Seminario sobre la Historia de la Facultad de Derecho

Informe anual - 2004

 

Reunión preparatoria. 27 de Mayo

La misma edición de Derecho al día hacia la crónica de la reunión preparatoria efectuada el 14 de mayo con la presencia de Homero Manzione y Horacio Salas. 

La Facultad de Derecho, literatura y política. Homenaje a Homero Manzi

El pasado jueves 27 de mayo tuvo lugar en el Salón de usos múltiples del instituto de investigaciones Ambrosio L. Gioja, la conferencia homenaje a Homero Manzi. Participaron del acto los Dres. Carlos Cárcova y Tulio Ortiz (Director y Subdirector del Instituto), y los conferencista Homero Manzi (h) y Horacio Salas, biógrafo de Manzi y estudioso de su obra.
Homero Manzi (h) comenzó agradeciendo la iniciativa y manifestó su beneplácito por tan importante acto en homenaje a su padre. Destacó que siempre quiso acercarse a la Facultad de Derecho como consecuencia de la importante actividad política estudiantil que llevó adelante su padre cuando estudiaba en la vieja sede de Las Heras y Pueyrredon. Recordó así, los poemas que Homero Manzi escribió, publicados en el año 1928 en la revista universitaria de la época. Señaló que los 43 versos a la Facultad de Derecho fueron escritos en un momento en el que se amenazaba con la llegada de una etapa difícil, como luego fue la dictadura de 1930. 

Recordó que Homero Manzi fue Secretario General de la FUBA y que luego del golpe militar del año 30, que motivó el derrocamiento del gobierno de Hipólito Yrigoyen,, sufrió una caída en su moral y elevación en su caudal intelectual como consecuencia de su expulsión de la facultad. Indicó, que luego de este acontecimiento, muchos de los jóvenes que fueron echados se encargaron de realizar el periódico “Tribuna Universitaria”, que expresaba “la forma de instrumentar una universidad argentina para los problemas argentinos”.

Esta expulsión hizo que se abocara por completo a la vida artística dejando como legado una gran obra. Más de 140 tangos –entre ellos Sur, uno de los mas bellos de todos los tiempos-, obras de teatro y poemas. Fue guionista de cine con Escuela de campeones, El último payador y Pobre mi madre querida. Realizó también los guiones de La guerra gaucha, en la que trabajaron Enrique Muiño y Angel Magaña, Todo un hombre, con Francisco Petrone, Donde mueren las palabras y Rosa de América. Además de ello, fue el primero en fundar una revista de espectáculos que llamó “micrófono”. En ese espacio realizó las primeras críticas al cine argentino, convirtiéndose en un agudo observador que miraba con ojo crítico cuestiones relativas al vestuario, sonido, imagen etc. 

Era sin dudas un hombre didáctico apasionado por los medios que siempre imaginaba y plasmaba ideas novedosas. 

Al finalizar su exposición afirmó que “siguió al pueblo, exaltando todo lo que el pueblo busca, todo lo que el pueblo acepta”.

A continuación, Horacio Salas expresó que Homero Manzi era mucho más que un autor de tangos, como en algún momento se dijo. Era un enorme lector, con una maravillosa biblioteca, muy completa, con una inmensa cantidad de libros de autores argentinos y universales. Expresó que fue sin duda un hombre que supo plasmar en su obra dos vertientes, la popular, que exaltaba la cultura propia del pueblo y la intelectual, propia de su formación y conocimiento. La obra de Homero Manzi obliga en parte a una identificación con una personalidad que abarcó desde diversos ángulos un compromiso con las causas populares, sus emociones y sus luchas. Esto sin duda tiene que ver con sus orígenes ya que Homero Nicolás Manzione vino de Santiago del Estero, de esa Añatuya callada y desvalida, que él llamó Aña-mía.

Era sin duda un poeta de vanguardia y su construcción artística tenía un aire altruista. En el año 35’, junto a Arturo Jauretche fundó FORJA bajo el lema "Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre". Muchos de los integrantes de FORJA fueron los que luego defendieron a Perón. Sobre este suceso recordó que él tuvo en sus manos una lista redactada por Manzi en la que figuraban los posibles adherentes a FORJA y, entre los primeros nombres, figuraba el de Jorge L. Borges, a quien había conocido unos años atrás. El propio Salas dijo, que cuando estaba estudiando la vida y obra de Manzi le preguntó a Borges sobre su relación con el homenajeado, y le contesto que “nunca había tenido amigos peronistas y que de eso no quería hablar”.

