La protección de los consumidores en tiempos de coronavirus

El pasado 3 de abril el Centro de Graduados llevó adelante este taller, titulado “La protección de los consumidores en tiempos de coronavirus” a través de su cuenta oficial de Instagram. El mismo estuvo a cargo del profesor Sebastián Barocelli.

A modo introductorio, el orador indicó que desde el derecho del consumidor se pueden dar dos perspectivas acerca de la crisis sanitaria en Argentina: “En primer lugar, entender cuáles son las incidencias que esta pandemia ha traído en las relación de consumo en curso y qué políticas podemos adoptar en torno a ellas y, en segundo lugar, los efectos que la pandemia va a traer cuando las cuestiones se vayan normalizando y qué efectos van a tener tanto en las relaciones de consumo que queden pendientes de resolver y cuáles van a ser las normas jurídicas que vamos a poder aplicar en estos casos”.

En este marco, sostuvo que “las crisis como esta nos plantean la necesidad de volver a los principios generales del derecho y del derecho del consumidor, a los derechos de los consumidores consagrados en la Constitución Nacional y en los tratados internacionales de derechos humanos, como las herramientas que nos van a permitir atender a las cuestiones vinculadas a los derechos y a los intereses de los consumidores en el marco de esta crisis”.

Luego señaló que se adoptaron normas de abastecimiento en torno a ciertos productos esenciales como el alcohol y el alcohol en gel y  a una serie de productos de primera necesidad por lo cual el Estado nacional ha establecido retrotraer los precios al día 6 de marzo para evitar especulaciones, acaparamientos u otras prácticas abusivas. También puso de manifiesto “la importancia de la fiscalización y el control de los establecimientos comerciales para evitar ese tipo de prácticas como también el empoderamiento ciudadano para procurar la defensa de esos derechos, ya sea por sí o a través de las asociaciones de consumidores, denunciar o reclamar cuando se verifiquen posibles abusos”.

Por otro lado, consideró que cuando los órganos administrativos y judiciales reabran plenamente sus puertas es “posible que comiencen muchísimos conflictos que a razón de la pandemia merezcan una atención de los diferentes resortes de los espacios para la resolución de conflictos”. Y detalló que aunque se han dictado diferentes normas que han tratado de dar soluciones específicas, el ordenamiento jurídico argentino tiene las herramientas suficientes como para poder afrontar y dar respuesta a mucho de estos problemas. En esta línea argumental, se refirió a los principios generales del derecho, que brindan herramientas indispensables para poder interpretar y aplicar en cada uno de los conflictos y obtener soluciones justas. Agregó que “el principio de buena fe con la fuerza jurígena que trae aparejada en cuanto a los derechos de conducta positivos y negativos que obligan a las partes de las relaciones jurídicas, en este caso a los proveedores y a los consumidores, tendrá un cariz significativo para brindarnos respuestas”.

Como otro medio de protección, Barocelli señaló a los principios del derecho del consumidor, principalmente el principio protectorio, que tiene su fuerza en el art. 42 y del cual derivan reglas interpretativas como el indubio pro consumidor, el de la norma más favorable y el de la condición más beneficiosa, la irrenunciabilidad de los derechos, el principio de la sustentabilidad y el del respeto de la dignidad humana. Y añadió que “muchas  herramientas del derecho común también van a poder ser aplicadas para la resolución de posibles conflictos, en muchos ámbitos se ha mencionado a la imprevisión como la herramienta contractual más importante para tratar de equilibrar las relaciones contractuales como lo son las relaciones de consumo, permitiendo en estos casos la resolución contractual o el reajuste”.

Hacia el final, profesor concluyó: “Los operadores jurídicos y los diferentes actores del sistema tenemos que actuar bajo el prisma de cuatro valores fundamentales: la flexibilidad, la creatividad, la tolerancia y la razonabilidad, que es la regla de cierre que nos permite evitar situaciones arbitrarias”.

Compartir