Discurso pronunciado por la Dra. Ángela Ledesma
Acto de colación de grado del día 16 de noviembre de 2018
Buenos días señor vicedecano, señora secretaria académica, señores profesores, egresados, famliares, amigos, público en general.
Agredezco al señor decano de esta Facultad su generosidad al invitarme a pronunciar una serie de palabras que sin lugar a dudas constituyen un inmenso un honor en tan importante acontecimiento.
Esta es una fiesta no sólo de los egresados y sus familiares, que seguramente han dado mucho de sí y apostado a este momento. Pero también una fiesta para la propia Facultad que se enorgullece en el logro y en particular una alegría para nosotros los docentes de esta casa que hemos compartido las aulas con ustedes e intentado cuando pudimos orientar sus búsquedas.
Pero no menos trascendente este acto para la sociedad que los recibe desde hoy con un diploma que habilita para el ejercicio profesional. Un diploma al que la misma sociedad aportó a través de la universidad pública y gratuita. Universidad a la que apostaron generaciones anteriores como instrumento de desarrollo y crecimiento democrático. Porque la democracia se vive, se consolida, y se construye con la tarea diaria de todos y de cada uno de nosotros. Y en este centenario de la Reforma Universitaria hay que destacar que la universidad aporta al desarrollo social, al posibilitar el acceso igualitario en el que seguramente muchos de nosotros no hubiéramos tenido la posibilidad de acceder a la universidad.
Son diversos los modos como podemos despedirlos al concluir en forma satisfactoria una carrera universitaria y recibirlos para darles la bienvenida en una nueva etapa en su vida. Para ingresar a otro sendero en el laberinto de nuestro tiempo. He pensado hacerlo desde mi experiencia personal, desde el significado que tiene para mí esta casa. Porque si algo que les deseo, aunque los tiempos sean distintos, es que tengan las mismas oportunidades que he tenido en estos casi cuarenta y tres años de abogada.
La Facultad me abrió sus puertas a un mundo interesado, y con ustedes sucederá lo mismo. La mayoría de nosotros ha iniciado estudios universitarios cargados de ilusiones y sueños. Muchos de ellos se han cumplido, otros tantos quedaron en el camino pero celebro las realizaciones que en la síntesis del tiempo vivido fueron muchas. No sé si puedo medir con palabras del modo más simple posible lo que siento en este momento, donde revivo no sólo la entrega del título de abogada, sino también el ingreso a la carrera docente. Los años de ejercicio profesional casi equivalentes entre la abogacía y la judicatura. Revivo además el sueño que depositamos a diario los docentes en cada uno de ustedes. Y verlos profesionales y comprometidos con la defensa de las libertades individuales.
También para vosotros seguirán abiertas las puertas de la Facultad. Para recibirlos en el Centro de Graduados, en las distintas Carreras de Posgrado y si lo desearen, en la propia Carrera Docente. Pero si de algo puedo dar testimonio, en este día, es que ningún … de lo individual y el facilismo se profesa trabajando y por derecha, las cosas también se consiguen. Obvio unas veces es más difícil pero llega. Hay que tener convicciones y sostenerlas. Hay que procurar ser consecuente, estudiar y trabajar todos los días. No se trata de una cuestión de suerte.
Sepan también que aquí como les fue dada esta oportunidad que sin lugar a dudas supieron aprovechar, la sociedad que es parte de este proceso los recibe en este acto como profesionales y espera respuestas del que se capacitó para ello. Es decir, ahora tienen responsabilidades que exceden lo familiar e individual. Hoy no sólo los aplaudimos por el camino recorrido, el esfuerzo para concluir esta etapa, sino que también les damos la bienvenida a una vida profesional llena de esperanzas y expectativas en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Mientras opten por el ejercicio profesional, adquieran destrezas y habilidades para la praxis. Probablemente se dediquen a la investigación y lleguen a ser grandes juristas. Ocupen cargos relevantes de honor, pero desde un lugar o desde otro, serán ciudadanos que tomarán decisiones trascendentes para la consolidación de las instituciones de los valores democráticos, como expresaba Ortega y Gasset los profesionales deben ser capaces de vivir e influir vitalmente según la altura de los tiempos.
El desafío reitero, es procurar una sociedad más justa e igualitaria y respetuosa de los derechos humanos que posibilite el acceso a una vida digna, donde las necesidades básicas del hombre común puedan ser satisfechas. Allí el rol de abogado es central, no sólo en la defensa de los derechos individuales, sino también del interés colectivo. El derecho al medio ambiente, a la salud, a la educación, los derechos sociales en general.
En los tiempos que corren hay un camino por delante. Tenemos serias deudas pendientes. Los índices de marginalidad, de pobreza, la falta de transparencia institucional, la corrupción enquistada en las instituciones e impunidad que genera la incapacidad operativa que hasta ahora tienen algunos de los órganos de investigación que deben enfrentarla. Apostamos entonces a que con la consagración normativa de generaciones de derechos, se hagan estos derechos realidad palpable.
Para ello los exhorto a seguir estudiando porque los conocimientos nos dan independencia para el ejercicio profesional ético y para decidir como jueces. Recordando a Couture: “ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana. En la justicia, como destino normal del derecho. En la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia. Y sobre todo ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho ni justicia ni paz”. Octavo mandamiento.
Finalmente deseo felicitarlos por el logro. Desearles un camino pleno de realizaciones personales y profesionales. Espero que el orgullo de haber egresado de nuestra Universidad, los acompañe, les de la fe necesaria para luchar por una sociedad donde se priorice la libertad y el pleno respeto de los derechos. Me refiero a la plena vigencia del estado democrático y republicano de derecho y ante la concreción diaria de los derechos humanos.
Que sean ustedes testigos de los cambios y progresos anhelados. En nombre mío y de la Facultad otra vez felicitaciones y muy buen inicio.