Facultad de Derecho - Universidad de Buenos Aires Instituto de Derecho de las Comunicaciones
 
AÑO II | Nº 7
   

 

 
El Kirchnerismo está avanzando bien en el tema de las comunicaciones
[Entrevista]
Osvaldo Nemirovsci
Diputado Nacional, Presidente de la Comisión de Comunicaciones e
Informática de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación
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¿Cuál fue su fuente de poder político, su origen político en su distrito y a nivel nacional?

Voy a ser muy breve, porque si no terminaríamos haciendo una biografía... Yo hago política desde muy chico, desde los 19 años, con un paso, aprendizaje y experiencia en la militancia universitaria, donde fui Presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la U.B.A. en el año 1975. Fui el último presidente peronista que el tuvo el Centro de Estudiantes de Derecho, nunca más hubo uno. No porque no haya sido muy bueno, si no porque después vino la intervención, el gobierno militar y después ganaron las radicales y ya éramos grandes nosotros...

Después, en el año 1976, me fui a vivir a la Provincia de Río Negro; tendría 30 años, con mis hijos, todo asentado ahí con un desarrollo familiar prácticamente rionegrino en la ciudad de Bariloche y seguí trabajando en política. En el año 1982, con el retorno a las formas de la democracia, me afilié al partido justicialista. Desde los 19 años nunca había estado afiliado porque no era una práctica habitual afiliarse al partido. Y empecé a transitar este camino: fui Legislador provincial dos períodos en mi provincia; fui Secretario de Gobierno en el distrito de Bariloche y después me retiré. Tengo una consultora de medios, trabajamos con escenarios vinculados a los medios, me dediqué de lleno a eso hasta que en virtud del surgimiento de Kirchner volví a creer en el peronismo como valor histórico, como conducta política y militante. Y bueno... me alineé desde hace muchos años con él, cuando no tenía ninguna chance de ser Presidente y creo que ni él lo pensaba.

Hacíamos alguna encuesta y medía un punto. Y bueno, largamos con la nacional, donde un día nos juntamos y éramos, de todo el país, 20 ó 22.

Y el más entusiasmado era él: mostraba un entusiasmo y una fe inquebrantable en que había un objetivo de poder que se podía cumplir.

Nosotros no creíamos mucho en eso y nos demostró que tenía razón. A los seis meses que él asumió la presidencia, nosotros tuvimos elecciones en la provincia y llegué a Diputado Nacional y estoy encuadrado de manera decidida en lo que puede denominarse el Kirchnerismo dentro del Partido Justicialista, que no es el Kirchnerismo transversal, que no son expresiones que simpatizan con el Presidente desde fuentes ajenas a la identidad peronista. Lo mío es de una conducta y una historia peronista de toda la vida y que entiendo que el Presidente Kirchner recupera la mejor memoria peronista. Coincido mayoritariamente con esta gestión de gobierno, en hechos concretos que tienen que ver con la forma de desendeudamiento del país, su posición en defensa de la autonomía nacional frente a algunos reclamos internacionales fuertes, por ejemplo la irrespetuosidad con que el Fondo nos trata, con algunos países como Japón e Italia y la buena manera que se para frente a ellos, con su política de derechos humanos, su política de disciplinamiento, en el buen sentido de la palabra, con instituciones "remolonas" para incorporar la democracia, como las fuerzas de seguridad, las fuerzas armadas y algunas instituciones severamente cuestionadas que son vértice de desequilibrios institucionales como por ejemplo la Corte Suprema, que es vértice de que ande bien o mal la justicia. Todo el mundo siempre amagaba con la reforma de la Corte Suprema en función de sus integrantes y el único que lo hizo fue el Presidente y con un buen criterio en función de no poner gente y que está demostrado en algunos fallos que son altamente inconvenientes para la política y que sin embargo, son fallos con independencia de criterio y, aparte, devenidos de gente de alto nivel y jerarquía desde lo jurídico y académico. El tema de la baja del desempleo, el crecimiento laboral, el crecimiento industrial, el crecimiento del producto bruto, son cosas que me identifican con lo que hace el Presidente.

Creo que hay aciertos y desaciertos. Podría mencionar una mora que hay con el tema de la distribución de la renta nacional, y aunque sé que se está haciendo lo imposible, sé que es una de las preocupaciones del presidente; pero, los datos indican que estamos retrasados con la distribución de la renta nacional. Me parece que hay demasiados pobres en la Argentina, que hay demasiado hambre en la Argentina y que a dos años de gobierno...

