien que en eso intervenga el Estado?
No, ¿por qué? Si la tecnología
le ofrece tener prestaciones adicionales, por ejemplo, y puede comprar
un teléfono que saca fotos, porque no quería comprarse
un teléfono y una cámara de fotos, ¿por qué
ponerle límites?.
Yo hablaba del límite inferior
El límite inferior se lo va a poner la oferta.
Pero, una ley puede decir no menos que esto.
Exactamente...
Sí, pero para decir eso que no diga nada.
Porque la tecnología va a ir por arriba de eso. No entiendo
cuál es el objetivo de una ley que defina prestaciones mínimas
de umbral que ya la tecnología supera. Hoy, la tecnología
le provee a la gente los servicios que necesitan. Podemos decir
que haya normas y reglamentaciones en calidad de servicio. Pero,
no podemos pensarlos como una ley. Una ley tiene que ser algo general
y tiene que perdurar. Y estamos hablando de tiempos de vida que
se están acortando cada vez más, entonces no podemos
pensar que se puedan poner, a través de una ley, un cepo
tecnológico.
Sólo como ejemplo, en varios países
los taxis tienen que salir con aire acondicionado, tanto para el
invierno como para el verano. Si no, no están habilitados...
Pero Usted está hablando de un rubro que
va atrás de la demanda.
Si, es verdad...
Es un rubro que va detrás de la demanda.
Acá tenemos taxis que nos hacen pensar "me subo acá
y me rompo el pantalón con el asiento"...
Cierto, pero a partir de 2006, en Argentina, van
a tener que tener aire acondicionado... Yo hablo de ese tipo de
prestaciones mínimas.
También los colectivos tienen que arrimarse
a la vereda para que uno pueda subir...
Es correcto. ¿Pero, en la telefonía
tiene sentido o Usted dice que no, que la tecnología ya superó
ampliamente el umbral?
Yo creo que superó las expectativas. Hoy,
en cuanto a prestaciones, salvo casos puntuales en este momento,
que hay bastante ruido en cuanto al servicio en distintos lugares,
algún caso puntual de señal; la telefonía móvil
ha superado las expectativas.
¿Las mismas que tenía el sector
inclusive? ¿Avanzó más aún?
Avanzó muy rápido la demanda. Pero,
lo que yo quiero decir es que, tecnológicamente, estamos
al mismo nivel que los principales países. No tenemos tecnologías
más atrasadas. Podemos decir que hay algunos que están
probando tecnologías más modernas en cuanto a mayores
prestaciones de lo mismo. Partimos de la comunicación establecida
para arriba, a transmitir fotos, datos, video, todas prestaciones
en más. Pero, la comunicación de voz ya es un dado.
El standard está asegurado.
Un tema que hoy ocupa al sector y al público
en general: el tema de las antenas. Todas las compañías
están buscando dónde poner antenas y hay gente que
se manifiesta con ciertas dudas acerca de los males que pueda causar.
Me refiero a la salud y a cuestiones que interfieran en el normal
funcionamiento del edificio donde está puesta la antena.
¿Qué nos puede contar de la parte técnica?
¿Es esto un mito o es verdad?
Yo creo que, asegurada la infraestructura civil,
las radiaciones están controladas. Hay una norma del Ministerio
de Salud, basada en la Organización Mundial de la Salud,
la Secretaría de Comunicaciones y la C N C sacaron una norma
sobre mediciones, de cómo se mide, de mediciones de rutina
que hacen las empresas para controlar el nivel de emisión
o de inmisión. Es decir, para que la energía a la
que está sometida la población no supere, en ningún
momento, esos límites. Y en el caso de la telefonía
celular, los niveles de emisión están muy por debajo,
en tres órdenes de magnitud por debajo del máximo
permitido. Es decir que el contribuyente a la radiación,
principalmente, no son las antenas celulares. Ése es el punto
y es para eso que se están haciendo mediciones. Para demostrarlo.
Hay un libro en el que están perfectamente explicadas, las
distintas alternativas, las normas aplicables y los cuidados que
tiene la industria. Sería interesante que lo hagan otras
industrias también.
¿Hay una fuerte lucha por los espacios
aéreos para la colocación de antenas?
No... Las empresas están cooperando, compiten
en el mercado pero tienen un territorio común que es la posibilidad
de instalar la infraestructura. Están compartiendo sitios
a efectos de no contaminar con gran cantidad de torres o sistemas
de soportes el territorio. Están compartiendo los sitios.
No puedo decir que haya una disputa por el espacio aéreo.
Porque se está trabajando en equipo, buscando soluciones
para la industria.
