Discurso pronunciado por el Abogado Marcelo Di Ciano
Acto de colación de grado del día 18 de noviembre de 2021
Silvia Nonna:
Buenas tardes, graduadas y graduados. Bienvenidos a los que están aquí por primera vez.
Es muy emocionante ver nuevamente este Salón de Actos que durante veinte meses estuvo cerrado, con tantas caras que no puedo ver sus sonrisas pero serán de alegría.
Fueron veinte meses en los que gracias al esfuerzo de estudiantes, de docentes y de nodocentes, nuestra Facultad no interrumpió las clases. Como tampoco se interrumpieron todos esos trámites que cada una y cada uno de ustedes ha hecho para obtener el título que ya tienen en sus manos y por el que en breve van a jurar.
Dentro de esos docentes dedicados, hoy les va a dirigir unas palabras el profesor Marcelo Di Ciano a quien ya le agradecemos.
Marcelo Di Ciano:
Señor Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, autoridades y docentes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, señores padres, madres, familiares, amigos invitados y amigas invitadas, estimados graduados y graduadas.
Estoy muy honrado de haber tenido la oportunidad en el día de hoy, para compartir alguna reflexión con ustedes en este día tan especial.
Hoy celebramos un logro, el de haber cumplido sus estudios universitarios de grado. Y a la vez nos enfrentamos desde este momento a la vida profesional. Como profesionales del derecho, serán embajadores de esta casa de altos estudios, de sus docentes, y de lo que aquí han aprendido a lo largo de los años de estudio.
Derecho es una carrera que tiene muchas posibilidades en el mundo laboral. Como por ejemplo en el periodismo, radio, televisión, de investigación, de economía, la educación, etc.
Hoy no será como otros años, ya que desde marzo del año 2020 estamos atravesando una pandemia derivada por la enfermedad del coronavirus 2019, por consiguiente no será jubilosa. Pero no obstante, se observa en el rostro de los familiares y amigos de los recién graduados, una mirada de afecto pero al mismo tiempo de respeto por el logro alcanzado.
Finalmente han obtenido el ansiado título universitario, ser abogados y abogadas. Han llegado a una meta. Sin embargo, no se trata de un simple acumular ideas, técnicas, producciones, etc. Si esta convergencia de tanta información, experiencia, proyectos, saberes, se ponen juntos, tendríamos un depósito, un almacén.
En la universidad esos saberes, esas ideas, se encuentran y dialogan. A veces en confrontaciones duras y difíciles. En la universidad esos saberes, esas ideas, deben gozar de un espíritu crítico. O sea, someter las ideas, novedades a un riguroso filtro. Es decir, evaluar con su propia mente los textos, las palabras, separar lo importante de lo accesorio. O sea, estamos hablando de tener un criterio propio.
Para cerrar este es un día de celebración. Tanto para los graduados y graduadas, como también para quienes aquellos los han apoyado y han contribuido al proceso educativo.
Mis sinceras felicitaciones y los deseos de que tengan una larga y exitosa vida profesional.
Adelante
graduados y graduadas!