Hay índices sociales, yo tomo uno, nada más, la baja de la mortalidad infantil, que es un índice impactante porque cuando uno lo cuantifica dice "la política de salud que yo hace dos años llevo adelante hace que baje la mortalidad infantil". Hasta ahí es un dato. Pero cuando uno lo cuantifica dice: "hay 1200 chicos que ahora viven, que antes se morían".

¡Es espectacular, eso!

Frente a eso, yo veo o escucho críticas: que usa el saco de determinada manera, que tiene frío o que llega tarde a las reuniones de presidentes o que es intolerante; pero, bueno, frente al hecho de que 1200 pibes todos los años viven en vez de morirse, la verdad que me importa muy poco los estilos y las formas...

En realidad, esas son críticas periféricas... Lo que puede servir como crítica, mirando al futuro, es que ese estilo ciertamente le sirva al Presidente, que no espante las inversiones de capitales que hacia el futuro pueden significar que menos chicos mueran o pasen hambre...

Esta bien la vinculación que hace. Pero, esto le voy a decir, doctor: no conozco mucho “alma” en el capital inversor. Invierten donde hay ganancia, lo atiendan bien o lo atiendan mal.

Yo creo que el Presidente les puede ladrar y que si el mercado es favorable para invertir, van a invertir. Lo ideal sería que no ladre. No ladra, tampoco, el Presidente; pero, yo le dije, la vinculación es buena. Es atinado lo que dice Usted en la vinculación de más inversiones, más desarrollo y posibilidades económicas. Pero bueno, todo esto es lo que hace que me considere un seguidor de las políticas del Presidente. No en términos individuales, soy peronista antes de Kirchner y seguramente pasará su presidencia y seguiré siendo peronista y no lo digo siquiera como condición de inalterabilidad, porque uno, por ahí de grande, también puede modificar cosas; pero, hasta ahora, no encuentro nada mejor para satisfacer mi necesidad filosófica, doctrinaria, espiritual, política o ideológica que el peronismo.

De manera tal que estoy ahí, trabajando en el Congreso, presidiendo la Comisión de Comunicaciones e Informática con una más que voluminosa agenda en términos de cantidad y de calidad, Ley de Telecomunicaciones, de Radiodifusión.

- Para ingresar ya en el tema específico de esta comisión, ¿cómo llega Usted a ella?, ¿fue producto de su conocimiento en la materia?

Más o menos. Digamos, primero, que era muy difícil presidir una comisión siendo un diputado nuevo. Había una ley, no escrita, que decía que había que esperar dos años. Por supuesto, cuando llegamos, un grupo de diputados, unos 20, 22 diputados, del espacio Kirchnerista, llegamos con todo el ímpetu. Hacía seis meses que era presidente Kirchner, la ponderación social era altísima, todo era ganancia... Así que entramos a la Cámara "pateando puertas" y qué ¿íbamos a esperar dos años?, no, nosotros íbamos a presidir comisiones. Había algún imperativo de orden regional, en el caso mío, para que presida Turismo. Digamos, las Cámaras vinculadas al sector, -yo soy de Bariloche-; pero, de todo Río Negro, me pedían que me interesara por dirigir la Comisión de Turismo. A mí me gusta Turismo, lo conozco, vivo en el turismo, me levanto y respiro turismo. Mis hijos, cada uno en su profesión, está vinculado a la actividad... Si hay más plata, vamos a vivir mejor en Bariloche... Queda por todo claro que me interesaba.

Ahora, mi pasión, son las comunicaciones. Desde el punto de vista de la investigación, de la ciencia. O sea, cuando tuve que hacer hard, hice hard; pero, lo mío es hacer soft.

Pero, bueno, iba rumbo a la Comisión de Turismo. Hubo un pequeño problema con otro aspirante, el diputado sanjuanino, que hoy es quien la preside y lo hace muy bien, sucedió que durante un día o dos días hubo un conflicto y bueno, un día hablando con el Presidente dice "me interesa que vaya uno, identificado con el Gobierno, a la Comisión de Comunicaciones" y estábamos tres o cuatro ahí... Y el único que sabía del tema era yo y el mensaje fue muy claro. Así que terminé en la Comisión de Comunicaciones y estoy más que satisfecho de haber terminado ahí.

¿Es un espacio donde Usted cree que se puede desarrollar no sólo en su tarea legislativa sino también su aspiración política personal?

Sí, totalmente. Tres cosas puedo encontrar, ahí, satisfactorias: mi aspiración política en términos de las comunicaciones; las comunicaciones como tal, cuando hablo de comunicaciones me refiero a todo un mundo, un universo expresado en tres títulos: la sociedad de la información, radiodifusión y telecomunicaciones con todo lo que significa. Me puedo satisfacer desde lo político, porque es lo que me gusta y porque aparte puedo hacer aportes de mi experiencia política.

