Encuentro de Derechos Humanos con Diana Maffía: Experiencias y desafíos en la promoción de la Igualdad de Género
El pasado 5
de abril en la Sala Vélez Sarsfield tuvo lugar un encuentro de derechos humanos
con Diana Maffía, doctora en
Filosofía, Directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de
la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, docente e investigadora con
especialización en construcción de ciudadanía de las mujeres y otros grupos subalternos. El evento fue organizado por el Centro de Derechos Humanos de la Facultad.
Las palabras introductorias estuvieron a cargo de Martín Sigal, director del CDH. Entre otras cuestiones, Diana Maffía se refirió, en el contexto de las décadas del 70 y del 80, al tránsito entre democracia a dictadura y después la recuperación de la democracia, "dos tránsitos muy extraños donde había ciertas continuidades. Uno piensa hay un corte brutal, y no, los cortes ideológicos son mucho más complejos y muchas veces establecen esas continuidades", expresó. Subrayó que los militares, al romper el orden legal, se preocuparon mucho por mostrar que las situaciones que iban resolviendo estaban basadas en leyes que la democracia había dictado. "Un problema muy importante si analizamos derechos humanos es el de la periodización, cuándo se ponen los comienzos y finales de ciertos procesos. Cuando se dice el 24 de marzo va a ser feriado porque es el Día de la Memoria, es la memoria del 24 para adelante y la pérdida de la memoria del 24 para atrás. (...) Estos procesos de periodización iluminan y hacen sombras", señaló.
Posteriormente, examinó que hay dos corrientes filosóficas que están en el origen
de la subversión: el marxismo y la filosofía analítica, porque la dos discuten
el orden natural. "La idea de que hay un orden natural es una idea muy fuerte,
porque es una apelación a un dogma. Alguien que no acepta que deba haber una
fundamentación dogmática o que trata de revertir ese presunto fundamento, es
subversivo, en el sentido de que subvierte, da vuelta, el orden natural. Esa
era la idea de las corrientes filosóficas que eran peligrosas, las dos estaban
excluidas de la universidad", remarcó. Posteriormente, resaltó que en los 80
ingresó al CONICET como becaria, donde "tuve la constatación de que las
diferencias de género eran relevantes para empezar la carrera de investigador".
Puntualizó también que había observaciones filosóficas respecto a las mujeres
que eran tremendas. "El hecho de que nuestra naturaleza nos aislaba de
funciones como la política o la ciencia", ejemplificó. Además, la oradora expresó que la división entre
lo público y lo privado, propia de la modernidad, que les dice a las mujeres
que su ámbito es el privado "también nos dice a las mujeres, aquellas de
ustedes que pongan un pie en el ámbito público son cuerpo disponible para
cualquier varón, porque si están en el ámbito privado son propiedad de un
varón, pero si están en el ámbito público, son propiedad colectiva de
cualquiera". La idea de que las mujeres que trasgreden esa visión de lo privado
y lo público se ponen en riesgo hoy se sigue viendo. Hacia el final de su
ponencia, Maffía manifestó que su manera de intervenir políticamente es la
docencia.