Cien Años de la Constitución de México (1917-2017)

Con la organización en conjunto del Departamento de Posgrado y el Departamento de Ciencias Sociales, el pasado 20 de julio en el Salón Azul se realizó la conferencia "Cien Años de la Constitución de México (1917-2017)", coordinada por Sandro Olaza Pallero y Ricardo Rabinovich-Berkman.


En esta oportunidad, participaron en calidad de expositores Juan Pablo Pampillo Baliño (Escuela Libre de Derecho, México), Raúl Gustavo Ferreyra (UBA) y Ezequiel Abásolo (UCA).


En primer lugar, Juan Pablo Pampillo Baliño manifestó que la conmemoración del centenario de la Constitución de México es una oportunidad de traer a la mente para reflexionar determinados acontecimientos del pretérito y aclaró que no necesariamente significa celebrar en el sentido de festejar. "Si bien todo aniversario nos permite de alguna forma recordar con el corazón, lo cierto es que la oportunidad que ofrece la coyuntura del centenario de la Constitución mexicana de 1917 es particularmente importante para los latinoamericanos y en particular para los mexicanos", reflexionó. En este marco, resaltó que este aniversario, "nos marca la oportunidad de emprender una serie de reflexiones tendientes a desmitificar a esta ley fundamental que por muchos y buenos motivos ha sido presentada como pionera del constitucionalismo social, antes de la Constitución de Weimar (1919)".

A su turno, Raúl Gustavo Ferreyra comenzó explicando que "las constituciones son acuerdos temporarios que ponemos en alguna forma escrita y en las cuales tenemos la firme convicción de que constituirán un compromiso responsable para la paz de esa comunidad" y señaló que es un instrumento fundamental, carácter reconocido desde el siglo XVIII.  Seguidamente, se refirió a México en 1917: "Era una patria completamente dividida, absolutamente quebrada, invadida militarmente hasta el mismo día en el que sancionan la Constitución y disuelta socialmente". En esta línea, puntualizó que la Constitución de 1917 es el instrumento de paz y detalló que "es un texto que sin ser socialista, o sin colocarse la etiqueta de socialismo, es profundamente solidario; es un texto reconocidamente fraterno". No obstante, el orador reconoció que el punto culminante de esta constitución es el conservadurismo político.

Finalmente, Ezequiel Abásolo expresó que "la historia del derecho no es un elenco de datos simpáticos robustecidos por el paso legendario del tiempo, sino que proporciona una cantera de reflexiones y una oportunidad para pensar en alternativas".
Además, sostuvo que América Latina ha ofrecido al mundo algunas creaciones originales, de las cuales la Constitución de México de 1917 es parte, constituyendo uno de los grandes aportes. Más adelante, puso de manifiesto la importancia de hacer ejercicios de derecho comparado, no simplemente de constituciones comparadas. "Cuando uno empieza a ver la región, se encuentra con que hay ciertas manifestaciones y en el caso de México la crisis de la emancipación y la independencia recién se termina de cerrar con la Constitución de 1917", detalló.

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