La cantidad de antenas que hay, hoy, ¿es
insuficiente?
Una vez asegurada la cobertura, se aumenta la cantidad
de antenas, y ahí lo va a encontrar explicado, para dar más
capacidad de tráfico. Al hacer reuso de determinadas frecuencias
de menor cobertura para tener mayor cantidad de canales en una determinada
área y aumentar la mayor densidad de oferta de tráfico.
Y eso va evolucionando, permanentemente, en función del crecimiento
de la demanda. O sea que las empresas están, permanentemente,
creciendo en su cantidad de estaciones base. Lamentablemente, en
muchos casos, por órdenes municipales o algunas iniciativas
vecinales, terminan en el desmontar una antena. Y eso lo que hace
es tener que volver a construirla y hacer una doble inversión
que en definitiva afecta a los operadores.
¿Técnicamente, hay límites
para que haya antenas de distintas empresas o no?
No. Se pueden poner todas y pueden combinarse para
que no superen ningún límite de radiación.
Se pueden acomodar lo suficiente mientras no se interfieran. Mientras
no excedan los niveles de radiación pueden estar, inclusive,
en el mismo lugar.
¿Hay posibilidades de hacerlo de modo tal
que no se interfieran entre una empresa y otra? ¿O la disputa
tendrá otras características?
No. Todos pueden estar en el mismo lugar. Para eso
hay coordinación técnica. Para no molestarse y no
interferirse. Para eso, las empresas se ponen de acuerdo técnicamente.
¿Cómo observa Usted que va a ser
el futuro del mercado en la Argentina en el corto, en el mediano
y en el largo plazo? ¿Seguirá el proceso de explosión
de la venta de celulares?
Yo no puedo aventurarme a decir que va atener la
penetración europea, porque el standard de vida europeo es
distinto al de nuestro medio. Digamos, ni llegará al 90 %
de penetración, ni se va a quedar en el 40 y terminará
en un 65, 70, o seguirá... . No sé, hay que ver la
evolución económica del país. Está ligado
a eso.
Observando la evolución tecnológica
hoy vemos que los teléfonos cumplen cada vez más funciones,
¿cual es el futuro en ese aspecto? ¿hasta dónde
se puede llegar?
Tecnológicamente, todo lo que las comunicaciones
de datos nos permitan. Todo lo que las comunicaciones de datos permitan
va a ser accesible, hoy por hoy, en la limitación de los
teléfonos, que establece al teclado para poder emitir mensajes;
pero, que cada día está siendo más amigable
y más sencillo de manejar. Han mejorado muchísimo
los displays, la duración de las baterías. Entonces,
¿tecnológicamente, qué prestaciones?. Es difícil
imaginarse un límite. Hoy, ya hay teléfonos que permiten
hacer videoconferencia, desde móviles que tienen una cámara
de video. Esa es una realidad que hoy está en implementación
en algunos lugares.
¿Y nuestro país está preparado
para recibir toda esa tecnología? ¿No tenemos ningún
inconveniente?
Hoy, no vemos inconveniente para desarrollar esas
tecnologías, para implementarlas. Es decir, en la mismas
estaciones, se cambiara parte de la infraestructura y se adecuará
a esas tecnologías. Pero no hay limitaciones prácticas.
Ese avance tecnológico, ¿vuelve
obsoleto la antena que ya existe?
No, la antena no, en absoluto. El sitio no se vuelve
obsoleto. Habrá que cambiar los equipos. Lo que pasa es que
en las redes, normalmente, esto no reemplaza totalmente lo otro.
Siempre queda una parte de usuarios en una tecnología. Entonces,
hay que tener todas. ¿Y cuándo una red se apaga? Cuando
no hay más clientes. Pero, mientras haya un cliente o dos,
hay que mantenerlo.
Dentro de ese esquema la diferenciación
entre las empresas será producto del servicio y del precio
pero también de la velocidad con la que ofrezcan nuevas prestaciones,
nueva tecnología....
Se diferenciaran por el servicio o por el precio.
En un mercado tan grande hay muchos drivers de compra distintos.
Esa es la realidad. No podría decir cuál va a ser
el driver en el futuro. Creo que el precio va a ser una variante
importante; pero, en esto hay también un deseo de moda y
de prestaciones. Hay teléfonos que sirven como i-Pod, para
música, para fotografía y en un teléfono se
pueden tener las tres cosas. Eso para comprar el teléfono.
Y el servicio lo va a usar de acuerdo a la necesidad. Uno puede
estimular el uso del servicio; pero, se va a usar de acuerdo a la
necesidad.
¿Tienen alguna opinión formada acerca
del marco regulatorio actual de la actividad, en términos
generales?
