Discurso pronunciado por el Traductor Público Ricardo Chiesa
Acto de colación de grado del día 15 de noviembre de 2024
Ricardo Chiesa
Muy buenas tardes, señora vicedecana de la Facultad de Derecho,
doctora Silvia Nonna, demás autoridades de esta Casa, profesoras, profesores,
estimados graduados y graduadas, familiares y amigos que hoy nos acompañan en
esta ceremonia.
Tengo la alegría de poder dirigir unas palabras en esta
jornada de bienvenida a la actividad profesional en la que cada una y cada uno
de ustedes como profesionales de la abogacía de la traducción pública, de la
docencia en ciencias jurídicas, tendrá la misión de desplegar las habilidades y
los conocimientos adquiridos a lo largo de esta etapa de formación
universitaria intensa y fecunda.
Inician hoy un camino asignado por la palabra oportunidad,
una palabra auspiciosa si las hay. El título que reciben en unos momentos
representa la oportunidad de servir a otros, de contribuir al entendimiento
mutuo, de proponer cambios y soluciones que enaltezcan los valores de justicia
y de equidad, de cooperar en la construcción de una sociedad más abierta al
diálogo y más incluyente.
Como profesionales, quiero recordar que interactuamos no sólo
entre nosotros, sino también con el lego. Y los invito entonces a sumar
esfuerzos para que esa interacción enriquezca las posibilidades de acceso de la
ciudadanía toda a una mejor comprensión de sus derechos, de sus obligaciones y
de sus herramientas de participación.
No somos sólo portadores de conocimientos técnicos y
científicos. Somos por sobre todo vehículos para que esos conocimientos ayuden
a otros a decidir con acierto, a desarrollar su propio potencial, a superar
diferencias con sensatez y sin fanatismos, y a construir en el respeto genuino.
Déjenme recordarles también que nos rodea un enorme aparato
tecnológico, que nos asiste en nuestra labor profesional, como abogados, traductores
públicos y docentes. Pero ese aparato es un complemento indispensable de
nuestro esfuerzo diario para agilizar tareas, sistematizar procesos, cumplir
objetivos, pero no es un sucedáneo del entusiasmo creativo, ni de la reflexión
intelectual, ni de la crítica razonada, ni de la declividad en la búsqueda de
resultados. No hay Inteligencia Artificial que pueda sustituir al propio
entusiasmo e ímpetu creativo.
Y creo que la formación continua es el canal más idóneo para
acrecentar ese caudal creativo, para ensanchar nuestros horizontes culturales,
para seleccionar nuestras fuentes de información con rigor, para preservar la
potencia de nuestra expresión a través del lenguaje y para no transformarnos en
meros reproductores de clichés o de fórmulas ajenas.
En ese sentido, esta Casa, nuestra querida Facultad de Derecho,
nos ofrece múltiples opciones de crecimiento, ciclos de actualización, de
especialización, maestrías, doctorado, y posdoctorado, a los que se suman
programas de investigación, actividades de extensión, y el ejercicio de la
función docente.
Todos estos itinerarios educativos son manifestaciones de un
modelo de universidad pública lúcida, abierta al debate y a la evolución.
Como abogado y como traductor público formado en ella, permítanme
compartir con ustedes, el orgulloso de pertenecer a una comunidad educativa
prestigiada por el trabajo conjunto, y la vocación de servicio.
Queridos egresados y egresadas, los y las invito a seguir
aportando a esa comunidad la perseverancia y el compromiso con el que han
llegado hoy a esta meta, para recibir de ustedes ese aporte, esta Facultad
tendrá siempre las puertas abiertas.
Felicidades en este día de celebración y muchas gracias.