Discurso pronunciado por el Dr. Alberto Edgardo Barbieri
Acto de colación de grado del día 16 de junio de 2017
Buenas tardes a todos, señora decana Mónica Pinto, autoridades de la Facultad, docentes, queridos egresados, señoras y señores.
Como rector de la Universidad de Buenos Aires realmente es un momento de mucha emoción, cada vez que me toca estar presente en una ceremonia de colación de grados, hoy es un día muy especial para todos, sobre todo para los que van a recibir su título.
Hoy egresan de esta Universidad en este día tan especial el cuál no es solo para ustedes, sino también para todos aquellos que a lo largo de estos años los han acompañado con la palabra justa, con el silencio oportuno cada vez que ustedes lo necesitaron y por eso en nombre de la Universidad de Buenos Aires también va la felicitación y que disfruten este día a los padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, tías, hermanos, hermanas, algunos novios y maridos e hijos que veo por ahí, y me parece que realmente es algo para festejar en familia, los han acompañado y los seguirán acompañando a lo largo de su vida.
Hoy egresan de esta universidad pública, laica, autónoma, gratuita y cogobernada, universidad que es un ejemplo del trabajo silencioso que día a día dan miles de docentes, investigadores, no docentes y del esfuerzo de una juventud que año a año nos elige para esforzarse, para capacitarse y para desarrollarse en un futuro mejor; esta universidad que es una universidad reconocida internacionalmente por la calidad de sus egresados, por la calidad de sus docentes, por la calidad de sus investigadores, universidad que se puede dar el lujo de como muy pocas de tener muchos galardonados entre sus docentes investigadores y entre ellos varios premios nobel; universidad que se forja con el esfuerzo y el sacrificio de todo el pueblo argentino, por eso es muy importante recordar en este momento que egresan que los que tuvimos la suerte de estudiar y egresar en esta universidad tenemos un deber de honor con todo el pueblo de nuestra patria porque no todos nuestros hermanos argentinos pueden tener la oportunidad de estudiar en una universidad de tanta excelencia.
Hoy todavía necesitamos que la inclusión sea cada vez más abarcativa y tal vez ustedes, las nuevas generaciones logren esto que todavía no hemos logrado a lo largo de nuestros años de existencia como patria; esta universidad que les ha dado los mejores conocimientos científicos, profesionales, técnicos pero sobre todo les ha dado una posibilidad única, la posibilidad de estar en las diferentes cátedras con una pluralidad de idea, de pensamiento, con una libertad de cátedra que les ha creado en ustedes un pensamiento crítico y una posibilidad de aplicarlo en cualquiera de las ramas de la profesión en donde se vayan a desarrollar.
Yo siempre les digo para no ser tan ceremonioso en este momento, aquellos que están egresando se hagan una pregunta, que recuerden el primer día que entraron a la Universidad de Buenos Aires, ese día seguramente venían de alguna escuela secundaria, de diferentes orígenes en donde sabían quiénes eran, hasta lo conocían por su sobrenombre y entraban a esta mega organización en donde no sabían muy bien cómo desenvolverse, al que le preguntaban algo seguramente no le contestaban lo que ustedes querían, y cuando aprenden a saber a cómo manejarse acá adentro, a quién preguntarle y demás es el momento en el que egresan, esta todo fríamente calculado.
La verdad es que uno de los rasgos característicos que tenemos en esta universidad es que lo único que se pide es que, cuando se transita por sus aulas es su número de documento y sus conocimientos, no importa de qué origen sea, no importa su apellido, no importa su patrimonio, no importa a quien conozcan, este es el primer signo distintivo de la Universidad de Buenos Aires que los ha formado y los forjó para desarrollarse en un mundo que los está esperando y que seguramente, miren al lado suyo, miren quien es el compañero o la compañera que tienen al lado, porque dentro de 25 o 30 años cuando se encuentren ahí va a estar el próximo Juez o Jueza de la Corte Suprema, la próxima decana, la próxima rectora, el próximo ministro de Justicia, esa es la Universidad de Buenos Aires; por lo tanto estamos orgullosos de lo que generación tras generación formamos en nuestra universidad y sin falsa modestia y sobretodo con los últimos premios que venimos obteniendo y distinciones día a día, cada vez figurando mejor sin falsa modestia y me puedo dar el lujo de decirlo por ser el rector de la universidad, somos los mejores, somos los mejores porque no sólo en nuestro conocimiento, sino por el compromiso con nuestro pueblo, con nuestra sociedad, desde cualquier tipo de ideología.
Así que los insto a seguir por este camino, los insto a seguir siendo esta juventud que se esfuerza, que es un ejemplo para todo el pueblo argentino, no dejen nunca de seguir trabajando y estudiando y muchas, muchísimas felicitaciones.