Discurso pronunciado por la Dra. Marta Vigevano
Acto de colación de grado del día 10 de julio de 2015
Tengan ustedes muy buenas tardes, autoridades de la Facultad de Derecho, a los profesores y profesoras aquí presentes, a los egresados y egresadas, a los familiares y amigos que se han congregado en este especial momento.
Hace años atrás, no muchos, tuvieron que elegir una carrera y una universidad, y eligieron la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Creo que todos sentimos un gran orgullo de pertenecer a esta institución educativa. Para muchos de ustedes ha sido un desafío transitar este camino de formación durante el cual se habrán encontrado con escollos, desilusiones, y sin embargo llegaron a la meta deseada y hoy están aquí.
Ustedes son una nueva generación de graduados, que se prepara para los acontecimientos futuros que están más allá del horizonte con los cimientos, con las bases que les ha brindado esta Facultad. Son ustedes los que ejerciendo la docencia, la magistratura, la investigación, el ejercicio liberal de la profesión, las responsabilidades de gestión política se van a transformar en maestros, maestros que enseñen a sus discípulos a pasar por el tamiz las ideas y no aceptar convicciones por la simple autoridad. La peor ignorancia es creer que se está firme de manera absoluta sobre la verdad. El pensamiento crítico, contestatario, la duda, son los principales legados junto a los conocimientos específicos que esta Facultad les ha inculcado y que realmente deseo les sirvan como instrumentos de su desarrollo profesional y personal.
Yo siempre les digo a mis alumnos, cuando doy clase, que el derecho sigue siendo el principal sistema ordenador de las sociedades nacionales y de la sociedad internacional. No pasen sobre él, no lo dejen de lado, caminen junto a él, y frente al hecho de la violación de las obligaciones que establece el derecho, conviértanse en severos críticos y asuman la responsabilidad por ser conocedores y especialistas en este tema de exigir su cumplimiento, de garantizar su cumplimiento desde el lugar en donde se encuentren, en la academia, en un estudio jurídico, en la función pública nacional o internacional, en una empresa privada, en cualquier lugar que se encuentren.
Decía el famoso jurista que algunos de ustedes recordaran, Rudolf Von Ihering, cuando dictaba sus cursos en la Universidad de Viena: “El derecho que no lucha contra la injusticia, se niega a sí mismo”. Por ello y para seguir recorriendo el camino que iniciaron años atrás, ustedes asumen un compromiso con el futuro, para lograr un país de pensamientos diversos, de respeto por las diferencias, de desarrollo que incluya a todos, de respeto de los Derechos Humanos, de no permanecer indiferente ante las necesidades de los que nos rodean.
El partir hoy de este recinto con el diploma en la mano les va a permitir, entre otras posibilidades, seguir formándose en instancias superiores, y sepan que esta Facultad y sus profesores van a tener mucho gusto y orgullo de recibirlos, esta vez en calidad de egresados para volver a transitar como años atrás juntos el camino de la formación académica y personal.
Muchos éxitos, muchas gracias a todos y mis felicitaciones.