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              La British Broadcasting Corporation (BBC) 
              es frecuentemente citada como uno de los mejores ejemplos de funcionamiento 
              de un sistema de medios públicos, con independencia de los 
              poderes políticos de turno. Tanto en el Reino Unido como 
              fuera de él, la BBC es sinónimo de rigor informativo 
              y calidad. Aún cuando a lo largo de su historia la BBC no 
              ha sido ajena a serios cuestionamientos en su funcionamiento, su 
              credibilidad no ha sido dañada. Con un sistema regulatorio 
              en constante transformación, el debate acerca de la utilidad 
              de la corporación como servicio público y su financiamiento 
              se ha reabierto con cada modificación de sus estatutos. 
            Orígenes del Sistema Público de 
              Radiodifusión 
             La BBC fue creada en Octubre de 1922 y para 
              1925 sus transmisiones de radio podían ser oídas en 
              la mayor parte del territorio del Reino Unido. El propósito 
              fundacional de la British Broadcasting Company (tal su nombre original) 
              era netamente el de una empresa comercial, destinada a la venta 
              de aparatos de radio. Recién en al año 1926 fue transformado 
              en una corporación pública. La impronta del ingeniero 
              escocés John Reith permitió sentar las bases para 
              que la BBC se convirtiera en el sistema público de radiodifusión 
              británico, con el propósito de entretener e informar 
              por igual [1]. 
              Para Lord Reith –el primer director general de la corporación– 
              el objetivo de la BBC debía ser el de dar no sólo 
              aquello que la ciudadanía deseaba, sino también aquello 
              que necesitaba. El servicio público de radiodifusión 
              debía no sólo entretener, sino también educar. 
             Para 1932, la BBC ya vislumbraba la importancia 
              de contar con un servicio que permitiera superar las fronteras británicas. 
              Por ello, a partir del lugar protagónico que tenía 
              el Reino Unido en el concierto de naciones y su constante vocación 
              imperial, la BBC lanza el llamado Empire Service. Este servicio 
              se considera el antecesor inmediato de lo que hoy se conoce como 
              BBC World Service, con una cobertura periodística y cultural 
              de prácticamente todos los rincones del planeta [2]. 
              El 25 de diciembre de 1932, el rey George V transmitía por 
              primera vez a todo el imperio británico sus saludos navideños 
              [3]. 
             La transmisión televisiva de la coronación 
              de la reina Isabel II en Junio de 1953 es considerada para muchos 
              el inicio oficial de la era televisiva en el Reino Unido. La ceremonia 
              fue seguida por 22 millones de televidentes y multiplicó 
              la venta de aparatos de TV. Para la BBC, la transmisión oficial 
              de la ceremonia constituyó la ampliación más 
              importante de sus operaciones desde su creación. 
            En 1954 la BBC transmite por televisión el 
              primer boletín informativo. En sus comienzos, tras una dura 
              disputa entre las divisiones de radio y televisión de la 
              corporación, se resolvió que sería el servicio 
              de radiofonía el que retuviera la responsabilidad sobre la 
              política editorial y de contenido de los espacios informativos 
              de la BBC. La creciente supremacía de la televisión 
              fue dejando de lado esta práctica. Hoy en día, la 
              división de noticias del área televisiva de la BBC 
              cuenta con más de 2000 periodistas y oficinas informativas 
              alrededor del mundo. 
            En noviembre de 1997 la BBC lanza su canal exclusivo 
              de noticias News 24 y, con el objetivo de maximizar su funcionamiento, 
              centraliza sus operaciones en un equipado edificio en la parte oeste 
              de Londres. Al mismo tiempo, BBC Worldwide Ltd. –una de las 
              ramificaciones comerciales más importantes de la corporación 
              junto con BBC Resources Ltd.– transforma internamente sus 
              operaciones, con el objeto de alcanzar un grado de profesionalismo 
              similar al que tenían por ese entonces muchos holdings multimedia 
              en EE.UU. Para 1998 había lanzado su servicio gratuito de 
              Internet, BBC Online, el cual es hoy en día uno de los portales 
              más visitados de Europa, y fuente de consulta indispensable 
              para todo británico con acceso a una computadora. Hoy en 
              día la BBC tiene en el Reino Unido 11 estaciones de radio, 
              y 8 canales de televisión [4]. Cuenta 
              también con numerosos servicios regionales tanto de radio 
              como de televisión. 
            Independencia y Reputación de la BBC 
             La BBC desempeña un rol democrático 
              y constitucional y está llamada a proteger las libertades 
              individuales a través de la provisión de información 
              y noticias a la ciudadanía. Esta función no sólo 
              se desprende de la letra de su carta fundacional [5], 
              sino también de la percepción que la mayoría 
              de los británicos tiene respecto de lo que debe ser un servicio 
              público de radiodifusión. 
