Discurso pronunciado por el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni
Acto de colación de grado del día 3 de diciembre de 2010
Disculpen que inicie en este tono optimista, pero estoy seguro que este día para ustedes va a ser un día memorable. Hace muchos años, no digo cuantos para no denotar la ancianidad del producto, también me dieron el diploma en esta aula. Por experiencia propia les digo que es un día memorable. Por mas que después podamos tener armarios llenos de diplomas, este el de abogado es el que no se nos borra mas de nuestra memoria.
A partir de este momento se les abre un abanico de posibilidades, sé que muchos de ustedes sentirán temores, sentirán angustias, sentirán algunos miedos sobre perspectivas laborales, decisiones a tomar, que marcaran por cierto el resto de su futuro profesional. Las tuvimos todos, las tuvimos todos y las hemos ido superando. Si tuviera que darles un consejo, los consejos son gratis, les diría que aprovechen estos años que tienen los que no tienen grandes compromisos personales para seguir estudiando, estudien.
Les toca un mundo complejo, un mundo en el que hay que prepararse, un mundo en el que pueden especializarse, pueden estudiar lenguas, pueden viajar, no desaprovechen esas oportunidades. Después la vida se complica, no solo por cuestiones familiares, sino que se complica por las mismas razones profesionales. Cuando uno tiene que optar por estudiar un expediente del cual pude depender la vida o gran parte de la vida de una persona o leer la fenomenología de Hegel, es una decisión difícil. Mientras no tengan esas disyuntivas aprovechen. Aprovechen el tiempo, aprovechen a profundizar los principios del derecho y no tanto las cuestiones técnicas, especificas, estas también les va a tocar estudiarlas porque son importantes pero en el mundo en que vivimos, en el mundo en que les va a tocar actuar a ustedes, la legislación y la jurisprudencia van a cambiar de una forma muy acelerada y para poder estar al día lo que necesitan es la estructura mental jurídica, la lógica jurídica, la filosofía de los principios. Lo demás se aprende, pero esto requiere meditación, dedicación, trabajo. Requiere de un trabajo, requiere de un trabajo que cada día se vuelve mas complicado, hoy ya el derecho no es una mera subsunción, tengo un hecho y haber donde lo subsungo, eso era en el siglo XIX, en el siglo XX las cosas cambiaron y en el XIX las cosas van a cambiar más.
Constantemente estamos resolviendo cosas que no tenemos donde subsumirlas y que tenemos que resolver conflictos conformes a problemas de equidad, a reglas de justicia sin tener el modelo legal para resolverlo. Creo que ustedes tendrán una existencia institucionalmente un poco más regular y ordenada que la nuestra. La experiencia nuestra es la experiencia de violencia con golpes de estado, de autoritarismo, de prepotencia, de irracionalidad. Por supuesto, ustedes en su mayoría no lo han vivido, pero aunque no lo hallan vivido no lo olviden. Si bien es cierto que con la democracia no se come, con dictadura tampoco se come y además se muere. No olviden lo pasado, para de esa manera poder defender mejor lo que hemos conseguido y poder perfeccionarlo. En otro sentido, es cierto que les va a tocar un mundo más complejo.
El siglo XX que dejamos atrás fue un siglo de tremendas catástrofes, cataclismos, masacres, un siglo muy duro, no han terminado, hoy la seguimos teniendo por ejemplo en Sudan, es decir, cuidado que en este siglo nuestro, bueno digo nuestro aunque ya creo que algunos hemos pasado la mayor parte de nuestras vidas en el anterior, pero bueno estamos en este y ya recorrimos una década. Creo que este va a ser bastante mas complicado. Tenemos continentes olvidado, tenemos tremendas diferencias sociales económicas culturales entre países, entre regiones, entre personas, tenemos que incorporar practicas de comunicación intergrupal, tenemos que incorporar practicas de solución de conflictos, de soluciones eficaces de conflicto. De otro modo, si continuamos con la violencia del siglo pasado, las consecuencias en este siglo debido al avance tecnológico de la técnica de destrucción pueden ser mucho mayores que la del siglo pasado.
Les va a incumbir a ustedes perfeccionar el derecho internacional, las distintas ramas del derecho, para encontrar las mejores formas de convivencia y coexistencia racional. Para eso, van a tener que vivir un derecho muy dinámico, para eso van a tener que abusar de la creatividad. Parece un poco raro hablar de creatividad en derecho, pero si, cuando es indispensable dar soluciones eficaces a los conflictos no queda otra solución que ser creativo. Pero les decía que estudien, pero con el derecho solo no alcanza, tengan cuidado con eso. Toda especialización es importante y hay que hacerla, pero cuidado que toda especialización es algo que nos va entrenando para conocer muy bien algo y al mismo tiempo nos va entrenando para no ver el resto. Cuidado, cuando les digo estudien, también les digo lean, con el derecho no alcanza, hay que meterse en las ciencias sociales, hay que meterse en la economía, hay que meterse en la política, hay que meterse en la historia. También en el arte y la literatura. En una palabra hay meterse en la cultura y en lo que nos enseñan otras disciplinas. Cuidado con manejarnos en un mundo de lógica normativa y de lógica pura, cuidado en convertir a la lógica jurídica en ontología jurídica. Esto desgraciadamente cuando pasa nos lleva a una irracionalidad en la cual se puede dar la paradoja que el derecho deje de ser derecho.
Cuando nos olvidamos de que el derecho tiene que regular datos del mundo real y conflictos que se dan en el mundo real y nos manejamos en el campo del deber ser normativo, nos estamos olvidado del ser que es el mundo. Es cierto que del ser del mundo no sale él deber ser, él deber ser sale de valores y de decisiones políticas. Pero esos valores y ese deber ser si es que debe ser es por que todavía no es. Pero debe poder ser y ese dato de lo que puede ser si es un dato del mundo, es un dato del ámbito del ser. Si bien él deber ser no sale del ser, el ser lo imita. Una norma que nunca puede llegar a ser no es derecho, es un disparate. Tengamos cuidado con eso por que el siglo pasado también como resultado de la normativización se llegó al disparate de pasar por encima de millones de muertos sin verlos, se llegó al disparate de pasar por encima de cadáveres que ni siquiera decían que estaban muertos.
En fin, creo que este día, este día memorable, van a salir de esta aula con su diploma a partir de ahora serán abogados, algunos ejercerán función publica otros judiciales, otros ejercerán la profesión. A los que ejerzan la profesión, les ruego por favor, estudien, estudien cada caso. Actúen con responsabilidad, por cierto que hay que tener responsabilidades en todas las actividades, pero en la actividad del abogado especialmente. El cliente es la persona que se confía en uno, que esta confiando su patrimonio y libertad, su honor, cuidado, tengan en cuenta siempre que lo que tienen entre manos es muy delicado. Y si no saben pregunten, pregunten que siempre van a encontrar alguien generoso que les va a informar.
Bien, supongo que estas palabras formalmente son las palabras que configurarían un discurso de despedida, pero no creo que sea una despedida, creo que simplemente son las palabras que cierran una etapa, anuncian la apertura de otras. Esta Facultad de Derecho y esta Universidad de Buenos Aires nacional, laica y gratuita, sigue y seguirá siendo siempre la casa de ustedes. Acá van a tener postgrados, acá van a tener posibilidades de seguir ampliando sus conocimientos, la universidad y la Facultad de Derecho no los despiden, simplemente la universidad y la Facultad de Derecho les dicen no se vayan.
Gracias.