Discurso pronunciado por el Dr. Carlos Calvo Costa
Acto de colación de grado del día 13 de julio de 2023
Señor decano Doctor Leandro Vergara, demás autoridades de la facultad, colegas, profesores, graduados, señoras, señores, intentaré ser breve puesto que lo que más desean ustedes es prestar el juramento y tener el diploma en sus manos.
Me siento inmensamente honrado y agradecido de poder compartir aquí este discurso toda vez que, casi sin quererlo, me he transformado en el último profesor que les va a dirigir la palabra antes de que se conviertan oficialmente en abogados.
Finalmente llego el día, quisiera que sepan que para esta Facultad hoy es un día de celebración, no sólo lo es para ustedes los graduados y sus familias, sino también para nosotros autoridades y docentes de esta casa de estudios, porque todos somos parte de esta Facultad perteneciente a la prestigiosa Universidad de Buenos Aires, universidad pública, laica, abierta y plural, que les ha brindado la posibilidad de la enseñanza gratuita, en donde han gozado durante toda la carrera de la libertad de cátedra, sientan el orgullo de ser egresados de una de las mejores Facultades de derecho de Latinoamérica, que no sólo es hermosa ediliciamente, sino que cuenta con un prestigioso cuerpo docente, cuyas enseñanzas trascienden, en muchos casos, las fronteras de nuestro país.
La excelencia de esta Facultad se advierte también en el hecho de que acuden a ella de manera constante cientos de alumnos y abogados de diversos países de América y de Europa para formarse o completar en los cursos de grado y posgrado que dictan profesores de esta casa de estudios.
La solemnidad de este acto no nos impide advertir que también es un evento pletórico de alegría para ustedes, los graduados que se han sacrificado y esforzado para alcanzar el objetivo de su título profesional, así como también para sus seres queridos, padres, hijos, parejas, amigos, quienes se esforzaron a la par para que finalmente alcanzaran la meta. Seguramente habrán sido el sostén y compañía en aquellas largas noches de estudio para un examen, como también participes de algunas desilusiones sufridas y testigos de muchas alegrías, por ese motivo compartan con ellos este logro, ya que son merecedores de ello.
Hemos pasado todos momentos difíciles en los últimos años. En el 2020 nos sorprendió una pandemia que nos trajo incertidumbre sobre el futuro de cada uno de nosotros, sin saber cómo seguirían nuestras vidas, afortunadamente pudimos superarla, aunque debimos adaptarnos a los cambios, y gracias a la pronta y eficiente acción de la Facultad pudimos superar los obstáculos y asumir el desafío de seguir dictando las clases, aunque en forma virtual, impidiendo de tal modo la interrupción de los cursos.
Cada uno de ustedes tomará a partir de hoy caminos diferentes, hay quienes elegirán desempeñarse en el ejercicio libre de la profesión, algunos se dedicarán a la investigación, otros seguirán o ingresarán en la carrera judicial, y también muchos de ustedes incursionarán en la actividad docente.
Hoy se llevarán ese diploma que tanto ansían, pero sepan que en él están contenidas las herramientas que ustedes obtuvieron a lo largo de la carrera, y que hoy les permitirán afrontar el camino de la profesión que deseen.
Sabemos que hoy transitamos tiempos difíciles en nuestra Argentina, donde la división y la famosa “grieta” nos impiden muchas veces ponernos de acuerdo aun en cuestiones elementales, sea cual fuere el camino que elijan al ejercer esta profesión, intenten siempre hacer el máximo esfuerzo por superar el conflicto, prioricen el diálogo, la construcción de consensos y nunca se aparten del sendero de la ética, imprescindible para poder revalorizar la dignidad de nuestra profesión, tantas veces injustamente menospreciada. No olviden tampoco hacer realidad los principios esenciales contenidos en la fórmula de juramento que han de prestar hoy, como es el respeto a la Constitución Nacional, que conlleva la defensa de la dignidad de la persona, de los derechos humanos y el respeto por las instituciones democráticas y republicanas.
Es importante que cada uno de ustedes, desde el lugar que les toque ocupar, dignifique la profesión contribuyendo a construir una sociedad más justa, más pacífica, más democrática y más tolerante para poder vivir en un país cada día mejor.
Para quienes ejerzan libremente la profesión, no olviden que el abogado es un auxiliar de la justicia, por eso ayuden a los jueces y contribuyan con ellos a que puedan dictar una sentencia justa, no olvidemos que nosotros los profesionales del derecho estamos obligados a colaborar en la búsqueda de la verdad para recomponer cualquier conflicto social suscitado.
Por otra parte, resulta frecuente escuchar a los alumnos de los últimos años decir “espero recibirme para no tener que estudiar más”, lamento decirles que a partir de hoy jamás van a dejar de hacerlo, porque la profesión nos obliga a estar siempre actualizados y preparados para enfrentar las transformaciones que sufre constantemente el derecho.
La conquista de derechos de la cual hemos sido testigos en los últimos tiempos, obedece precisamente a esas transformaciones de las que les hablo, y de las que debemos ser activos participes, no olvidemos que cuando los vientos de cambio soplan, quienes se resisten a ellos suelen levantar muros, mientras que quienes bregan por ellos construyen molinos.
Sepan que esta Facultad hoy los despide, pero no les cierra las puertas, las que siempre estarán abiertas para que puedan retornar, aquí encontraran un sinfín de opciones de cursos de Posgrado para que puedan especializarse en la rama del derecho que ustedes deseen, podrán iniciar el trayecto hacia la obtención de un doctorado, así como también encontraran en esta casa de estudio la realización de numerosas jornadas y congresos de los que podrán participar, para quienes deseen ejercer la docencia, esta Facultad les brindará el ámbito propicio para ello.
Quisiera finalizar estas palabras con uno de los famosos mandamientos del abogado, del prestigioso jurista y profesor uruguayo Eduardo Couture, que dice así: “Ama tu profesión, trata de considerar la abogacía de manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle se haga abogado”.
Ojalá que esto mismo le suceda a cada uno de ustedes con el ser querido que les pida un consejo sobre su futuro profesional. No me queda más que decirles que los felicito por vuestro logro y les deseo lo mejor para el futuro, en nombre de la Facultad que me permitió compartir estas breves palabras, y en el mío propio.
Muchas gracias y lo mejor para todos ustedes.