             Anualmente, la BBC presenta ante el Parlamento 
              un informe de gestión –distribuido a todas las bibliotecas 
              públicas y accesible en las librerías y ahora también 
              en Internet– en el cual se detallan los objetivos cumplidos 
              e incumplidos de la corporación y proporciona una evaluación 
              detallada de todas sus actividades. 
             La corporación representa para los británicos 
              uno de los mejores exponentes de su cultura y su patrimonio. Para 
              el ciudadano promedio en el Reino Unido, la BBC cumple con su rol 
              de informar de manera precisa. A la luz de los resultados, es uno 
              de los servicios públicos que mejor han soportado los embates 
              privatistas de los ochenta y las más recientes experiencias 
              de asociación del sector público con el privado. 
             Una de las claves para el funcionamiento de la 
              corporación desde su creación ha sido la idea –claramente 
              establecida en sus estatutos– de que la BBC no debe estar 
              sujeta a las presiones gubernamentales. Si bien la BBC no debe ni 
              está obligada a concentrar sus esfuerzos en responder cuestionamientos 
              de los funcionarios de gobierno, no siempre ha sorteado con éxito 
              la tentación de iniciar debates públicos con ellos. 
              El más reciente ejemplo de esto está dado por el 
              duro enfrentamiento que la corporación tuvo con el gobierno 
              de Blair respecto de la información sobre la guerra de Irak. 
             El estatuto fundacional de la corporación 
              regula su funcionamiento e independencia del gobierno, pero nada 
              estipula respecto de las obligaciones del gobierno de no involucrarse 
              en la dirección de la BBC. La independencia operativa con 
              que cuenta la BBC respecto del gobierno ha generado severas discusiones 
              entre ambos a lo largo de la historia. Durante la guerra de Malvinas, 
              el gobierno conservador británico manifestó a los 
              directivos su preocupación por la cobertura que la BBC realizaba 
              del conflicto armado. El gobierno sostenía que la información 
              que se brindaba era excesivamente neutral respecto a las posiciones 
              británicas y argentinas. Cuando los directivos de la BBC 
              se presentaron ante el Parlamento para ser interpelados por esta 
              cuestión, el recibimiento por parte de los aliados de la 
              Primer Ministro fue sumamente hostil [6]. 
             El año 2003 quedará en la historia 
              de la BBC como uno de los más traumáticos en su relación 
              con el poder político. En efecto, la afirmación pública 
              de un periodista de la corporación de que el gobierno laborista 
              de Tony Blair había exagerado los informes de inteligencia 
              respecto de la existencia de armas de destrucción masiva 
              en Irak –con el objeto de justificar la invasión a 
              dicho país– desató un conflicto por el cual 
              tanto la credibilidad de la corporación como el accionar 
              del gobierno fueron cuestionados. Esta disputa dominó el 
              escenario informativo británico durante más de un 
              año e incluyó no sólo acusaciones cruzadas 
              entre el gobierno y la corporación, sino también el 
              suicidio de un experto del servicio civil que había proporcionado 
              información a la prensa. 
             Una comisión investigadora a cargo de Lord 
              Hutton llegó a la conclusión que el gobierno no había 
              manipulado o fabricado información de inteligencia respecto 
              de Irak. A su vez, el Reporte Hutton [7] 
              encontró que la BBC tenía defectos de control editorial, 
              los cuales llevaban a difundir noticias inexactas o infundadas. 
              Por otra parte, consideró que la posición de la corporación 
              de defender la exactitud de las afirmaciones de su staff de periodistas 
              sin haber realizado los controles necesarios, ponían en peligro 
              la calidad de la información presentada al público. 
              Las consecuencias del Reporte Hutton no se hicieron esperar, y la 
              BBC asumió su responsabilidad. Tanto el presidente del Consejo 
              Directivo de la BBC, Gavyn Davies, como el Director General Greg 
              Dyke presentaron su renuncia. Al mismo tiempo, la BBC se embarcó 
              en un proceso de revisión de sus estándares internos 
              con el objeto de impedir la reiteración de los errores apuntalados 
              por Lord Hutton. 
             Si bien la reputación de la BBC se vio afectada 
              por las conclusiones del Reporte Hutton, el cambio en las más 
              altas autoridades y el anuncio de revisión de sus mecanismos 
              internos de funcionamiento permitieron que las consecuencias no 
              fueran devastadoras para su credibilidad. Para el británico 
              promedio –aún cuando reconocen los errores de la corporación– 
              la BBC continúa siendo una fuente confiable e independiente 
              de información. 
