Discurso pronunciado por el Dr. Fernando Estanislao Bougain
Acto de colación de grado del día 3 de diciembre de 2009
Buen día a todos. Momento de fiesta, un momento de celebración, un momento de gloria para todos los presentes que estamos reunidos en un acto solemne, en un acto que tiene su forma porque están por recibir un diploma por el que tanto tiempo han trabajado, por el que tanto esfuerzo han hecho, por el que tanto empeño han puesto.
Pero estamos también en un acto familiar. En un acto en el que los acompañan sus familias históricas y la familia presente, porque esta casa es la casa de ustedes. Están egresando de su casa, en la que han pasado todos estos años, y están presentes sus compañeros, el cuerpo docente, las autoridades que los despiden hoy y que les van a entregar ese diploma tan soñado y que ustedes tanto han querido.
Y van ahora en busca de su futuro, van ahora en búsqueda de lo que van a hacer el resto de la vida; enfrentan esta búsqueda en un momento particularmente difícil, en un momento de incertidumbres, en un momento de falta de certezas de cómo se va a desarrollar el devenir. Aquí han sido entrenados, han aprendido, han compartido con todos nosotros la filosofía de enfrentar esta realidad con decisión, con determinación, con más esfuerzo, con más empeño y con más ganas de seguir progresando, de seguir haciendo más cosas.
Yo siempre recordé en tiempo presente las palabras de un querido profesor felizmente presente hoy aquí, el Prof. Sandler, que siempre recordaba las palabras de un profesor suyo, que era Don Arturo Orgaz. Sandler siempre recordaba que “la abogacía puede ser la más noble de las profesiones, o el más vil de los oficios”. Yo quiero apelar a todos ustedes en un momento particularmente difícil para el país, para la nación, para la comunidad nuestra general, que ustedes tienen un rol que cumplir en la sociedad. En el ámbito de actividad que les toque. Aquí está presente, como lo ha estado en los últimos cien años de nuestra historia, la futura clase dirigente del país. Entre ustedes están los futuros líderes del país, están las personas que van a construir nuestro futuro. Y también entre ustedes están las personas que van a tener un desempeño más modesto en lo público, pero no por ello menos modesto en la trascendencia de lo que tienen que hacer. Todos ustedes, estoy seguro, van a poder colaborar con la pacificación, con la cordialidad, con el entendimiento, con el diálogo, que son palabras que debieran fluir naturalmente, y que tristemente en las épocas que nos toca vivir están bastante devaluadas. Yo estoy seguro que ustedes van a estar a la altura estas circunstancias. Ustedes van a ser parte central de la reconstrucción de un país que necesita de todos. Como decía Saint Exupéry “el hombre se mide con la altura del obstáculo”, yo estoy seguro que ustedes van a estar a la altura de ese obstáculo.
Es momento también de hacer un balance de un período de ocho años de administración de un decanato que empezó en el año 2002 y que terminará en marzo del año próximo. Un decanato muy activo que ha enfrentado dificultades importantes y que ha sabido resolver todas estas dificultades con empeño, con trabajo y con esfuerzo. Durante estos ocho años se han reformado las tres carreras que dictan esta Facultad, la carrera de abogacía, la carrera de traductorado y la carrera de calígrafo público. Hay nuevos planes de estudios que se han modernizado en todas ellas, hay una reorganización de la carrera docente. Se acaba de culminar luego de diez años una tarea enorme que ha sido el digesto jurídico que ha sido encomendado a esta Facultad en el año 1998, y ha sido entregado recientemente a las autoridades del Ministerio de Justicia. Y en lo que refiere a la relación de esta administración con todos ustedes, estoy seguro que entre ustedes hay muchos ya han participado de los beneficios de las becas estudiantiles y de los planes de ayuda para que todos puedan estudiar y puedan progresar en un ambiente que todos sabemos es muy difícil.
Así que sirvan mis últimas palabras para agradecer a este decanato todo lo que ha hecho en estos últimos ocho años y a ustedes para desearles el mejor de los éxitos en este futuro que viene ya nomás.
¡Felicidades!