Discurso pronunciado por el Dr. Héctor Sandler
Acto de colación de grado del día 24 de septiembre de 2004
"La Justicia es Ciega"
Es esta una de las frases más repetidas por quienes se quejan de la justicia judicial y legal.
Esa justicia a la que, de diversa manera, pasan ustedes a ser parte desde el día de hoy.
La frase es dicha con resignación, como queriendo decir: ¿Cuándo Señor la justicia tendrá mejores ojos para ver?
Pero, ¿estará bien que la justicia sea ciega, así como es representada en dibujos y esculturas?
¿Debe ser ciega la justicia?
No han faltado artistas que con pretensiones progresistas, la han representado sin venda alguna en los ojos. Trataron de expresar por el arte serio, el deseo que la justicia viera mejor las cosas de esta vida.
Junto a esta línea artística corre otra de distinto humor. De un humor satírico. El de aquellos que dibujan a la diosa de la justicia con la venda parcialmente caída. Mientras un ojo permanece tapado, ciego, el otro ojo de la Justicia por encima o debajo de la venda mira. Mejor dicho, espía. Aunque este dibujo sugiere la idea de una justicia falsa, ¿ no sería mejor, después de todo, una justicia con un solo ojo a otra ciega de ambos?No! A nadie le placería una justicia bizca. Alguna razón existe.
¿Qué misterio se oculta debajo de todas estas alegorías?
Uno tan simple como profundo.
Como afecta a la vida que ustedes hoy inician , me permito darles mi interpretación.
En todas esas representaciones de la justicia humana la venda tapa los ojos, pero los ojos físicos del hombre.
Son los ojos que deben ser tapados para que quien juzgue o legisle lo haga viendo mejor.
¿ Cómo es que tapando los ojos se vea mejor?
Es posible, más aún, es necesario , porque al cegar los ojos físicos se ve con mayor claridad con los ojos del espíritu. Aquello que solo con el espíritu se puede ver.
En esto consiste la clave de la antiquísima y tradicional alegoría.
La Justicia como valor orientador pertenece al mundo espiritual.
A igual que todos los valores que cuentan en la vida humana.
¿Acaso pueden verse con los ojos físicos cosas tales como el honor, la honra, la belleza, la verdad o la bondad?
Esos valores tienen que encarnarse en conductas humanas para que la vida merezca ser vivida.
Las sentencias de los jueces, las leyes de los legisladores, los actos de gobierno, deben encarnar el valor Justicia.
El juez, el legislador, el gobernante, tienen que haber “visto” en el mundo espiritual lo que con su acción han de concretar en este mundo terrenal.
Es este un asunto muy serio para los hombres de derecho y muy importante para la humanidad actual.
Vivimos en un mundo de exuberante sensualidad, de arrollador materialismo, que al estimular los instintos y emociones anímicas levanta una espesa niebla enceguece la visión espiritual.
En tan difícil época les toca a ustedes poner en práctica la más noble de las profesiones.
La más noble de las profesiones, si – como es debido – ella se aplica para hacer más justo a este mundo.
No tengo la menor duda que enfrentan un enorme desafío.
Pero a todo gran desafío corresponde siempre un terrible riesgo.
Si no cultivais vuestro espíritu con energía y perseverancia, si dejais que el materialismo os atrape y que la ramplonería imperante ciegue vuestros ojos espirituales, entonces correreis el peligro de hacer de vuestra noble profesión el más vil de los oficios.
El más vil, porque aun sin quererlo, harán que la injusticia persista entre los hombres.
Nuestro país necesita, como nunca, restañar su quebrado pacto social.
Nuestro Decano, nuestra Facultad, conciente de ello, han convocado a todos para que en nuestra casa se delibere y se propongan ideas para que la armonía y prosperidad se restablezcan en nuestra Patria.
Pero este pacto no puede restablecerse si la idea de Justicia no es claramente percibida y concretada en nuestro derecho.
No estoy aquí para empañar vuestra alegría ni la muy legitima de los familiares y amigos que los acompañan.
Al contrario, vengo a sumarme a esa alegría, haciéndoles ver la fantástica ocasión que la vida les brinda para que restablecer la justicia en nuestra Patria.
Muchas gracias.