            Financiación de la BBC 
             El sistema de radiodifusión británico 
              financia sus actividades a través de ingresos generados en 
              forma diversa. La mayor parte del dinero del cual dispone la BBC 
              se genera a través del pago de la licencia de TV. Este de 
              impuesto es de tipo regresivo, ya que no toma en cuenta los ingresos 
              de los contribuyentes. Más aún, el número de 
              aparatos de televisión presentes en cada hogar tampoco hacen 
              aumentar o disminuir el monto anual de la licencia. El gobierno 
              no es totalmente ajeno al sistema que utiliza la corporación 
              para su financiamiento, ya que participa en la fijación del 
              monto de la licencia de televisión y en las rondas de consultas 
              para la modificación periódica de los estatutos. 
             Cualquier hogar británico que posea un aparato 
              de televisión debe tener al día el pago de la licencia 
              de televisión [8] . En la actualidad, 
              el monto anual de la licencia para TV color asciende a 121 libras 
              esterlinas [9] (unos 660 pesos aproximadamente). 
              El pago de la licencia es controlado por inspectores que se presentan 
              en las viviendas, autorizados a acreditar la existencia o no de 
              un aparato de TV y a solicitar el comprobante de pago de la tarifa 
              anual. La omisión del pago correspondiente es sancionada 
              con importantes multas. Los ingresos de la BBC en 1999 en concepto 
              de pago de licencia alcanzaron 2.600 millones de libras esterlinas. 
              Lo recaudado durante 2003 ascendió a 2.700 millones de libras, 
              aproximadamente [10]. 
             La BBC no tiene tandas comerciales. Las estaciones 
              de radio y televisión tienen prohibido realizar otras publicidades 
              que no se circunscriban a promocionar productos de la compañía. 
              No existen excepciones para esta regla, ni siquiera los grandes 
              espectáculos deportivos o musicales. 
             Teniendo en cuenta que la BBC ha tenido una política 
              de continua expansión y perfeccionamiento, donde cada nuevo 
              emprendimiento implica una nueva erogación sin un ingreso 
              similar correspondiente, la ausencia de publicidad aparecía 
              como una importante limitación. Sin embargo, la expansión 
              de la BBC hacia nuevas actividades comerciales ha multiplicado sus 
              ingresos. La actualidad encuentra muchas veces a la BBC enfrentando 
              duros embates por parte de los medios privados, los cuales la acusan 
              de competencia desleal. En efecto, los medios privados sostienen 
              que las principales ventajas con las que cuenta la BBC –buena 
              reputación nacional e internacional y sostenimiento de sus 
              actividades por los aportes públicos– se transforman 
              en un abuso de la posición dominante cuando se diversifican 
              los emprendimientos comerciales de la corporación [11]. 
             Si bien muchos británicos suelen protestar 
              por la existencia de una licencia especial de televisión 
              que no otorga mas beneficios que el de mirar el aparato que tienen 
              en sus casas [12], no dejan de reconocer 
              que el dinero que aportan se ve reflejado en un sistema público 
              de alta calidad. En la reciente consulta abierta por la BBC para 
              reformar su estatuto, muchos expertos se pronunciaron a favor de 
              la continuidad del pago de la licencia [13]. 
              El pago de la licencia como principal fuente de ingresos de la BBC 
              se realiza de manera eficiente y minimiza la interferencia gubernamental 
              con el servicio que brinda la corporación [14]. 
             La forma en que la BBC está regulada difiere 
              sustancialmente de la de los operadores comerciales, los cuales 
              buscan constantemente maximizar sus ganancias en función 
              de las demandas del mercado. El objetivo central de la corporación 
              es maximizar los recursos que provienen de los ciudadanos y realizar 
              una asignación eficiente y efectiva de los mismos. 
             Lo generado en concepto de pago de licencia de 
              televisión no constituye el único medio de financiación 
              para la BBC. La corporación multiplica anualmente sus ingresos 
              a partir de numerosos emprendimientos comerciales, como los ya mencionados 
              BBC Worldwide Ltd. y BBC Resources Ltd. Los canales ‘People+Arts’ 
              y ‘Animal Planet’ –disponibles en la Argentina 
              a través de los servicios de televisión por cable 
              y satelital– son sólo algunos ejemplos de las ramificaciones 
              comerciales que tiene la BBC, en este caso a partir de jointventures 
              con Discovery Communications, Inc. [15]. 
              La financiación del reconocido BBC World Service no proviene 
              de lo recaudado en concepto de licencia. Sus recursos se generan 
              a partir de la comercialización de sus servicios y de los 
              aportes que recibe del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino 
              Unido. 
