La evolución de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
El 22 de noviembre en el Salón Azul tuvo
lugar la exposición de Sergio García
Ramírez, exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos e
investigador en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México, acerca
de "La evolución de la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos". La actividad fue organizada
por la Cátedra de Derechos Humanos y Garantías. Profesora Titular Consulta Susana Albanese y la coordinación estuvo a
cargo de la profesora Adelina Loianno.
El orador fue presentado por Susana Albanese. Tras esto, Sergio García Ramírez afirmó que la
Corte Interamericana ha debido remontar muchos problemas y resolver con buena
mano algunas cuestiones que en un principio trabaron su desenvolvimiento.
"Hablar de derechos humanos, impulsar los derechos humanos, juzgar a los
estados americanos a propósito de los derechos humanos no es tarea sencilla en
el mundo americano, que no ha estado particularmente inclinado al respeto por
estos derechos", destacó. En 1969,
cuando se fraguó la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, había una
serie de piedras en el camino: la objeción de violencia sobre las soberanías
nacionales y sobre la jurisdicción doméstica. "Debo decir que soy muy
respetuoso del concepto y de mucha de las proyecciones de la soberanía", aclaró
García Ramírez. Al mismo tiempo, sostuvo que el paso que se dio en 1969
replanteando la noción de soberanía, las obligaciones de los estados y la
posibilidad de un control internacional sobre los derechos humanos "fue un paso
importante y ciertamente fecundo".
Remarcó que la Corte también se ha visto
beneficiada con la presencia jueces que han trabajado con gran acierto en la
fragua de una jurisprudencia cada vez más penetrante, relevante y enjundiosa.
"Entre esos jueces han figurado varios argentinos, quizás no tantos como
deberían haber figurado", manifestó. Así, hizo alusión a un tema que se ha actualizado
últimamente, el sistema de designación de los integrantes de la Comisión
Interamericana y de los integrantes de la Corte Interamericana. "La Corte y la
Comisión se trata de órganos que provienen de tratados y designaciones de otros
órganos de carácter esencialmente político. La OEA es una figura política que
debe conciliar los puntos de vista, que a veces son los intereses y las
pretensiones de distintos estados", consideró. Resaltó que esto mismo ocurre
cuando se trata de designar en la mayoría de los estados a los integrantes de
las magistraturas internas, hay un componente político relevante que no se
puede hacer a un lado. "A pesar de esto, podría generar críticas y dudas sobre
la composición de estos órganos en el sistema interamericano, estimo que la
integración ha sido positiva, aun cuando también estimo que debiéramos en el
futuro ir hacia algunas otras fórmulas de composición, tanto de la Comisión
como del tribunal, que prestaran mayor atención a factores relevantes, perfiles
relevantes, y que pudieran arrojar como resultado y una mayor y mejor
representatividad de la Comisión y la Corte", profundizó García Ramírez. En
esta línea argumental, observó que la participación de mujeres ha sido muy
escasa y que también debiera procurarse una mayor presencia de quienes
provienen de ciertos sectores de la sociedad muy significativos en América
Latina, como miembros de las comunidades indígenas y el sector de los
ciudadanos de los países del Caribe.
Por otra parte, celebró la desaparición
la figura del juez ad hoc, en virtud
de una reinterpretación del art. 55. "La Corte Interamericana tiene su vocación
institucional, es una Corte con atribuciones claramente establecidas, con una
integración muy corta y que opera en un medio y que debe reflexionar las características
de ese medio en sus deliberaciones y jurisprudencia. Es una Corte compacta,
para pocos casos, pero casos de una gran relevancia", describió García Ramírez.