Discurso pronunciado por el Dr. Mario Gambacorta
Acto de colación de grado del día 7 de septiembre de 2007
Buenos días a todos. Señor Decano, autoridades de la Facultad, profesores y profesoras, abogados y abogadas, alumnos, alumnas, personal no docente, público en general.
Es para mi un honor poder hacer uso de la palabra en este acto de colación de grados. En tal sentido, quiero agradecerle expresamente al señor Decano de la Facultad por haberme brindado esta posibilidad.
Honor y orgullo doble para quien ha transitado y sigue transitando las aulas y los claustros de esta querida Facultad, primero como alumno y, en este momento, como docente. Creo que a partir de esto puedo tratar de interpretar y compartir la satisfacción que todos ustedes sienten y que sus seres queridos que colman este maravilloso ámbito también están sintiendo. Es a la vez el fin y el comienzo de una etapa, una etapa que corona esfuerzo, de ustedes y de quienes los han acompañado, de sus familiares y de sus amigos que están sintiendo el mismo orgullo y la misma alegría de quienes van a recibir los diplomas en este acto.
Yo quería hacer una referencia a algunas de las responsabilidades y obligaciones que trae el inicio de la vida profesional, pero no como carga, sino como compromiso vivido plenamente, teniendo en claro lo que representa nuestra profesión. En el plano individual, la primera responsabilidad y obligación que tendrán que encarar es definir si se dedican a la profesión en relación al ejercicio libre, si siguen el camino de la justicia o lo profundizan -muchos de ustedes deben estar actualmente trabajando en el Poder Judicial-, o si colaboran en el asesoramiento, tanto en el sector público como en el sector privado. Inclusive muchos de ustedes algún día probablemente terminen sancionando las leyes que vamos a enseñar en esta misma Facultad. Y en este momento de definir cómo siguen adelante, van a apreciar algo que siempre les digo a mis alumnos, a esta Facultad vengo como docente a transmitir los contenidos fundamentales, pero fundamentalmente vengo a aprender. Todos vamos a ver que en el ejercicio profesional con cada caso, con cada situación, tenemos la obligación y la alegría de incorporar más conocimiento porque vamos a tener que seguir aprendiendo y estudiando sobre los temas que nos interesan.
Ahora quiero hacer una breve referencia y no con eso menos importante, sino que por el contrario, diría que es la más importante. Me refiero a la responsabilidad con la sociedad, las responsabilidades colectivas que nosotros asumimos. Fundamentalmente y prioritariamente porque nuestra profesión está directamente vinculada con eso, con la defensa y profundización del Estado de Derecho, con la defensa y profundización de todas las libertades que representan la plena vigencia de los derechos humanos y un compromiso que siempre tenemos que tener en cuenta y que tenemos que tratar de cumplir. Somos egresados de una universidad pública, una universidad pública conocida y reconocida en todo el mundo. Una de las universidades más importantes de América y del mundo, con premios nobeles, que sigue produciendo profesionales de primera línea. Y creo que este compromiso surge de algo que tenemos que tener muy en cuenta: nosotros somos privilegiados y no porque seamos mejor que nadie, sino porque hemos tenido y tenemos la posibilidad de acceder a una casa de estudios que sostiene todo el pueblo y que sostienen nuestros compatriotas, muchos de los cuáles lamentablemente quizás no tengan la posibilidad de que sus hijos puedan acceder a la educación y a la educación universitaria como en nuestro caso. Digo el compromiso de tener en cuenta eso y no vivirlo como una carga sino como la necesidad de devolver algo a la universidad pública y a la educación pública que tanto nos brinda.
Para finalizar, quiero decirles algo que realmente es una de las mayores satisfacciones que uno tiene en la vida profesional. Cuando litiguen, resuelvan una situación o resuelvan un conflicto, van a tener una posibilidad maravillosa que no todos los profesionales y ciudadanos tienen. Como abogados vamos a aplicar el derecho pero esa sensación maravillosa, esa satisfacción personal es saber que en muchos casos, como dice nuestra Constitución Nacional, estamos contribuyendo a afianzar la justicia.
Nada más, muchas gracias.