            ¿Privatización de la BBC? 
             No son pocos los que han venido promoviendo cada 
              vez con más fuerza la idea de que la BBC debería recorrer 
              el mismo camino que muchos de los servicios públicos británicos 
              desde la década del ’80 y ser privatizada. En su favor, 
              argumentan que la estructura burocrática de la corporación 
              se ha aumentado de tal forma que atenta directamente contra su buen 
              funcionamiento. 
             Los críticos al actual sistema de radiodifusión 
              británica sostienen también que en manos privadas, 
              la BBC debería multiplicar sus ingresos en poco tiempo. Asimismo, 
              dejaría de ser un peso para los contribuyentes que hoy en 
              día soportan la carga de solventar el servicio público 
              de radiodifusión. Según esta teoría el gobierno 
              británico no está en condiciones de financiar a la 
              BBC para que pueda competir en igualdad de condiciones con los gigantes 
              mediáticos que se han consolidado en los últimos años 
              [16]. Aún si tuviera el dinero, 
              argumentan, sería inmoral que lo destinase a tamaña 
              empresa. La privatización de la BBC permitiría a la 
              corporación continuar expandiendo sus servicios, sin que 
              esto se siga haciendo a costa de los aportes de los contribuyentes. 
             Greg Dyke, el hasta hace poco Director General, 
              profundizó los cambios que se venían operando desde 
              1998, introduciendo conceptos de gerenciamiento mucho más 
              cercanos al sector privado que al público. A partir de su 
              gestión, las actividades comerciales de la corporación 
              se incrementaron y sus productos empezaron a competir más 
              directamente con el sector privado. A pesar de estos cambios, la 
              BBC se ha resistido a introducir publicidad en sus servicios. Sus 
              distintas conducciones en los últimos tiempos reconocen que 
              permitir el ingreso de publicidad desvirtuaría el concepto 
              de servicio público y produciría que el pago de la 
              licencia anual se tornase insostenible. 
             Si bien el gobierno británico viene promoviendo 
              con insistencia un camino intermedio entre el control privado y 
              público de los servicios públicos, poco se ha avanzado 
              en la posibilidad de que la BBC sea administrada de esta forma. 
              La idea de crear una sociedad entre el sector público y privado 
              –Public Private Parternship– podría aportar soluciones 
              a muchos de los interrogantes que hoy generan el funcionamiento 
              de la BBC. Sin embargo, esta alternativa exigiría una redefinición 
              de los objetivos y alcances del sistema público de radiodifusión 
              en un campo –el de los medios y las comunicaciones– 
              donde el sector privado tiende a controlar todo lo que tiene a su 
              alcance, y donde la capacidad del estado para intervenir se va reduciendo. 
             La idea de tener una organización financiada 
              por el estado que domine el sistema de radiodifusión debe 
              ser constantemente refrendada por los partidarios de la conservación 
              del status quo. A su favor cuentan con la posibilidad de mostrar 
              un sistema que cuenta con la mayor cantidad de oyentes y de telespectadores. 
              Más aún, la confiabilidad que el público nacional 
              e internacional exhibe frente a la corporación –a pesar 
              de los recientes cuestionamientos que debió enfrentar– 
              difícilmente pueda ser comparada con otra compañía 
              de medios pública o privada en el mundo. Lejos de desacelerar 
              su expansión, la BBC se ha puesto a la cabeza de la llamada 
              era de radio y televisión digital en el Reino Unido, que 
              promete una nueva revolución del medio [17]. 
             Uno de los mayores aciertos de la BBC a lo largo 
              de su historia ha sido el saber transformar a tiempo sus operaciones. 
              Los cambios que regularmente son introducidos en su funcionamiento 
              y en su gerenciamiento le han permitido mantener una programación 
              de alta calidad. Aún más importante, los cambios de 
              gobierno que se producen regularmente en el Reino Unido no afectan 
              el funcionamiento de la corporación ni tampoco alteran radicalmente 
              su línea editorial.  
             Uno de los mayores desafíos para la corporación 
              en el mediano plazo será el de mantener altos estándares 
              de calidad, sin incrementar excesivamente el costo de la licencia 
              anual que pagan los habitantes del Reino Unido. En un sector cada 
              vez más competitivo, en donde las alianzas estratégicas 
              de negocios están a la orden del día, parece casi 
              inexorable que la BBC deba ampliar sus fuentes de ingresos. El desafío 
              consiste en hacerlo, sin menoscabar los principios rectores del 
              sistema de radiodifusión: independencia y calidad. 
