Discurso pronunciado por el Dr. Sandro Olaza Pallero
Acto de colación de grado del día 7 de septiembre de 2018
Buenas tardes, señor Vicedecano, señora Secretaria Académica, señor Secretario General de la UBA, señores profesores, distinguidos colegas, señores estudiantes, público en general, estamos presentes acá en la entrega de los títulos con las ansias de este esfuerzo que han hecho durante varios años, yo por otra parte estoy emocionado porque es la primera vez que hablo como docente en esta entrega de títulos.
Para mí es un orgullo estar con ustedes, muchos fueron alumnos míos y quiero resaltar en estas breves palabras que voy a decir, el orgullo que significa para mí y para muchos de ustedes ser alumnos de la Universidad de Buenos Aires, cercanos a cumplir el bicentenario dentro de tres años. Y ya en este año cumpliendo el centenario de la Reforma Universitaria de 1918, principios que a nosotros estamos defendiendo y defenderemos por ser esta una universidad inclusiva, de excelencia académica a nivel mundial. Prueba de ello lo dan personas que han sido presidentes de nuestro país, que figuran en el listado que está acá en nuestra casa, un premio Nobel, estadistas, científicos, políticos, dirigentes.
Entonces, esto me hace acordar incluso algunos otros egresados que han descollado y que han sido reformistas también en el siglo XIX, en el siglo XX. Y empezamos por algunos, ¿no? Leandro Alem, que siendo diputado en 1873, hace una reforma fundamental en la enseñanza, que es finalizar con la Academia Histórico-Practica de Jurisprudencia creada en 1815 y que hasta entonces pedía, entre otros requisitos, dos certificados de moralidad. Cosa que incluso él sufrió como estudiante. Y nos hace acordar también de ese movimiento llamado 13 de diciembre, de 1871. Motivado por el suicidio de un estudiante llamado Roberto Sánchez porque fue reprobado de una mesa examinadora. Encabezando ese movimiento estudiantil, Estanislao Zeballos, estudiante de Derecho y un estudiante de medicina, ven cómo actúan en forma mancomunada estudiantes de derecho, de medicina. Y esto me hace acordar el presente también, que nosotros tenemos que actuar juntos para defender la educación pública y estos principios reformistas que han defendido otros estudiantes en la historia argentina, y profesores también.
Y recordemos acá a Gabriel del Mazo, a Saúl Taborda, Teodoro Roca, Homero Manzi, Arturo Jauretche, Carlos Cossio, todos los estudiantes reformistas de la década del veinte, del treinta, del cuarenta, del cincuenta, que han luchado por los principios reformistas, gracias a los cuales seguimos todavía nosotros acá en la enseñanza, en el intercambio de ideas que nos permite esta casa, porque no tenemos censura, acá tenemos libertad de pensamiento, a diferencia de otros establecimientos. Por eso, bueno, y terminando ya para no aburrirlos, llamo a todos, docentes, alumnos y no docentes y público en general, y pueblo en general que sigan defendiendo estos principios de la Reforma de 1918.
Muchísimas gracias.