Discurso pronunciado por la Dra. Griselda Capaldo
Acto de colación de grado del día 30 de agosto de 2024
Señor decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires, profesor doctor Leandro Vergara, profesoras, profesores, personal
no docente, egresados, que en esta colación recibirán los diplomas de las
cuatro carreras que ofrece nuestra Facultad. Egresados y egresadas de Posgrado,
familiares, amigos e invitados especiales.
Todos ustedes los egresados en este exacto momento están
transitando una singularidad temporal, ¿en qué radica esta singularidad?,
radica en que en este preciso momento el punto de llegada coincide con el punto
de inicio.
Han llegado aquí tras un largo recorrido como estudiantes de
grado, pero a su vez, inician aquí un nuevo recorrido como abogados, como
calígrafos, traductores, profesore. Esta singularidad temporal me recuerda a
Jano, el Dios romano bifronte, que podía mirar hacia atrás y hacia delante. Ese
doble rostro de Jano le permitía mirar tanto al pasado como al futuro y por esa
misma razón según la mitología romana, podía cerrar puertas y abrir otras
nuevas.
Hoy ustedes están cerrando una puerta y abriendo otra. Con
la puerta que cerraron vienen a concretar todos sus sueños de juventud, pero a
su vez están abriendo una nueva puerta que los va a proyectar hacia el futuro.
Un futuro que seguramente seguirán labrando y cincelando con el apoyo, con el
cariño con, la ayuda de la familia, de los amigos, de los afectos.
Diploma en mano hoy, comienzan a saborear el fruto de tantos
años de esfuerzo y de tantos años de vigilia, pero al mirar el diploma cuando
lo reciban, les pido que recuerden que gozan de un privilegio infrecuente
porque ustedes están graduando, diplomando
en una Facultad gratuita que además ocupa el puesto 26 en el ranking
mundial QS de este año 2024.
En gran medida es justo decirlo, ese puesto es el resultado
de lo que le debemos a la abnegación, la dedicación de muchos estudiantes y de
los tutores graduados aquí en esta Casa que participan con mucho éxito en las
competencias internacionales, las cuales le dan visibilidad a nuestra Facultad
y a la Universidad de Buenos Aires. Si alguno de esos estudiantes que
exitosamente participó en las competencias internacionales está aquí para
recibir el diploma, le doy las gracias, muchísimas gracias por ese esfuerzo
Los ánimo a no transitar los caminos tradicionales o
habituales. Escogiendo casi exclusivamente entre dos o tres opciones. El
ejercicio profesional ante los tribunales, o la carrera judicial o quizá la
carrera legislativa. Los ánimo a que se esfuercen y que ejerzan el poder de la
imaginación, como en el Mayo Francés y esparzan sus semillas en otros fundos,
en otros terrenos, el del arbitraje, incluso el ciberarbitraje, el de las
consultorías expertas freelance, el de la carrera diplomática como delegados
culturales, marítimos, aeronáuticos ambientales y por qué no la carrera de la
investigación científica full time.
Cualquiera sea el camino que escojan háganlo con dignidad.
Sean guardianes del Derecho, de la justicia, de la ética profesional. Sean
celosos custodios de la lógica jurídica y de la sana crítica. Una zona crítica
que los invito a que la aborden desde una perspectiva interdisciplinaria
haciendo dialogar el derecho con otras disciplinas no jurídicas. Pues eso les
dará una base argumental más amplia, más sólida, más compleja y por ende, más
difícil de refutar.
Sean implacables defensores de la verdad, que la verdad y la
ética sean su escudo y también su refugio.
Los invito a que sean instrumentos del estado de derecho. Dónde
haya irracionalidad, pongan sensatez jurídica. Donde haya corrupción, pongan
honradez. Donde haya injusticia distributiva, pongan equidad. Donde haya
arbitrariedad, pongan imparcialidad. Donde haya vanidad y arrogancia
profesional, pongan humildad y moderación. Donde haya oscuridad, pongan la luz
de la rectitud y la ética. Donde haya sed de justicia, pongan un cántaro de
agua pura y limpia. Tan pura y tan limpia como lo reclama el amor incondicional
y genuino al prójimo y no dejen nunca, nunca, nunca de cultivar una locura luminosa.
Como la cultivaba el pintor Benito Quinquela Martín. Él decía que lo hacía en
beneficio de la verdad, el bien común y la belleza, un Quinquela Martín del que
tenemos un bellísimo mural que domina el pasillo que da hacia el Aula Magna. Los
invito que vayan a visitarlo, disfrutarlo, y admirarlo.
No se alejen de nuestra Facultad. No dejen el nicho vacío.
Vuelvan a recibir y también a dar y a darse.
Por último, pero no por eso menos importante, le agradezco Johanna
Caneda, una brillante exalumna, por darme la oportunidad de entregarle su
diploma de abogada y de esa manera compartir este paso tan trascendente en su
vida, tan trascendente como sé que lo es en la vida de cada uno de ustedes.
Los felicito en nombre de toda la comunidad académica y
deseo fervientemente que tengan un futuro feliz y venturoso.
Muchas gracias.