            Gobierno de la BBC 
            El gobierno de la British Broadcasting Corporation 
              se ejerce a través de un Consejo Directivo, formado actualmente 
              por 12 miembros. Este consejo constituye la autoridad máxima 
              de la corporación, encargada del control de contenidos, y 
              responsable último de los programas que son emitidos. Los 
              miembros del Consejo Directivo (Governors, tal su denominación 
              en el idioma original) son elegidos por la Reina a partir de una 
              propuesta que elabora el gobierno. Las funciones del Consejo Directivo 
              abarcan no solo el control estratégico de la corporación, 
              sino también el de regular el funcionamiento de la BBC de 
              acuerdo a los intereses de la ciudadanía. Los miembros de 
              este consejo son depositarios del interés público 
              y su misión es garantizar que la BBC cumpla con su cometido 
              y responda ante el Parlamento y los ciudadanos por los compromisos 
              adquiridos. 
             A su vez, el control operativo de la BBC es ejercido 
              por un Director General el cual, junto con su staff de colaboradores, 
              es elegido de acuerdo a lo estipulado en el artículo 14 de 
              su estatuto. Sus funciones están circunscriptas al manejo 
              cotidiano de la corporación. En 1932 se estableció 
              que la función del Consejo Directivo sería de carácter 
              general y no particular. La función de elaboración 
              de políticas de gestión y presupuestarias quedó 
              en manos del Consejo Directivo, y la ejecución de dichas 
              políticas para el Director General y su staff [18]. 
             
             La reforma estatutaria producida en 1996, permitió 
              que el rol del Consejo Directivo de representar el interés 
              público fuese más claramente definido. A su vez, sus 
              funciones fueron delimitadas para evitar la reiteración de 
              conflictos que se venían produciendo con el Director General 
              [19]. La reforma de 1996 no modi ficó 
              el método de selección del Director General y los 
              principales funcionarios de gestión, el cual sigue en manos 
              del Consejo Directivo. Lo que sí se modificó sustancialmente, 
              fue el enfoque nítidamente corporativo de la BBC, mucho más 
              próximo en su funcionamiento a compañías privadas, 
              y levemente más alejado de la tradición británica 
              de administración pública [20]. 
             A partir de 1996, la BBC multiplicó los 
              controles de auditoría, y estableció mayores y mejores 
              controles que aumentaron la transparencia de la compañía. 
              Paralelamente, la reforma promovió elevar los estándares 
              internos de gobierno corporativo –el Reino Unido es uno de 
              los países europeos con mayor incorporación interna 
              de estándares internacionales en esta materia [21]. 
              En suma la reforma estatutaria de 1996 -la última realizada 
              hasta hoy– despejó muchas lagunas normativas y permitió 
              que la BBC alcanzara un alto grado de responsabilidad en sus operaciones 
              frente a la ciudadanía. 
             La Communications Act 2003 [22] 
              introdujo nuevos requisitos para el funcionamiento de la BBC. Entre 
              los más importantes se encuentra la introducción de 
              estándares y cuotas en el volumen de las producciones. A 
              partir de la sanción de esta ley, se establecieron cuotas 
              para la programación de producciones independientes, producciones 
              originales y producciones regionales. Asimismo, fueron fijados parámetros 
              que las producciones deben cumplir (por ejemplo cumplir con las 
              normativas de orden público y decencia vigente en el país), 
              como así también requisitos mínimos que la 
              radiodifusión pública debe ofrecer para aquellas personas 
              con disminuciones visuales o auditivas. 
             A partir de la efectiva vigencia de la Communications 
              Act 2003 la BBC debe procurar el acuerdo de la oficina que regula 
              el sistema de comunicaciones británico (Ofcom, por sus siglas 
              en inglés) cada vez que desee reducir su programación 
              de noticias, actualidad, y programas regionales, por debajo de los 
              estándares establecidos.  
            Calidad de Programación y Audiencia 
             El debate acerca de las funciones que debe tener 
              el sistema público de radiodifusión y los contenidos 
              que debe presentar no es ajeno al Reino Unido. Así como sucede 
              en muchos países del mundo –incluyendo la Argentina– 
              la discusión acerca de si la BBC debería priorizar 
              su calidad o su penetración en la sociedad, a través 
              de índices de audiencia elevados, no ha sido aún saldada. 
             En el área de la radiofonía, la percepción 
              generalizada es que la BBC cuenta con una importante oferta que 
              combina calidad de programación con un gran número 
              de oyentes. En su oferta televisiva, sin embargo, las opiniones 
              están más divididas, y muchos británicos, sostienen 
              que la mayor audiencia que la BBC TV ganó en los últimos 
              años ha sido a expensas de la calidad de su programación 
              [23]. 