Declaró que Homero Manzi era presidente del partido reformista de izquierda. Fue así que en el año ‘29 tomaron la Facultad de Derecho en repudio a viejos profesores que no aceptaban las conquistas logradas a través de la reforma universitaria del año ‘18. De esta manera se logró que Ricardo Rojas, entonces rector de la Universidad de Buenos Aires, realizara la intervención. Se nombró interventor a Alfredo Palacios y de esa forma renunciaron una serie de profesores de ideas conservadoras. Muchos de los profesores renunciantes fueron luego ministros de los gobiernos que se sucedieron tras el golpe del año ‘30.

Recordó también el acontecimiento por el cual Homero Manzi fue expulsado de la Facultad de Derecho y dejado cesante de su cátedra de literatura en los colegios Sarmiento y Moreno. Dijo que alguna vez le preguntó a Jauretche sobre ese suceso y este respondió que “a Homero Manzi lo capturó la noche, yo seguí y me recibí”. 

Admirador de Yrigoyen, fue expulsado en el 47 por los “boina blanca” por su vinculación con el movimiento justicialista. Evocó así el acercamiento de Manzi con el peronismo y su identificación con las ideas del General Perón. En uno de sus últimos días, su amigo Hugo del Carril tuvo que cantar en la residencia de Olivos y le consultó ¿qué canto, gordo? Manzi pidió papel y lápiz, y una hora después a través de su hijo le entregó una milonga de catorce pies -Milonga a Perón- para que la interpretara. Tal fue el gusto que causó en Eva Perón la letra que preguntó quién había escrito esto, y manifestó luego que quería que le escribiera algo a ella, por que si no se iba a enojar.

Al culminar su disertación expresó, a través de las preguntas de los asistentes que Manzi fue sin dudas un hombre con una trayectoria intensa que terminó su vida tempranamente, con tan solo 43 años. Autor del cancionero popular rioplatense entre tangos, valses criollos, milongas de corte tradicional y milongas-candombe, fue también periodista, docente, guionista cinematográfico, dirigente sindical y hombre políticamente comprometido.


43 Versos a la Facultad de Derecho

Por Homero Manzione

La Facultad de Derecho es una casa vieja,
la trajeron sin duda de Lovaina o de Lieja
una tarde fría y otoñal
y en la ciudad ruidosa
fue un asombro ojival.

En su torre doliente como un sueño inconcluso
dialogaron las noches porteñas y los vientos,
con silbido de jarcias
y con lamentos de gatos lunáticos y difusos.

Y una luna bohemia que se alzó en una esquina,
esquinita perdida del arrabal,
caloteó dos palomas en Puente Alsina
y las tiró en su ventanal.

Palomas proletarias hicieron nido
con los ladrillos,
igual que en las iglesias de las aldeas,
igual que en los techados del conventillo.

Y la extranjera consistorial
ensayó un paso en la cuerda floja de la ilusión,
cuando la plateada gayeta merinera con corazón de pan
le tiró las monedas de su amor.

Y en la resurrección sensiblera
le brotó un corazón
que en diástoles de huelga
y en sístoles de gritas
efectúa la cardiaca revolución.

Corazón que práctica la leyenda hipocrática de dormir a la izquierda,
hecho con las estrías de cien muchachos locos que sueñan con la paz
y que hacen la simbiosis pampeanamente rara
de Yrigoyen y Marx.

Corazón que con Rosas hubiera sido prófugo,
con Monteagudo declamador,
con Moreno levantado como un picacho andino
y acólito de Jean Jacques Rousseau.

Pero está cerca el día de los tejidos grasos,
el día de la buena ración,
cuando se vuelen las palomas y se detenga el corazón.

Entonces esa luna del arrabal
quedará en el cielo del almacén
y la extranjera fría, ojival
volverá a ser un asombro municipal.

Que así no sea.

Amén.