El marco regulatorio diseñó un esquema
de competencia que hoy está en todo su juego. Toda la actividad
está en competencia, en todos los servicios de comunicaciones
y se van consolidando actores. Esa es la realidad. En todo escenario
de competencia hay movimientos que hacen que se consoliden, como
en Europa y en distintos lugares, donde buscar tener masa crítica
hace que se vaya reacomodando. Creo que el marco regulatorio cumple
con su función, está funcionando, permitió
la apertura de la competencia en el año 2000 y sigue operando.
El marco está para que se haga la libre oferta de servicios.
Desde el punto de vista de las empresas, ¿habría
que actualizarlo, habría que adaptarlo?
Hay que dejar que el mercado actúe dentro
de esas reglas de juego. Evidentemente, siempre va a haber cosas
nuevas que desafían a la regulación y va a haber que
revisar, entonces, casos puntuales. Pero, podríamos decir
que el marco regulatorio está cumpliendo con su misión.
Quizás habría que hacer algunos retoques
para permitir el mayor desarrollo de los servicios; pero, siempre
en el sentido de viabilizar.
Y en función del desarrollo de los servicios,
¿las empresas van a seguir destinando un segmento de servicios
para los prepagos, le van a poner mayor interés a los otros
clientes?, ¿eso lo va marcando la demanda?
Una vez alguien hizo una pregunta: ¿qué
segmento interesa, prepago o post pago?. Y dijeron: los dos. Yo
le escuché a alguien decir eso y me parece razonable. Son,
solamente, modalidades de pago.
En función del servicio que tiene que brindar
una empresa, seguramente, el servicio básico y elemental
es el mismo que tiene que dar en ambos casos, es exactamente lo
mismo...
Cualquier servicio puede ser prepago o postpago.
La diferencia es una modalidad de pago. El prepago no es un servicio
definido como tal. Es una modalidad de pago, nada más. Algunos
prefieren tener sus cuentas acomodadas de alguna manera. Esto es:
pago con débito o pago con crédito.
Pero, a la empresa, ¿le importa desarrollar
más uno que otro?
No, la empresa desarrolla todos los mercados. Esa
es una pregunta más para un área comercial que para
mí.
Pero, técnicamente, ¿son de la misma
calidad?
Sí, son dos formas de cobrar lo mismo. El
servicio al prepago no es de distinta calidad. Yo no puedo hacer
que un teléfono prepago pueda hablar menos que un teléfono
postpago. El servicio está para los dos. El que llega primero,
lo toma. Y yo tengo que tener capacidad para los dos. Al prepago
se le corta el servicio cuando se le termina el crédito.
Al post pago, si no pagó, también se le corta el servicio.
En el tiempo que Usted lleva en el sector, ¿estima
que los profesionales y técnicos responsables de llevar adelante
esta operatoria han estado a la altura de las exigencias?
Sí. Desde el principio, desde que comenzó
la telefonía móvil y las privatizaciones y toda la
evolución tecnológica, el capital humano fue capital
nacional. No podemos decir que la capacitación argentina
en tecnología esté atrás de ninguna. Hay muy
buena capacitación y se está preparado para las tareas
que se tienen que hacer. Creo que es fundamental la capacitación
permanente y las empresas han desarrollado esa capacitación
por su cuenta. Se invierte en esto, para capacitar permanentemente
al personal. En toda adquisición que uno hace de tecnología,
uno tiene que ser dueño de esa tecnología. Es decir,
si yo compro algo y no lo sé utilizar, directamente no compro
nada. Hay que internalizar la tecnología y eso requiere capacitación
permanentemente. En una renovación tecnológica de
tres veces, hubo que capacitar a la gente tres veces y no dejar
de lado lo anterior. Porque no es que la tecnología anterior
desaparece. Es distinta. No es mejor, no peor: es distinta. Uno
puede decir: el analógico cumplió su etapa; pero,
hay gente que le gusta el analógico. Entonces, son tecnologías
que van evolucionando. Y lo que van evolucionando son las prestaciones.
Se fue ampliando muchísimo la duración de las baterías,
el desarrollo de los displays que paso de tener números a
tener fotos y ya es, prácticamente, una P C.
Esa es la gran evolución de la tecnología
móvil. La evolución de las terminales. No como en
la telefonía fija, que el teléfono sigue siendo prácticamente
el mismo, que cambió de disco a botonera, nada más.
En cambio, acá, las terminales fueron evolucionando, se fueron
achicando en tamaño.
Me acuerdo cuando empezamos con las valijas... ahora,
un teléfono pesa menos que un paquete de cigarrillos... ©
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