            Un reciente informe preparado por Ofcom se ha ocupado 
              de relevar la programación televisiva de la BBC [24]. 
              De acuerdo a este informe, la inversión de BBC 2 en programas 
              de arte ha declinado 1/5 parte respecto al año 1998. Asimismo, 
              el horario central de la BBC 1 ha aumentado la programación 
              de novelas en desmedro de otras manifestaciones. Incluso, el clásico 
              programa de noticias de la noche de la BBC 1 fue reprogramado a 
              partir del año 2000 para las 22 hs –en lugar de su 
              clásico horario de las 21 hs.– con el objetivo de ubicar 
              en el horario central televisivo productos más atrayentes 
              para la audiencia. 
             Los números de la audiencia televisiva parecen 
              favorecer la estrategia del que hasta hace poco tiempo se desempeñó 
              como Director General de la corporación, Greg Dyke. En el 
              período 2003/2004, BBC 1 tuvo un share de 25.2%, frente a 
              23.7% de itv, su principal competidor. En el mismo período 
              la BBC 2 un share de 10.9%. A su vez, el share del servicio de radiofonía 
              de la corporación alcanzó en el mismo período 
              50.5%. [25] 
             De acuerdo al informe elaborado por ofcom, uno 
              de los objetivos más importantes de un servicio público 
              de radiodifusión, es el de tener una oferta de programación 
              que trascienda de la disponible en el mercado. Para la oficina reguladora 
              de las comunicaciones, en el momento en que el servicio público 
              de radiodifusión se ocupa exclusivamente del rating, pierde 
              toda razón de ser. Algunos especialistas sostienen que ofcom 
              esta actualmente intentando reducir el alcance de lo que hoy se 
              entiende por servicio público de radiodifusión, intentando 
              que la BBC sólo se ocupe de corregir las fallas que la dinámica 
              propia del sector de radiodifusión presente [26]. 
              Sin embargo, una reducción de esta naturaleza en las facultades 
              y poderes con que hoy cuenta la BBC aparece aún lejana en 
              el horizonte. A fin de cuentas, la corporación sigue siendo 
              percibida como uno de los mejores exponentes de la cultura británica. 
            Marco Legal 
             Las actividades de la BBC están estipuladas 
              en su estatuto constitutivo, conocido como Royal Charter [27]. 
              Este documento especifica las funciones de la corporación, 
              su rol como servicio público de radiodifusión, y los 
              objetivos de corto y mediano plazo. Es considerado el instrumento 
              de regulación más importante de la BBC, ya que sus 
              obligaciones, poderes y responsabilidades se encuentran allí 
              detalladas. 
             
              El primer estatuto de la corporación entró en vigencia 
              en enero de 1927, y desde ese entonces, es revisado cada 10 años. 
              La vigencia de la actual Royal Charter culminará en diciembre 
              de 2006. El estatuto es complementado por un acuerdo entre la BBC 
              y la Secretaría de Cultura –en representación 
              del gobierno– en el cual se especifican los servicios que 
              la BBC debe ofrecer y sus alcances. Este acuerdo tiene las características 
              de un contrato entre ambas partes, cuyo incumplimiento genera responsabilidades 
              concretas. 
             En los comienzos de la corporación, se prefirió 
              que ésta fuera establecida por medio de una Royal Charter 
              en lugar de una ley emanada del Parlamento o algún otro tipo 
              de construcción legal. De acuerdo al ordenamiento legal británico, 
              la primera opción permitió que la BBC contara con 
              mayores libertades al momento de la toma de decisiones y a la vez 
              consolidó su independencia respecto del gobierno. En los 
              años ’20, el establecimiento de la BBC a través 
              de una ley hubiera generado la percepción de que dependía 
              operativamente del Parlamento y de intereses políticos determinados 
              [28]. 
             La preferencia de haber establecido la BBC a través 
              de una Royal Charter para otorgarle mayor independencia operativa 
              tiene, sin embargo, algunas limitaciones. En efecto, la licencia 
              otorgada a la BBC en los años ’20 fue emitida por períodos, 
              susceptibles de renovación. Si bien la renovación 
              de la licencia ha venido operando ininterrumpidamente desde la creación 
              de la corporación, no existe impedimento legal para que 
              esto deje de ocurrir en el futuro.  
             El artículo 20 del estatuto constitutivo 
              otorga facultades al gobierno para revocar su licencia. La cláusula 
              establece que el gobierno debe remitir a la corporación 
              cualquier presentación que se haga respecto de la violación 
              de sus obligaciones, para que tenga la posibilidad de defenderse. 
