Discurso pronunciado por el Dr. Sergio Gabriel Torres
Acto de colación de grado del día 28 de agosto de 2015
Señora secretaria académica, señor secretario técnico, autoridades de la facultad, señores profesores, graduados, familiares y amigos.
En primer lugar, agradezco profundamente a la señora decana, el honor de poder dirigirles estas breves palabras, en esta ceremonia de graduación. Este es un día muy importante para ustedes, después de un largo y esforzado camino, reciben su título; también lo es para vuestras familias y amigos, quienes los han acompañado en estos años, tanto en los momentos buenos, como en los otros. Hoy dejan de ser estudiantes para convertirse, a partir de este acto, en verdaderos profesionales, y lo que es más interesante de ello es que lo serán de una de las profesiones más valiosas y nobles que se pueden ejercer.
Es así, que desde los distintos ámbitos en los que les toque actuar, sea en la Magistratura, en el Ministerio Publico Fiscal, en el Ministerio Público de la defensa, en el libre ejercicio de la profesión, incluso como profesores universitarios, abogarán, no sólo por sus derechos, sino que fundamentalmente, por los derechos de los otros y créanme, allí afuera hay muchos derechos por los cuales reclamar, muchas garantías que proteger, muchas necesidades que atender y diversidades que cuidar. Muchas exclusiones e injusticias que combatir, personas que necesitarán de su consejo, contención, humanidad, asesoramiento y ciencia.
Esta Facultad, que se enorgullece de ser libre, pública y gratuita, hoy está de fiesta. Me permitió, y a ustedes también, la oportunidad de formarme, de crecer como persona, de aprender valores y herramientas para ejercer los reclamos necesarios en pos de lograr justicia donde no la hay. En definitiva, me formó como profesional, para garantizar y exigir el fiel cumplimiento de la ley. Esto me lleva a reflexionar, en la importancia de la educación pública de calidad, como igualadora de oportunidades. Corresponde destacar, que si bien es gratuita para los alumnos, ello significa una gran erogación para la comunidad que la sostiene, también, a través de las personas que no han podido estudiar y que sin embargo contribuyen, permiten y facilitan que otros puedan hacerlo.
Para retribuir a esta forzada sociedad la oportunidad que nos dio, los invito a dejar lo mejor de ustedes, porque necesitamos la responsabilidad de las personas íntegras, las personas de bien. Ese debe ser el compromiso ineludible para ustedes. Ténganlo presente en todo momento al ejercer su profesión. La realidad de estos tiempos que corren es sumamente compleja, con normas, leyes y códigos que cambian y se modifican permanentemente. El derecho está en constante evolución.
Seguramente, van a tener que enfrentar innumerables dudas, crisis y situaciones difíciles pero no deben preocuparse, la formación que recibieron en estas aulas, les dio las herramientas necesarias para estar a la altura de las circunstancias que les tocará vivir, enfrentarlas y dejarlas atrás. Depende de ustedes marcar la diferencia. Aquí han recibido una formación académica completa, asistiendo a clases, cursos, congresos y seminarios.
Ahora comienza una etapa, en la cual el aprendizaje lo marcará el trabajo, el sacrificio, la dedicación y el esfuerzo que ustedes realicen. Al igual que ustedes, deseo vivir en este hermoso país y lograr con el aporte de cada uno de nosotros, una sociedad mejor donde vivir y desarrollarnos. Estoy convencido que lo mejor siempre nos espera. Actúen con libertad, háganlo con voluntad, pasión y desempeño ético. La sociedad se merece el mejor profesional que puedan ser y eso se construye cada día. No me cabe ninguna duda que lograran triunfar, fruto del esfuerzo que han realizado, porque esta profesión es hermosa y vale la pena ejercerla. Les deseo el mayor de los éxitos.
Muchas gracias.