Después, lo legislativo, porque si estoy ahí mejor que legisle yo sobre el tema a que legislen otros o impulsar normas que tienen que ver con lo que yo entiendo deben ser las comunicaciones. Y el tercero, que me satisface y que creo que es lo que se puede considerar un aporte de la Comisión, es una vinculación permanente en cada uno de estos espacios con los sectores. Yo soy amante de las audiencias públicas y de las jornadas de reflexión que hacen a las leyes. Lo hice con la ley de radiodifusión, hay un capítulo de Sistema Nacional de Medios Públicos que nace de haber convocado a una audiencia pública donde 200 personas, 80 expositores, hablaron desde el punto académico, científico, empresarial, laboral. Lo mismo con las Jornadas de Regulación de Correo Electrónico, con el artículo 45 de la Ley 22.385. Recorro permanentemente las cámaras, es habitual que me junte con los empresarios vinculados al medio de las comunicaciones, para imponerme de reclamos, requerimientos.

Hay temas que si a uno no se le ocurre ir a preguntar qué, no se le ocurre legislar, ¿no? Por ejemplo: el celular, considerado un artículo superfluo hace cuatro años, con el recargo del 4 % como tributo, cuando había un millón y medio de celulares... Hoy con quince millones de celulares, duplicando la telefonía fija, bueno, lo que hay que intentar, con todo respeto por Lavagna, es eliminar este tributo. Y esto lo sé porque me junto con las cámaras y me comentan esto y me parece más que interesante. Por eso en todos sus aspectos estoy cómodo en esta Comisión.

Ahora, después de los años transcurridos en el gobierno de Kirchner, pareciera que se avanzó con mucha fuerza en la tarea diaria; pero, en la de fondo, en las transformaciones - y me estoy refiriendo específicamente al sector -, el tema de Ley de Telecomunicaciones, el Tema de la Ley de Radiodifusión, los problemas de renegociación de contrato que tienen importancia desde el punto de vista de infraestructura; Usted lo habrá escuchado...

Digamos, en el sector donde nosotros estamos, realmente la evolución tecnológica existe y exige una actualización que a su vez demanda una normativa muy clara. Allí estamos un poco preocupados.

A ver, para reflexionar de manera coincidente con el escenario que plantea... En todo el ámbito de las Comunicaciones, no solamente en el tema del sector de las Telecomunicaciones, la Ley 22.285 de Radiodifusión del año 1980, más allá de su impronta doctrinaria que tiene que ver con la sanción, la firma de Videla y Martínez de Hoz que desde ya es irritante en función de una mirada democrática, es una ley antigua en función de las necesidades de tecnología que tiene el sector.

Uno tiene que legislar sobre la televisión de alta definición, sobre los cables, las FM, las radios digitales, los satélites... Bueno, se hace necesario que una ley del año 80, en un campo como el de la radiodifusión, esté actualizada. La Ley 19.728 del año 72, de Telecomunicaciones, está hecha para E.N.T.E.L. Si bien ha habido, en los dos casos, en la 19.728 y en la 22.285, retacería legal, porque hay resoluciones de CNC, del COMFER, decretos que mezclan todo...

... decretos que regulan las privatizaciones...

Claro... Digamos, toda esta retacería legal no alcanza para hacer un plexo normativo que tenga que ver con la actualización de lo que es el área. Pero de alguna manera resolvió, en términos de la técnica, el mercado. Porque en términos de las inversiones, en los 90, la que se cumplimentó satisfactoriamente fue la de las Telecomunicaciones. Porque nos dio algunos años de handicap en función de algún estancamiento en las inversiones. Pero, bueno, hoy hay que armonizar, yo creo que en esto tiene que jugar un papel el Estado, la legislación, desde ya; pero, también, algunos aspectos que hacen a la innovación tecnológica del mercado. En la Sociedad de la Información, no en la Sociedad como tal, porque no se puede legislar la Sociedad de la Información como tal si no los instrumentos que la componen; el Estado, sí o sí, tiene que estar.