              Si se corroborase el incumplimiento de la BBC de las obligaciones 
              y deberes establecidos en sus estatutos, ésta podría 
              dejar de existir [29]. En un plano similar, 
              los acuerdos complementarios que existen entre la corporación 
              y el gobierno facultan a éste último a revocar la 
              licencia de la BBC si se demuestra que ésta no ofrece un 
              servicio de radiodifusión eficiente, en tanto las deficiencias 
              no sean corregidas en tiempo prudencial.  
             Desconocemos el efecto operativo que las previsiones 
              apuntadas anteriormente tienen, puesto que la licencia de la BBC 
              nunca ha sido revocada. Sirven para recordar que la regulación 
              del sistema de radiodifusión –con todas sus salvaguardas 
              operativas– no esta completamente aislado del control político. 
              Por otra parte, la aparente fragilidad de la BBC en cuanto a la 
              continuación de sus funciones ha servido para maximizar su 
              responsabilidad frente al Parlamento y los usuarios del sistema 
              público de radiodifusión. 
             Si bien algunos especialistas han sostenido la 
              necesidad de revisar el tipo de ordenamiento legal que rige el funcionamiento 
              de la corporación, reemplazando el estatuto que la rige por 
              una ley que otorgue mayor estabilidad al sistema de vigente [30], 
              la posibilidad de que esto sea modificado es remota. A la luz de 
              la experiencia recogida desde su creación, los distintos 
              gobiernos han preferido mantener el sistema actual de licencia revocable 
              y revisable. 
             Al aproximarse el fin de la vigencia de la actual 
              Royal Charter, la BBC abrió un sistema de consulta para recoger 
              opiniones y comentarios respecto de su actual funcionamiento y de 
              cuales deberían ser sus próximos objetivos [31]. 
              El proceso de consulta finalizó el 31 de marzo de 2004 y 
              fueron recibidas más de 5500 respuestas. La consulta fue 
              amplia e incluyó las opiniones del sector público, 
              del sector de las comunicaciones, de la ciudadanía, y de 
              expertos independientes. Un grupo de personalidades de reconocida 
              trayectoria y reputación fue recientemente establecido para 
              participar en el proceso de revisión del estatuto de la corporación 
              [32]. En su debido momento, la propuesta 
              será también debatida por el Parlamento. 
            CONCLUSIÓN 
             El Reino Unido posee un sistema público 
              de radiodifusión que, si bien no ha sido ajeno en su historia 
              a presiones gubernamentales y tampoco ha estado exento de cometer 
              errores, opera de manera independiente al poder político 
              de turno. Los británicos, tan críticos en muchos aspectos 
              de sus servicios públicos, perciben en la BBC uno de los 
              grandes tesoros que continúan conservando. El hecho de que 
              en el resto del mundo acudamos a la BBC en búsqueda de información 
              confiable y una oferta atractiva de programación, no hace 
              más que corroborar dicha percepción. © 
             ––––– 
              [1] Briggs, A. 
              ‘The History of Broadcasting in the United Kingdom – 
              Vol. 1. The Birth of Broadcasting’, Oxford University Press, 
              UK (1961), p.43. 
              [2] BBC 
              World Service TV es actualmente sintonizado por más de 200 
              millones de hogares, a lo largo de más de 200 países 
              y territorios. 
              [3] Supra, 
              nota 1, p.67. 
              [4] BBC1 
              y BBC2 son canales de aire que no requieren estar abonado a ningún 
              sistema de cable o satélite. Por el contrario, BBC3, BBC4, 
              CBeeebies, CBBC, BBC News 24 y BBC Parliament son canales a los 
              cuales se accede sólo mediante suscripción a algún 
              sistema de televisión por cable o satelital.  
              [5] Disponible 
              en www.BBC.co.uk/info/BBC/charter.shtml  
              [6] Adams, 
              V. ‘The Media and the Falklands (Malvinas) Campaign’, 
              Macmillan, UK (1986), p.10.  
              [7] Disponible 
              en su versión completa en www.the-hutton-inquiry.org.uk/ 
               
              [8] La 
              ley contempla excepciones para el pago de la licencia de TV. Hogares 
              donde habitan jubilados o personas que reciben cierto tipo de subsidios 
              estatales reciben reducciones en la tarifa anual.  
