Discurso pronunciado por el Dr. Oscar Gonzalez Pereira
Acto de colación de grado del día 23 de noviembre de 2023
Buenos días a todos y todas, señora vicedecana, señores profesores, estimados graduados, señoras y señores.
Hoy indudablemente es un día muy especial, para mí por tener este enorme placer de dirigir estas breves palabras a los graduados que hoy reciben su diploma de graduados, procuradores y traductores públicos, a los profesionales que han desarrollado sus cursos finales de especialización y los profesores en ciencias jurídicas, y obviamente es un día súper especial para todos ustedes y sus familias y amigos aquí presentes.
Este acto de entrega de diploma certifica la culminación de sueños, de esfuerzos, de estudio y lucha de varios años en pos de la obtención de la vocación que los abraza y seguramente los apasiona.
Hace muchos años ya, no vale la pena decir cuantos, el que les habla, como muchos de los profesores aquí presentes, estuvimos allí sentados esperando nuestro turno de recibir el diploma de nuestra carrera universitaria, con el pecho inflado por el logro anhelado durante tanto tiempo, el nerviosismo del acto, y fundamentalmente la incertidumbre de lo que ahora en adelante vendrá.
Y, por otro lado, por qué no, la nostalgia de tiempos hermosos vividos, compartir con compañeros de cursos dias de estudio, búsqueda de textos, preparación de trabajos prácticos, parciales o exámenes y tantas noches sin dormir culminando la elaboración o preparación de una materia.
Y es verdad, son todas emociones que se amontonan en este día, colisionan entre la felicidad, la tristeza y el ¿Qué me deparará el destino?, no se asusten, el destino es lo mejor que podemos pensar, es la fe que podemos tener en que todo va a salir bien.
Sinceramente los envidio, porque extraño esos momentos que les aseguro, cuando los repasen más adelante en sus vidas, seguramente también les pasara esta emoción.
Hoy iniciarán sus caminos como profesionales independientes o para alguna empresa u organismo gubernamental, provincial o municipal, o serán parte del Poder Judicial, o dedicarán su tarea diaria a la investigación y elaboración de leyes o normas jurídicas, o realizarán la enseñanza, y en todos ellos aplicarán los conocimientos y valores adquiridos en nuestra querida Facultad de Derecho, y digo conocimientos y valores porque la Universidad no sólo enseña, sino que educa, y en esto me quiero detener unos breves minutos.
Pareciera que educar sólo se aplica a niños y adolescentes, en la primaria o en el nivel secundario, o es potestad de los padres, tutores o de sus familias. Y eso no es así, no comparto que sea exclusivamente así, la Universidad como institución de educación superior por antonomasia educa también, educar no es sólo formar estudiantes para que tengan conocimientos, sino para que muestren también calidad en sus comportamientos y en su relación con los otros, formar al sujeto en valores como el esfuerzo, el respeto, la defensa de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.
Se ha catalogado que la Universidad como educación superior es excesivamente academicista y que sólo se dirige a la enseñanza formal, separando la informal, la que educa, permítanme opinar que no creo que sea así, y citar a la doctora Rosa María Santamaría Conde, profesora titular de la Universidad de Burgos, en su artículo “educar en universidad” que nos dice: “el profesor o docente, independientemente del nivel o de la materia que imparta, en su forma de interrelacionarse con el alumnado, está transmitiendo no sólo contenidos conceptuales o procedimentales, sino también una serie de actitudes y de valores que de forma inconsciente el alumnado está recibiendo”.
Actualmente nos encontramos en una sociedad que cambia vertiginosamente, y en la que los medios de comunicación están teniendo una incidencia importante, transmitiendo o vendiendo una serie de valores que no son tales, o que a menudo entran en coalición con otros, por eso quiero resaltar el orgullo que tenemos los profesores de esta Facultad de Derecho en que la enseñanza se complementa con valores como el diálogo, la empatía, la igualdad, al responsabilidad, la tolerancia, el respeto, la justicia y la defensa de los derechos humanos, entre otros, es decir, enseña y educa.
Por ello, y finalizando, hoy no sólo se llevan a lo largo de los años de estudio un diploma que certifica sus conocimientos en una carrera universitaria, sino que incluye fuertemente valores, esos valores que en cada paso estoy seguro, en la vida aplicarán y transmitirán, y nos harán crecer en una sociedad más justa.
Desarrollar y recuperar esos valores, más y mayor educación nos harán mejores, por encima de planes, proyectos y tácticas economicistas.
En definitiva, jóvenes graduados y profesores, la visión, entre otras, ahora es que, con la base de conocimiento adquirido y la aplicación de los valores obtenidos, desarrollarse y desarrollar a todos nuestros ciudadanos, cada uno desde su lugar, a fin del engrandecimiento social y moral de nuestra patria, y ser felices, que de eso se trata la vida.
Les deseo éxitos y todas las felicitaciones por el logro obtenido, a sus familias y seres queridos, que Dios bendiga a la República Argentina, muchas gracias.