Pero también en la implementación de políticas que tiendan a mejorar la ubicación de la Argentina en la Sociedad de la Información; aunque en realidad yo creo que hay tantas Sociedades de la Información como Sociedades y hay que definir un modelo propio de construcción de una Sociedad de la Información que tenga que ver con la realidad local. Pero ahí el Estado, me parece que tiene que darle más jerarquía institucional a algunas áreas que se ocupan del tema, que están distribuidas en la Secretaría de Gabinete, un poco en la Secom y un poco en Cancillería. En Chile, por ejemplo, me parece que es el desarrollo más alto que tienen, hay un rango en Secretaría del Estado con responsabilidad en el área y acá me parece que falta una coordinación que centralice todos los aspectos que hacen a la Sociedad de la Información, también tenemos que ponernos frente a la Sociedad de la Información con una mirada filosófica: este es el nuevo paradigma tecnológico de la etapa. Es tan importante como el agua, como la máquina de vapor, los motores a combustión, la electricidad y la energía nuclear...

Un comentario: hay empresarios, por edad, por destino, por distintos motivos, que no saben abrir una PC. Y por otro lado, terminamos de ver el aviso que publicó una empresa que dice "vendimos más de 600 autos por la web y le damos la empresa a (otra automotriz)" Mientras tanto, pareciera que los partidos políticos en la Argentina -tanto los tradicionales como los que no lo son-, no tienen un modelo acerca de lo que quieren hacer con las Comunicaciones. ¿En la Comisión se debate la formulación de un criterio? ¿tienen algún modelo a imitar? ¿El chileno, el español?

No. Cada vez que hay una campaña electoral aparecen los famosos equipos técnicos, que son muy poco útiles y siempre debaten todos los temas. Y después se presentan carpetas sobre Defensa, sobre Planificación Estratégica, sobre Energía y todos tienen Telecomunicaciones. Todos. Por supuesto, nunca se lee eso Y después, desde el partido que gana, el que más trabajó, el que apareció como el que más sabía, en general, es el Secretario o el Ministro del área. Esto pasó en el ´83, yo recuerdo, la plataforma del partido radical, mucho más que la del peronismo, tenía definiciones muy concretas respecto a la Ley de Radiodifusión, por ejemplo, y algunas apreciaciones sobre el área de Comunicaciones. Bueno, en la última elección, en la de 2003, el espacio nuestro, el de Kirchner, trabajó mucho en el área de comunicaciones. Ahora, de cualquier manera, en la Comisión no se expresan, -aunque a mí me gustaría que fuera así-, posiciones que hagan a la filosofía, a una mirada filosófica. Cuando veo la Sociedad de la Información, cuando veo el tema de la Radiodifusión, de la Comunicación, tengo una observación desde la filosofía y. es más, hasta de la ideología en menor grado. Es decir, no es lo mismo una cosa que otra, no son áreas técnicas neutras.

Digamos que, la elaboración del plan técnico del espectro radioeléctrico, la ecuación de frecuencia, potencia, y banda, uno la puede hacer para dos mil canales o para seis mil. Tiene que ver con una concepción política que dice "quiero o no quiero diversificar el espectro del espacio radioeléctrico". En la telefonía es exactamente lo mismo: el concepto sobre Servicio Universal puede ser uno o puede ser otro desde miradas filosóficas o ideológicas diferentes. Uno puede entender que el Servicio Universal debe alcanzar a determinados estándares de utilización de la estructura y otros a más. Uno puede pensar que el servicio Universal es poner un teléfono público en Perico, Jujuy o en Loreto en Salta y otro puede creer que el acceso a las telecomunicaciones tiene que ser otro. Y esto no se debate, no se discute...

Hay proyectos que tienen que ver con cuestiones personales de cada diputado y que tienen que ver con lo que a ese diputado le interesa o no le interesa. Es decir, no hay un debate.

A veces, tiene que ver, también, con la realidad. Esto también se veía en la Comisión de Políticas y Estrategias para el Desarrollo de las Comunicaciones en la UIT. Cuando Usted observaba un país en el África, el Servicio Universal significaba algo diferente que cuando Usted entraba a otro nivel. Por ejemplo, el problema de los países sin telecomunicaciones es que es tan difícil arrancar, porque no hay tráfico, que usted puede poner todos los teléfonos que quiera y no hay tráfico. Entonces, también, tiene que ver con la sociedad que uno observa para definir lo que es necesario.

Por eso creo que hay tantas sociedades como países que pueden abocarse a resolver este tema.

Siguiendo esta línea, dentro del esquema actual, lo que no está sucediendo y que podría suceder es que la Comisión de Comunicaciones, por ejemplo, pudiera trabajar en forma conjunta con las Universidades.

Es decir, me parece que hay un recurso intelectual, humano, muy importante, en las Universidades, que no es requerido por otro recurso que es el legislador. Me parece que no hay contacto...