              [9] Aquellos 
              que aún tienen televisores blanco y negro no están 
              liberados del pago de la licencia, aunque esta es ostensiblemente 
              menor y oscila entre las 40 y 50 libras (entre 220 y 275 pesos) 
              [10] El 
              sistema de televisión abierta británico cuenta con 
              dos canales estatales –BBC1, BB2- y tres estaciones privadas 
              - ITV, Channel 4, y Channel 5. Lo recaudado en concepto de licencias 
              de TV no se distribuye entre las cinco estaciones, sino que se destina 
              exclusivamente al financiamiento de la BBC. Este pago forma parte 
              de la obligación que todo habitante del Reino Unido -en este 
              punto no hay distinciones entre nacionales y extranjeros- tiene 
              de contribuir con el sistema público de radiodifusión. 
              [11] A 
              modo de ejemplo, productos vinculados con programas de la corporación 
              -como pueden ser revistas para adolescentes, juguetes o libros- 
              cuentan con una plataforma de lanzamiento publicitario prácticamente 
              inigualable.  
              [12] Los 
              sistemas de televisión por cable o satelital en el Reino 
              Unido se compran por separado y son proporcionalmente mucho más 
              caros que los existentes en la Argentina.  
              [13] Las 
              respuestas al proceso de consulta realizado están disponibles 
              en www.BBCcharterreview.org.uk/Responses  
              [14] Tim 
              Lord, ‘Review of the BBC’s Royal Charter’, UK 
              (2004), disponible en www.BBCcharterreview.org.uk/Responses/L/Lord_Tim.pdf 
              [15] Un 
              detalle pormenorizado de los emprendimientos comerciales de la BBC 
              se encuentra disponible en www.BBC.co.uk/info/channels/  
              [16] ‘Greg’s 
              Glasnost’, The Economist, Mayo 18, 2000. 
              Para un desarrollo más extenso de esta temática, consultar 
              ‘The Role of Integrated Digital Televisión Sets in 
              Achieving Digital Switchover’, Intellect, UK (2002) y ‘Digital 
              Television’, UK Cabinet Office Document, (2003), disponible 
              en http:/ 
              e-government.cabinetoffice.gov.uk/Resources/FrameworksAndPolicy/fs/en 
               
              [18] Smith, 
              A. ‘The Shadow in the Cave’, Allen & Unwin, UK (1973), 
              p.144. 
              [19]‘The 
              Future of the BBC: Serving the Nation, Competing World Wide’, 
              Department of National Heritage, White Paper, UK (1994)  
              [20] Dunleavy, 
              P. ‘Development in British Politics-5’, St. Martin’s 
              Press, US (1997), p.210.  
              [21] Para 
              un completo relevamiento de Gobierno Corporativo en el Reino Unido, 
              ver ‘Modern Company Law for a Competitive Economy: Developing 
              the Framework’, Company Law Review Steering Group, UK, (2000). 
               
              [22] Communications 
              Act 2003 (UK), disponible en www.legislation.hmso.gov.uk/acts/acts2003/20030021.htm 
               
              [23]‘BBC: 
              Reining in Auntie’, The Economist, Abril 22, 2004.  
              [24]‘The 
              Ofcom Review of Public Service Broadcasting Television’, Ofcom, 
              UK (2004), disponible en www.ofcom.org.uk/consultations/past/psb/psb/?a=87101 
               
              [25]‘BBC 
              2003/2004 Annual Report’, disponible en http://www.BBC.co.uk/info/report2004/ 
               
              [26] Supra, 
              nota 23. 
              [27] En 
              el ordenamiento legal británico, las Royal Charters son parte 
              de las prerrogativas reales, en las cuales el Parlamento no interviene. 
              Por medio de ellas, el monarca en consulta con su Consejo de Asesores, 
              otorga un estado legal especial a determinados cuerpos u organizaciones. 
              Las Royal Charters se utilizan para elevar la categoría de 
              un pueblo a ciudad, para crear asociaciones profesionales o entidades 
              de beneficencia. Asimismo, algunas de las universidades británicas 
              más antiguas fueron establecidas a través de Royal 
              Charters. 
              [28] Supra, 
              nota 1, p.352.  
              [29] BBC 
              Royal Charter, Artículo 20.  
              [30]‘Legal 
              Aspects of BBC Charter Renewal’, 65 Political Quarterly (1994) 
              [31] La 
              BBC tiene un sitio en Internet que trata todo lo vinculado a la 
              reforma de su estatuto. www.BBCcharterreview.org.uk  
              [32] El 
              grupo de expertos esta conformado por: Sly Bailey (Director Ejecutivo 
              de Trinity Mirror plc); Alan Budd (Oxford University); Howard Davies 
              (Director de la London School of Economics); Janet Finch (Vicerrectora 
              de la Universidad de Keele); Tim Gardam (ex Director de Programación 
              de Channel 4); y Alice Rawsthorn (Directora del Museo de Diseño 
              de Londres) 
               
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