Discurso pronunciado por el Dr. Ricardo Xavier Basaldúa
Acto de colación de grado del día 20 de mayo de 2010
Señor Vicedecano, Dr. Alberto Bueres, Sra. Secretaria Académica, Dra. Silvia Nonna, demás autoridades de la Facultad, señores profesores, señores egresados, familiares y amigos, señoras y señores.
Agradezco el honor que se me ha conferido de pronunciar el discurso de colación de grados, en esta Facultad querida, de la cual he egresado hace muchos años y donde, en estos mismos estrados, se me ha entregado el título de abogado.
En este acto solemne celebramos la finalización de los estudios de grado de los flamantes abogados y profesores para la enseñanza media y superior en ciencias jurídicas, aquí presentes, que se corona con la entrega de los respectivos diplomas.
Es un título de la Universidad de Buenos Aires, por lo que tiene un significado y un valor muy especial, pues es otorgado por una institución prestigiosa y ampliamente conocida y reconocida en todo el mundo jurídico, y que dentro de once años cumplirá también sus doscientos años de vida.
Se trata de una Universidad pública, abierta, gratuita, pluralista y democrática.
Esta oportunidad es un momento propicio para que los graduados reflexionen sobre lo hecho y sobre lo que han de hacer en el futuro.
Mirando hacia atrás, recordar el arduo camino recorrido, con los sacrificios que impone el estudio de las diversas y numerosas materias de la carrera. Congratularse, entonces, por haber alcanzado el objetivo perseguido, superando las dificultades que siempre se presentan.
También es un buen momento para demostrar agradecimiento a todas aquellas personas que los acompañaron, los ayudaron y los alentaron a lo largo de sus estudios, sean familiares, compañeros o amigos.
Asimismo, también cabe el agradecimiento a la Universidad gratuita y pluralista, que los preparó para la convivencia y la vida en democracia.
En ella debemos haber aprendido la importancia de luchar por el derecho y el afianzamiento de la justicia. Nuestro país tiene hambre de justicia.
Mirando hacia el futuro, se les presentan los desafíos del mundo en que nos toca vivir, un mundo en constante cambio, como consecuencia de la revolución de los transportes y de las comunicaciones, de la informática, que son expresiones de la denominada globalización.
El Derecho debe adaptarse a las nuevas realidades y se suceden entonces las modificaciones de la legislación. También existe una globalización jurídica, que lleva a un avance del Derecho internacional sobre los ordenamientos nacionales y el consiguiente recorte de la soberanía de los Estados, con los fenómenos de la interdependencia, la uniformización y la cooperación internacional para hacer frente a problemas que exceden la órbita de los Estados. Muchos de estos problemas requieren nuevos abordajes jurídicos.
A los recién graduados se les presenta el desafío de elegir cómo continuar el camino emprendido. Los campos de actuación que se les brindan a los abogados son muchos. En el ámbito del Poder Legislativo, contribuyendo a la elaboración de las leyes. En la esfera del Poder Ejecutivo, contribuyendo a la debida ejecución de esas normas y a la acción del gobierno en el marco de la legalidad. En el ámbito del Poder Judicial, interpretando y realizando el derecho, atendiendo a las circunstancias del caso, es decir aplicando con equidad las normas generales, que es la forma de administrar justicia.
El ejercicio libre de la profesión también nos plantea la decisión de elegir entre las ramas del Derecho en que ejerceremos la profesión.
Es importante descubrir nuestra verdadera vocación, escuchar la voz interior, y esforzarnos en la concreción de nuestro destino y realización personal. Recuerden la máxima sanmartiniana “Serás lo que debas ser o no serás nada”.
En consecuencia, frente a las distintas opciones que les brinde la profesión, es aconsejable no violentar nuestra propia naturaleza por consideraciones puramente económicas.
Me animo a darles otro consejo. No se alejen de la Facultad. Esta Casa de Altos Estudios también es su casa.
Hay, manifiestamente, dos formas de permanecer en ella.
Primero participando de los cursos de posgrado, de especialización y de actualización. El mundo cambiante nos impone también una actualización continua.
Además, mediante la Carrera docente, donde pueden volcar generosamente sus conocimientos, así como la experiencia adquirida y, además, sistematizar y actualizar dichos conocimientos.
En cualquier caso, sea cual fuere la actividad que decidan desarrollar, han de actuar con ética profesional.
Perseguir la aplicación de las normas con equidad, es decir contemplando todas las circunstancias que rodean al caso, y contribuir positivamente a la justa solución de los conflictos de intereses.
Defender la libertad, la Constitución Nacional, las leyes y las instituciones.
Pero adviertan que la libertad sin ley, no es más que un engaño. Recuerden la enseñanza de Lacordaire: “entre el fuerte y el débil, es la libertad la que oprime y la ley la que libera”.
Nuestra garantía son las leyes y las instituciones. Luchen por ellas y, en su caso, busquen su perfección.
Mis felicitaciones a todos los graduados.
Muchas gracias.