No: hay consultas. Creo que no hay un contacto permanente, regular, que amerite decir que existe el contacto. En el caso de temas puntuales, por ejemplo, hemos recurrido a opiniones de las carreras de las universidades. Inclusive, yo he ido a dar charlas en la carrera de Comunicación de la U.B.A., fui invitado dos veces, en la Católica de Salta y en las jornadas que hicimos, en general, invitamos. Por ejemplo, en la última, en la de Revolución de Correo Electrónico participó activamente el Ciclo Básico de la U.B.A. que tiene un proyecto de educación a distancia y después, en la de Radiodifusión, participaron dos o tres universidades privadas. No hay una vinculación permanente; pero, bueno, es atinado recoger esta sugerencia. Se podría trabajar con un recurso humano accesible y seguramente capacitado.

Pero importa, también, el ámbito. Nosotros hemos notado que las empresas no hablan lo mismo cuando hablan solas con los legisladores, y no se expresan en los mismos términos cuando están en un ámbito académico, y esto es por las propuestas que salen allí. Nosotros creemos que el ámbito universitario contribuye a que la racionalidad se fortifique.

Es muy probable. Las empresas, en ámbitos de esta naturaleza, defienden sus intereses; en ámbitos privados particularizan estos intereses y probablemente, en un ámbito más académico puedan aportar, porque además tienen capacidad humana y técnica para aportar. En Estados Unidos, el aporte a la investigación es 90 % del ámbito privado, como debe ser, y hay una inversión fuerte en los niveles empresariales.

Hay un tema que me quedo pendiente, respecto al desfasaje temporal con las necesidades de innovación. Hablé de Radiodifusión, de Telecomunicaciones, de la Sociedad de la Información y corre lo mismo para el Servicio Postal, que es otro ámbito que también me compete. Porque también necesitamos una Ley de Servicio Postal moderna y que contemple la realidad de los argentinos, que ha cambiado muchísimo. De modo que ninguno de los plexos normativos, hoy, como Ley, reconoce estar actualizado en función de lo que se precisa.

Digamos, la regulación hoy no esta actualizada.

Entonces, considerando el trabajo de la Comisión, ¿estamos más cerca de una Ley o no?

Estamos más cerca de una Ley. En orden de cercanía: estamos más cerca de una Ley de Telecomunicaciones, estamos más cerca de la Ley de Radiodifusión, estamos más cerca de la Ley de Servicio Postal y a lo mejor, más cerca de todo, de una Ley de Sociedad de la Información, que también tiene que estructurarse en función de la participación del Estado. Aquí hay que crear un Consejo Coordinador de todas las actividades. Porque aparte, el estado ha empezado a transitar algún camino: el e-government, la firma digital, la declaración y el aliento del soft como industria... Es decir, está comenzando a transitar un camino que lo equipara con algunos países del mundo. Estamos lejos de otros, -yo creo que estamos retrasados en ese sentido-; pero, bueno, esas cuatro leyes yo las tengo como objetivo de mi mandato.

En cuanto al e-government y también, en cuanto a la Ley de Acceso a la Información: las dos son leyes importantísimas para la democracia.

Ahora, la percepción que uno tiene es que hay reticencia en la burocracia administrativa para aceptarla.

Bueno, en realidad, hay una Ley de Acceso a la Información que fue aprobada por el Senado. Es una ley especial, no por su contenido si no por su autora, que es de la Senadora Cristina Fernández de Kichner. Lo que hace que se posen muchos ojos opositores sobre una ley con la cual se podría coincidir y la oposición, obviamente, por esta calidad de la autora, tiene más problemas. Aparte ha habido muchas quejas, lo reconozco: hemos entrevistados asociaciones civiles, ONG y algunas vinculadas a los derechos de los ciudadanos que tienen objeciones. Lo hemos debatido hasta donde hemos considerado necesario. Yo coincido con la ley de la Senadora Fernández de Kirchner. Creo que se cambia el sujeto, a quién se le tutela el derecho... Pero, bueno, es una ley que tiene alguna complejidad y por eso está demorada. Nosotros la tenemos en la Cámara de Diputados y tenemos algunos problemas en poder aprobarla.

Por lo demás, me parece que todo lo que es la construcción horizontal de lo que hace a la Sociedad de la Información, el hard, el soft, la investigación, el desarrollo técnico e industrial, está bastante avanzado. El crecimiento vertical de las áreas: el e-government, el e-commerce, el e-salud, el e-educación, están funcionando. En lo privado, el crecimiento de las industrias vinculadas. Está funcionando de alguna manera. Estoy describiendo muy técnicamente esto en función del esquema que siempre se habla de la EGI y lo transversal, con perdón de la palabra, las diagonales que atraviesan lo horizontal y lo vertical, que es la legislación, el financiamiento y la regulación, crece todo armónicamente. Está creciendo un poco. Me parece que hace falta un empuje. El Estado tendría que tener una mirada más abarcativa de lo que es la Sociedad de la Información. En ese camino, damos respuestas a lo que podemos en términos de las Comunicaciones, de la Radiodifusión y demás, porque nosotros también tenemos que legislar en un todo de acuerdo con la velocidad que el Ejecutivo tiene para estos casos.

