Discurso pronunciado por el Traductor Público Ricardo Chiesa

Acto de colación de grado del día 24 de agosto de 2023

Ricardo Chiesa

Ricardo Chiesa

Muy buenos días.

Sr. decano de la Facultad, Dr. Leandro Vergara, demás autoridades de esta Casa, colegas docentes, personal no docente, graduados y graduadas, estudiantes, familiares y amigos que acompañan a quienes hoy reciben su título:

Agradezco el honor con que me distingue esta querida Facultad, mi Facultad, de dirigir a ustedes, egresados y egresadas de las carreras de abogacía y traductorado público, del profesorado para la enseñanza en ciencias jurídicas y de los distintos ciclos de especialización de posgrado, unas breves palabras en este día de celebración y de reconocimiento formal al empeño, el compromiso y la dedicación. Con estos tres compañeros virtuosos llegan a esta nueva meta en su camino de superación y de crecimiento personal y profesional. Felicidades por eso. En una época asediada por la seducción del facilismo, el éxito efímero y los atajos para conseguirlo, el esfuerzo merece que se lo valore, se lo pondere y se lo prestigie.

En esta etapa que emprenden a partir de hoy, los y las invito a proponerse nuevos objetivos en su labor frente a la sociedad y los poderes públicos, y a honrar ese esfuerzo con entrega genuina y con pasión por la tarea que les toque desempeñar. A la mediocridad, opongan el afán por la excelencia; a la desidia, el trabajo; al miedo, la serenidad y la reflexión; al conformismo de la rutina, la creatividad. Manténgase jóvenes de espíritu a la hora de concebir iniciativas, cuestionar lugares comunes y persistir en el aprendizaje continuo. Y permítanse errar de buena fe, es decir, después de haber agotado los recursos para indagar: no es vergonzante dudar o ignorar, pero sí lo es despreciar el interés por despejar las dudas o por salir de la ignorancia.

La actualidad político-institucional, social, científica y tecnológica está atravesada por el cambio. Esto no tiene nada de novedoso: el cambio, más o menos perceptible, ha sido siempre –valga la contradicción– el más estable de los factores en una sociedad. Sin embargo, quizás pueda decirse que hoy se manifiesta con un dinamismo inusitado, y que exige, por lo tanto, un grado de adaptabilidad cada vez mayor. Como profesionales, estamos llamados a ser partícipes de ese cambio en la medida que evaluemos, con los conocimientos y las destrezas adquiridas en nuestra etapa de formación universitaria, que nos conduce a una realidad más justa, más sincera y mejor adecuada a nuestras necesidades y las de nuestros semejantes. Tengan presente entonces que nuestra disponibilidad hacia el fenómeno del cambio debe ser mayor que la de quien no cuenta con formación profesional, pero recuerden también que es esa misma formación la que nos aporta criterios para calibrar y decidir qué adoptar y qué descartar.

En este sentido, como profesional del derecho y de la traducción, egresado de esta Casa, me permito invitarlos e invitarlas también a reflexionar sobre el deterioro en el uso del lenguaje. En su labor profesional, ustedes tendrán en la palabra un aliado de valor inestimable: asegúrense de merecer su confianza y de que sea un vehículo de comunicación clara. Vivimos tiempos en los que acechan la banalización simplificadora de algunos discursos y la sofisticación tramposa de otros. Entre estos dos extremos, sabemos que el discurso jurídico puede ser riguroso sin ser oscuro, eficaz sin ser presuntuoso, y rico en su expresión sin ser ininteligible. Tomando palabras de la escritora, traductora y lingüista Ivonne Bordelois, cuando se levantan barreras de comunicación, se ejerce una política de marginación de la sociedad que solo asegura la preservación de un dialecto como coraza para algunos y como fuente de confusión para la mayoría. De todos nosotros depende que no se confunda la expresión técnica con la artificiosa, ni la autoridad con el hermetismo.

Por último, les deseo una interacción provechosa y solidaria con sus colegas y con profesionales de otras disciplinas, la satisfacción de quienes sean destinatarios de sus servicios, y un diálogo fecundo con quienes hayan sido sus docentes en esta Facultad. Para retomar ese diálogo, acá siempre los estaremos esperando.

Muchas gracias.