Discurso pronunciado por la Dra. Luciana Beatriz Scotti
Acto de colación de grado del día 5 de octubre de 2012
Muy buenas tardes a todos los que nos acompañan en este acto. Es un placer para mi poder dedicar unas breves palabras a nuestros egresados, a sus familias y amigos que hoy están presentes para festejar un momento tan emotivo como la entrega del título que durante tantos años han ansiado. Mi mayor agradecimiento por este honor.
Esta facultad albergó seguramente muchas horas de estudio, múltiples experiencias, genuinos ideales, lindos momentos y también algún que otro sinsabor pasajero. El diploma que hoy reciben representa el fin de esta etapa y el inicio de una nueva en una larga carrera que tienen por delante. Están ante un camino que empiezan a recorrer y que los puede llevar por distintos senderos. Serán jueces, integraran el Poder Ejecutivo o Legislativo, serán asesores de organismos públicos, de organizaciones no gubernamentales o de empresas, serán diplomáticos y nos representarán en el mundo, trabajarán en un estudio jurídico o tendrán el propio, serán profesores, serán investigadores.
Seguramente algunos ya sepan el rumbo que quieren emprender, otros quizás aún no. Muchos van a cumplir con el recorrido que los llevó a estudiar esta carrera, otros lo cambiarán en el andar. Algunos no podrán cumplir todos sus anhelos, esta es una realidad de la que en mayor o menor medida todos somos concientes. Sin embargo, es importante que asuman el privilegio que tienen, no cualquiera, lamentablemente, por múltiples motivos puede realizar con éxito una carrera universitaria y alcanzar un título de grado. Ustedes son seres privilegiados, no lo duden.
Honren ese privilegio y abrasen con responsabilidad y sincero compromiso esta profesión, dignifiquen esta profesión, construyan una sociedad más justa y más plural, respetuosa de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la democracia, del estado de derecho. Nunca se van a arrepentir si, en el sendero que les toque o elijan transitar, se dejan guiar por esa brújula si persiguen esa convicción. Contraigan este compromiso, acepten ese desafío con esta facultad, con la sociedad y sobre todo con y por ustedes mismos.
Esta casa tendrá siempre las puertas abiertas para que se queden, para que regresen a estudiar, a profundizar y actualizar conocimientos en el departamento de posgrado que les ofrece tan variadas propuestas, para hacer cursos de extensión, para asistir a charlas, jornadas, conferencias, talleres o seminarios, para ejercer la docencia y también para investigar. Los invitamos a seguir apostando y enalteciendo a esta querida universidad pública, autónoma, gratuita, laica, plural que todos y cada uno de nosotros contribuye a sostener.
Mis más sinceras felicitaciones por este logro, disfruten este momento y recobren desde ahora las fuerzas necesarias para emprender este nuevo camino, que no será fácil pero cuentan con las herramientas necesarias que confío les hayamos brindado, con el apoyo de sus seres queridos que hoy mismo los están acompañando y de esta facultad que seguirá siendo su casa, y en la que podrán encontrar respuestas a las innumerables y complejas inquietudes que se les pueden presentar en el ejercicio de la profesión en sus múltiples facéticas incumbencias, en sus posgrados, en sus profesores, en su basta biblioteca, en sus publicaciones podrán encontrar las pistas para abrirse paso.
En suma, ansío que esta facultad no haya sido en sus vidas un mero lugar de tránsito, por el contrario que sea un lugar de encuentro permanente. Les deseo el mayor de los éxitos profesionales, una dosis de suerte y en especial, una vida plena de felicidad.
Muchas gracias.