Hay un tema que se está transformando en una demanda social profunda, desde distintos ámbitos de la República, vinculado a los contenidos de la televisión abierta. No estamos formando, estamos deformado la sociedad del futuro.

Absolutamente... Hay varios proyectos presentados que estamos tratando en la Comisión sobre el tema, sin caer en la pacatería ni en el exacerbado cuidado de cosas que no hay que cuidar. Si no, cuidando lo que hay que cuidar.

¿Tiene miedo el Gobierno de ponerle los puntos sobre las íes a los grandes medios de comunicación para controlar este problema?

No. En el tema de contenidos estoy convencido que no. A ver: en el área nuestra, que es el área de ustedes, que es el área mía, más que en otros lugares donde es más fácil definir los derechos, hay una coexistencia de derechos. Con el hecho de que el e-mail se ha convertido en un poderosísimo medio de comunicación, cuando va a regular el correo electrónico uno tiene que preservar, desde esta nueva interpretación del e-mail, el derecho a que uno diga lo que quiera; pero, coexiste con el derecho a que yo reciba lo que quiera, lo deseado con lo no deseado. Es una coexistencia de derechos. La Ley, la modificación de la 19.798 en el 45, el bis, el tres, el cuatro, el derecho que tiene el Estado de proteger a sus ciudadanos mediante la utilización de instrumentos que la tecnología le brinda, por ejemplo, para rastrear llamadas, coexiste con el derecho del ciudadano a que no le lean el mail. Y es una pelea permanente.

El derecho de expresión que los medios tienen, desde ya, coexiste con este derecho de las familias, de los ciudadanos, a no recibir a las 4 de la tarde imágenes o palabras que tienen que ver contenidos absolutamente impropios para la hora en que los chicos están frente al televisor o los adultos. No solamente los chicos.

No hay miedo. Hay una cuestión de derechos y hay que ver cómo lo vamos definiendo.

Pero, cuando uno ve la actitud del gobierno con respecto a la consolidación de las licencias, una actitud tan complaciente, teme que no se reaccione frente al tema de contenidos, siguiendo ese comportamiento.

Está bien el temor... No porque el gobierno lo mire como yo, Usted debe conocer a Marshall McLuhan, seguramente, y como él, creo que en realidad el mensaje es el medio, creo que los medios pueden cambiar. Con la garantía de la previsibilidad de los años de licencia y demás no van a tener ningún problema sin siquiera exagerar la nota. Si tienen que dar telenovelas basadas en la vida de los santos, lo van a hacer...

El mensaje es el medio, no importa tanto el contenido. Si tienen que hacer la vida de los santos, vidas ejemplares, lo van hacer. No tienen ningún problema. Con lo cual, yo no temería que una actitud conduzca a la otra. Los medios tienen muy clara la relación entre mercado y contenidos y en ese orden lo priorizan. Para ellos, para los medios de gestión privada, lo importante es el mercado, la optimización de las ganancias.

¿Usted está reconociendo, también, que acá hay una enorme responsabilidad de los anunciantes?

Absolutamente. En muchos países del mundo, las ligas o las asociaciones de usuarios y consumidores de medios, inciden sobre los anunciantes para garantizar ...

... que no se financien ciertos contenidos...

Exactamente. Y acá no se hace. En Estados Unidos y en algunos países europeos, en Alemania y los países del norte, funciona muy bien. Acá no funciona.

Es interesante lo que dice Usted, porque este es un país que tiene fuerte incidencia de las asociaciones de defensa del consumidor. Han peleado por todo, algunos bien, otros mal, algunos con intereses muy claros en defensa del usuario, otros con intereses no tan claros: pero todos han peleado muy bien y. sin embargo, en el tema de los contenidos, no han presionado aunque sea a los anunciantes.

Pero yo creo que el medio no tiene problemas. Si tienen que matar a Moria Casán, la matan; si tienen que pasar películas del Pato Donald todo el día, lo pasan; le van a encontrar la vuelta, porque como el mensaje es el medio y el medio es la televisión, importa muy poco los contenidos.

