XI Jornadas de Derecho de la Integración. Integración y derechos humanos: el pluralismo normativo.
La Cátedra Jean Monnet junto con la cátedra de Derecho de la Integración del profesor Calogero Pizzolo organizaron el pasado 26 de agosto la XI Jornada de Derecho de Integraciónsobre “Integración y derechos humanos: el pluralismo normativo”, que contó con la exposición de Laura Montanari (catedrática de Derecho Público Comparado en la Universidad de Udine, Italia), Andrea Mensa González (Profesora adjunta de Derecho de la Integración) y Calogero Pizzolo (Profesor titular de Derecho de la integración). Moderó el encuentro Agustín Fabbricatore (Profesor adjunto interino de Derecho de la Integración).
De manera introductoria, el profesor Calogero Pizzolo comentó que la tentación de preguntarse cómo procesos que inicialmente han tenido un claro objetivo económico terminan desarrollándose como sistemas de protección de los derechos humanos, no resulta tan común y que dicha relación entre integración y derechos humanos pertenece a una nueva categoría que propone la globalización en la actualidad: “La fase descendente del derecho constitucional trasnacional”.
Por su parte, la profesora Andrea Mensa González comenzó su exposición acerca del Mercosur y los derechos humanos señalando que resulta complicado encontrar el punto de conexión, a primera vista, de cómo se conjuga la protección de los derechos humanos frente a los Procesos de Integración. Acto seguido, expresó que había que dejar de lado la vieja idea de que los Estados de una manera autónoma, con una rígida idea de lo que es la soberanía podrían salir adelante, satisfacer las necesidades de su población y poder desarrollarse y destacó que en el mundo actual, frente a los aspectos negativos que la nueva realidad, basada en la despersonalización, impone, la integración de los Estados suele ser una herramienta eficaz para poder enfrentarlos.
Más adelante, se refirió a la Carta de Derechos del Mercosur, para la cual, es requisito esencial una reforma dentro de la estructura y en las constituciones de los Estados miembros de la organización, para que permitan la creación de un órgano jurisdiccional, con todas las facultades y competencias establecidas a tales fines, ya que “no es viable tener una Carta de Derechos si luego no va a poder ser exigible, no va a ser llevada adelante por un tribunal de justicia que sancione los incumplimientos a las obligaciones que los estados asumen”, afirmó la profesora. Luego, agregó que si la Carta fuera realizada actualmente habría “inflación normativa” en cuestiones de derechos humanos, pero el cumplimiento va a seguir siendo el mismo. “Creemos que no puede quedar librado un tema tan caro para nuestro continente, como es la protección de los derechos humanos, a la voluntad política de un Estado y el rol que éste va a cumplir en un proceso de integración”, enfatizó.
Para finalizar, indicó que todo lo que no se ha logrado avanzar en temas económicos y comerciales, sí se ha avanzado en temas de Derechos Humanos. A pesar de sus falencias, “se han dado muchos pasos adelante y se han creado muchas instituciones, muchos foros, reuniones en donde se van coordinando algunos temas en materia de protección de Derechos Humanos”, reconoció.
A continuación, Laura Montanari desarrolló la distinta naturaleza que existe entre el Sistema Europeo de protección de Derechos Humanos y el Sistema de Protección de estos derechos en la Unión Europea. Puntualmente, se refirió a que el convenio europeo de Derechos Humanos es un Tratado Internacional, que permite a los individuos dirigirse directamente a los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, siempre que se cumpla con los requisitos previos. Este ejerce de manera directa su competencia en base las atribuciones que han hecho los estados, es un ordenamiento de tipo supranacional.
“Se han dado muchos pasos adelante y se han creado muchas instituciones, muchos foros, reuniones en donde se van coordinando algunos temas en materia de protección de derechos humanos”, reconoció la profesora Andrea Mensa González.