Discurso pronunciado por el Dr. Leandro Vergara
Acto de colación de grado del día 11 de agosto de 2022
Buenas tardes a todos, a todas, a todas las autoridades presentes, a los señores profesores, a los graduados, a las graduadas, familiares, amigos.
Agradezco profundamente el honor de poder dirigir estas palabras, especialmente orientadas a los graduados y a las graduadas. He elegido esta palabra, o estas palabras, sus dos géneros, y no egresado porque entiendo que indican más haber accedido a un lugar especial, implica estar, en este momento, en un lugar superior, buena medida es un lugar privilegiado pues es un lugar alto, desde ahí muchas veces, desde allí arriba, las cosas se ven mejor, se ven mucho más.
Ser graduada o graduado, bueno ¡uy cuanto orgullo!, cuanta felicidad, es que miro y pienso estoy en el acto de colación, resulta que estoy aquí soy yo un graduado, estoy orgulloso, estoy feliz y veo mejor, de esta forma veo de otro modo, están, pienso en ustedes, y pienso están mis seres queridos, los que pudieron estar, los que no pudieron estar los tengo presente, mis amigos, mis profesores, todos me miran, ustedes se sienten mirados, cuanto orgullo, cuanta opción, cuantas posibilidades.
He subrayado que no los considero egresados porque saben ustedes que la Universidad es una institución a la que se ingresa, pero que al mismo tiempo da la posibilidad de permanecer, los que somos egresados, egresadas sabemos que hemos entrado bueno, para no salir más, eso lo sabemos todos, eso sucede con frecuencia bueno por los cursos, los seminarios, las especialidades, maestrías, doctorados, ámbitos privilegiados de discusión, investigación, transferencia de extensión universitaria.
Ahora bien, ¿Qué nos da este sitio estelar de ser graduado o graduada? ¿Qué sucede cuando se está en ese lugar al que califique de escalón superior? Bueno, hay muchos desde luego, para decirlo rápido hay un océano de posibilidades, tenemos una profesión, la productiva posibilidad de hacer algo honorable, establecer una forma de vida, un medio de vida, en fin, existe un sin número de desafíos, al contrario de lo que se dice con mucha recurrencia, creo que ustedes si tienen por delante un escenario efectivamente rico y maravilloso, pero no lo creo porque este influido por un vano y fútil optimismo alejado de todo realismo, el repetido dicho de que hay demasiados abogadas y abogados, contadoras y contadores, psicólogos, arquitectos, arquitectas, ingenieros, etc. ¿Es verdad o es falso?
Yo creo que no es cierto que sobren profesionales, lo que puede haber si, en todo caso, es una mala distribución de algunas profesiones. En definitiva, un deficiente reparto de las especializaciones que ofrece cada profesión, a veces no contribuye esa actitud de no querer amigarse con lo que a uno le toca vivir, o digámoslo así, en ocasiones cuesta amigarse con el contexto, también puede haber una dificultad para familiarizarse con nuevos fenómenos económicos, laborales, tecnológicos, productivos. Sin embargo me animo a afirmar lo contrario, la posibles dificultades no impiden que haya oportunidades, por que no quizás también muchas oportunidades, en realidad creo que las hay para todos aquellos graduados y graduadas que trabajan o que trabajen seriamente. Es más, estoy seguro de que hay fuertes chances para los que hacen de la capacitación una actividad continua y permanente, para los que buscan nuevos recorridos, para los que estén atentos y atentas, para los que hacen de ello, en definitiva, un estilo de vida siempre hay un lugar digno y respetable para quienes encaran un profesión con entusiasmo y vitalidad. Siempre lo hay, la actitud personal de superación les esta ofrecida a todos y a todas, queridos graduados y graduadas, cualquiera puede estar más cerca de lo que puede, todo individuo puede estar ahí en el lugar que soñó.
Como decía el poeta: “eso se logra poniéndole pies a los sueños y alas a las ideas”. Individualmente, a todos les está dado, de una o de otra manera, llegar allí a donde cada uno puede llegar. El desafío de un graduado o graduada es acortar esa brecha, hablo de su propia e intransferible brecha entre lo que les está dado o dada y a lo que pueden acercarse.
Por su parte, la Universidad también tiene su espacio y sus desafíos. Nuestro desafío es acompañarlos y acompañarlas con todo el empeño, dedicación e inteligencia para que cada graduado y graduada llegue allí a donde, efectivamente, cada uno pueda llegar. En ello les aseguro que dedicamos nuestros mejores esfuerzos, ahora bien, ¿Cómo se consigue llegar a esos lugares? Aclaremos que estamos hablando de educación, de formación, de profesionalismo, en esas materias por definición los resultados siempre suelen ser diferidos, se requiere por lo tanto una cuota de esfuerzo significativa, se trata, como siempre digo, de sostener una energía dirigida a la obtención de un resultad. La buena noticia es que hay una universidad como la nuestra que acompaña, necesita igualmente de ustedes para que todos juntos despleguemos todas nuestras posibilidades. Sepan que hay mucha gente consagrada para realizar esos objetivos, de verdad hay mucha gente.
Bueno, para terminar, hago mías las palabras de un escritor mexicano, Luis Humberto Crosthwaite, y los invito, como él dice, a proponer lo que él propone que es romper los cercos de las dificultades, y dice el escritor: “Cuando ustedes vean una, dondequiera que se encuentren, cuando estén frente a ella y sientan el poderoso llamado, no se aten a los mástiles, no cierre los ojos, no pase de largo con indiferencia, arrójense más bien, crucen, crucen, crucen, que no quede una frontera del mundo sin cruzar, crúcenlas todas que, al fin y al cabo, para eso están ahí, y si alguien les impide ese paso crucen y crucen, está todo en sus manos”.
Los felicito, mucha suerte.