Desde el punto de vista del regulador, ¿por qué no se hace la distinción entre lo que sería libertad de expresión y la problemática de los contenidos? Es decir, para expresar las ideas, yo no puedo marcarme límites, eso está claro. Pero no es lo mismo la emisión de contenidos donde el valor "libertad de expresión" no aparece claramente.

Yo estoy muy de acuerdo con Usted. Digamos, para hacerlo con un ejemplo para que quede claro y después vemos como se traduce, una cosa es prohibir un episodio en la televisión en el que alguien diga "yo soy marxista y quiero la revolución socialista" y prohibirlo por eso, y otra cosa es que se prohíba porque el tipo lo dice desnudo y a las tres de la tarde. No va a faltar quien diga que lo prohíben porque dice lo que dice y a mí me queda claro que se puede prohibir. Yo creo que hay que regular. Estoy totalmente convencido de que cuando yo me siento frente al televisor quiero tener la tranquilidad, salvo que me avisen con tiempo, de que no voy a ser sorprendido en los contenidos que estoy viendo.

¿Ahora, acá, los medios, qué son? Intermedian los fenómenos sociales con la gente, con la sociedad. Esa intermediación tiene que ver con la responsabilidad propia. Uno lo puede hacer responsablemente o irresponsablemente. En la intermediación entre los fenómenos sociales y la gente podríamos entrar a analizar qué se percibe desde los sentidos, desde la psiquis, desde lo físico, desde la actitud de Gestalt que es la significación que tienen los símbolos que uno ve... Esa apropiación, no digo que uno es esclavo; pero, uno está inerte frente a esa vinculación.

Depende mucho de quien intermedia y el que intermedia debe tener la responsabilidad. Hay países donde se avisa, yo soy partidario de eso, cuando una nota periodística está editada. Se dice, por ejemplo, "la música de fondo no corresponde al episodio que se narra". Y me parece que eso está muy bien. Jacques Derrida, el gran filósofo del descontracturalismo, las pocas veces que incursionó en los medios, inventó una expresión: "art factory", que es la realidad a través del artefacto. Entonces, ya no es la realidad, es la realidad a través del artefacto. Me parece que, también, es de una simpleza pero al mismo tiempo de una profundidad tremenda. Yo no veo, por ejemplo, un partido de fútbol, yo veo la imagen de un partido de fútbol. Bueno, yo no veo la noticia, yo veo lo que el medio me dice de la noticia. Entonces, ellos tienen que tener la responsabilidad. Si no la tienen con el periodismo, con las noticias; es muy difícil esperar que, ellos solos, la tengan con los contenidos. Salvo que se los presione con la regulación. Pero una vez que se los presione, lo van a aceptar.

Ahora, me parece que no es que al estado no le interese: Me parece que no ha tomado en cuenta que es un tema para dar respuestas. En la Comisión hay varias leyes que reflejan la preocupación social que hay sobre este tema. Habría que llevarlo adelante, porque estoy convencido de que el Estado y los medios, ambos, darían respuestas. Estados Unidos se autorreguló con el famoso Código Heinz. La misma industria sabe cuales son los límites.

En Estados Unidos, la autorregulación nace vinculada al cine: unos chicos fueron a ver una película de contenidos dudosos, por así decirlo. Entonces, un fiscal, procesó al exhibidor. Con lo que los exhibidores se encontraron con un problema: pasaban a ser las víctimas de las producciones de los estudios. Entonces, aparece lo que se llama la autocalificación. En nuestro país, a pesar de los contenidos en horarios de protección al menor, no hay actuación por parte de la Justicia, aún con la legislación vigente.

Esta permanente duda entre lo importante y lo bueno, lo prioritario, lo principal y lo secundario es un tema que podríamos tomar en la Comisión de manera mucha más decidida que a algunos proyectos que piden informes al Comfer...

... sucede que cuando algunas acciones del Gobierno se toman en cuenta en forma conjunta, pareciera que el Estado está en retroceso. Por un lado, se prorrogan las licencias y, al mismo tiempo, en la televisión aparece cualquier cosa ...

Pero se podría pensar al revés. Por un lado, se renuevan las licencias y entonces los canales se verían en la obligación de... en fin. Pero bueno, la que Usted dice, también puede ser: les dan las licencias, se agrandan, y hacen lo que quieren.

Pareciera que los canales y los grandes grupos empujan, negocian hasta que tienen lo que quieren y después siguen avanzando.

