Discurso pronunciado por el Dr. Roberto Claveria
Acto de colación de grado del día 3 de diciembre de 2004
Abogados, egresados, hoy es un día muy especial para ustedes. Aquellos que los acompañaron en estos años llegan con ustedes al fin de sus estudios. Ustedes reciben el diploma de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, la más prestigiosa del país y Latinoamérica. Es el reconocimiento a la ardua tarea de estudiante, pero también representa un mérito a la educación pública. Cuando nuestra patria se encontraba devastada por las guerras civiles, pudo resurgir gracias a dos hechos muy importantes: por un lado Alberdi y la Constitución Nacional, por el otro la Generación del 80, Sarmiento, Avellaneda y el proyecto educativo. Hoy escuchamos la frase desarrollo sustentable como objetivo de todo país civilizado, pero no debemos olvidar que la inversión material no es suficiente, sino que la primera condición es la educación pública, fue ésta la que nos situó alguna vez entre los mejores países del mundo. Debe ser siempre una política de Estado, sea el gobierno que sea. Sin educación no podremos tener instituciones consolidadas. Sin instituciones jamás podremos afianzar la justicia. Sin justicia la democracia es sólo formal. La justicia se construye cada día, por cada uno de nosotros. Es nuestro deber como ciudadanos y como abogados consolidarla. Este compromiso sólo puede tener validez si sólo es concebido desde la más profunda convicción ética. En esta etapa por recorrer encontraran muchos obstáculos, pero nunca se olviden de la ética: dios, la patria, la Constitución. Sepan siempre que esta es y será su casa, la carrera docente los espera. Vuelvo a reiterarles mis más sinceros deseos de éxito en sus carrera, con todo mi corazón les pido que nos acompañen en esta tarea de luchar por la educación pública, por la Constitución, que es ingeniería de la libertad y por la justicia, siempre por la justicia.