Es lo que ha pasado históricamente y yo lo he hablado con el Presidente más de una vez, por eso este tema del Decreto creo que es una mirada asimilándola a la industria, en términos económicos y en términos filosóficos de lo que es la Radiodifusión. En el resto, creo que sería atinado que la Comisión tome una actitud más firme respecto a los contenidos, porque estamos en condiciones de poder distinguir la defensa de los derechos de los que emiten y de los que reciben.

Por ejemplo, un país en el que el tema se basa en la autorregulación es Inglaterra.

La Gestión Pública allí es diferente. Acá habría que debatir algún día si podemos terminar en Gestión Pública y no en Estado. Pero está claro que la legislación debe contemplar, como forma de mejorar, el análisis de otras realidades y de normativa comparada: en la cuestión medios, por ejemplo, yo me inclino por la norteamericana, que prohíbe la titularidad de licencias para los medios gráficos en la industria de radiodifusión.

Una modificación que hizo el gobierno de Menem sobre la ley, cuyas consecuencias han sido terribles.

Algún día hay que avanzar sobre la responsabilidad que tienen los medios de gestión privada. Los medios de gestión pública, pobres, andan navegando por la vida. Y que creo que, también, hay que dotarlos de otra manera. Digamos, un medio, cuando me consultaban en la actividad profesional, en la época del auge de las radios, decía que tiene que tener optimización técnica, calidad en la programación y eficacia en la venta. Son las tres cosas que puedo decir.

Usted no puede decir "yo tengo una radio que es muy buena pero se escucha mal, tiene fritura"; porque la van a escuchar un día y van a decir "qué buena que es; pero, al segunda día me molesta escucharla". Ahora, si ponen la mejor optimización técnica y la programación es mala, van a escuchar pavadas con alta definición y si reúne después las dos cosas y no vende, Usted se va a fundir.

Los medios públicos sólo deben tener, menos la eficacia en la venta porque digamos que no tienen porqué (a veces me peleo con el Secretario de Medios por este tema: digamos que puedan vender hasta un 15 % de su presupuesto porque el Estado no termina de acudir presupuestariamente), la optimización técnica y una buena programación. Entonces, lo primero es dotarlos y ni siquiera buscando el rating. No hay que poner lo que se ve, si no canalizar el consumo de los argentinos en función de lo artístico, de lo deportivo. No tiene porqué, Canal 7, ser el espacio del aburrimiento. ¿Quiee fútbol? Tiene que estar la Selección Nacional y cuando quiere básquet, tiene que poder ver al San Antonio Spurs con Manu Ginóbili. Y si da ficción, -que tiene que hacerlo-, que tenga a los mejores actores con un cachet simbólico, ya que es como jugar en la Selección. Que cobren donde cobren, pero que cuando van a Canal 7 a hacer sus obras o sus telenovelas, vayan porque quieren ir. Bueno, creo que se puede hacer eso. El presupuesto es, a mi juicio, una parte. Vamos a la pauta: no se puede vivir del mercado y del rating en Canal 7. No se puede vivir pendiente de eso. Hoy está facturando 12 millones de pesos al año, muy lejos de cualquiera. Entonces, sostener esa pauta puede ser: 12, 14 millones. Auspicios y patrocinios puede haber, no la pauta, la tanda que distorsiona la verdad y la relación entre consumidor y emisor.

El Estado tiene que acudir con el resto. Si queremos radiodifusión pública hay que sostenerla. Yo creo que se puede... y no hay que comprarse modelos. Radio Netherland, como ejemplo de radio pública y demás, no pasa publicidad. El otro día le bajaron el presupuesto en 5 millones de euros al año y tiene dificultades para salir, ¡en Holanda!.

No puede salir. La TV Española, en sus dos versiones, la TV 1 y la TV 2, pasa publicidad y tiene 30 millones de euros de déficit. O sea, no hay ningún modelo. Lo de Inglaterra no se puede porque es público y no estatal y ahí está el impuesto a la venta de los aparatos. Pero, acá, el Estado, poniendo 60 millones de pesos al año, vendiendo 15 de publicidad y unos 10 millones de auspicios, con esa plata, podemos tener un Canal 7 de lujo.

Yo confío en el Secretario de Medios y el Interventor del Sistema Nacional de Medios Públicos, confío en que tienen miradas similares a ésta y en que, de hecho, van a construir buenos instrumentos del Sistema Nacional de Medios Públicos.

Así que... hay que esperar. Van dos años. Sé que es mucho porque es la mitad de un período; pero, es poco en un tiempo histórico. Así que esto que se da en llamar el Kirchnerismo, que es el peronismo en acción de determinada manera, me parece que está avanzando bien, también, en el tema de las comunicaciones.

 

 

 

 
 
Editorial

Alberto Gabrielli