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Año IX - Edición 166 16 de septiembre de 2010

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Violencia y mediación penal - Ciclo de conferencias a cargo del profesor Adolfo Ceretti

  • Nota de Tapa

La cátedra del Profesor Dr. Elbert y la Procuración General de la Nación invitaron a Adolfo Ceretti, distinguido Profesor de Criminología de la Universidad de Milán, con el fin de dictar un ciclo de conferencias sobre “Violencia y mediación penal”, que se realizaron los días 1º y 3 de septiembre en la Facultad de Derecho.

En la primera reunión, el expositor trató la “Cosmología de la violencia individual”, cuestión que centra su debate en el actuar violento del ser humano, un tema que el disertante ha afrontado en su función de perito en los tribunales.

“¿De dónde viene el actuar violento?”, fue la pregunta en la que basó su disertación, comentando que se trata de una cuestión que se han planteado psicólogos, psiquiatras, sociólogos, filósofos, antropólogos y juristas entre otros, y sobre la cual se han formulado numerosas teorías.

Mediante investigaciones dedicadas a autores de delitos gravísimos, advirtió que su trabajo tenía que ver con observar cómo estos autores se perciben a sí mismos. Añadió que la totalidad de las personas interrogadas habían sido sometidas a análisis de peritos y todas fueron evaluadas como capaces de entender y de creer.

“Uno de los mitos de la criminología es que el actuar violento sea obra de personas mentalmente disturbadas”, expresó. Aseveró luego que su investigación ha demostrado que sólo una pequeña parte de las personas que actúan violentamente tienen perturbaciones mentales y que a menudo, al sufrimiento psíquico individual se agrega el consumo de sustancias estupefacientes. Aseguró entonces que cuando la persona se encuentra en una situación en la cual puede llegar a cometer un comportamiento violento, siempre decidirá si lo hará o no; aunque aclaró que ésta es una postura que lo ha puesto en dificultades, porque lo lleva a enfrentarse con psiquiatras, psicoanalistas y estudiosos de otras disciplinas.

Posteriormente, destacó que para analizar el comportamiento violento se debe comprender un concepto principal, al que denominó “reflexividad”, subrayando que concierne a todos nosotros, y que consiste en la capacidad de establecer un diálogo interior durante el cual el sujeto se confronta con varios puntos de vista. Puntualizó que lo que ha tratado de entender, en torno a esta cuestión, es cómo dialogan interiormente los delincuentes feroces y qué es lo que se dicen en el momento en el que cometen delitos terribles. A su vez, sostuvo que el soliloquio permite al individuo hacer comprender a los demás y a él mismo, las experiencias interiores y las sociales que vive, tanto las de carácter cognitivo como las de carácter emocional. “Justamente por eso diremos luego que cada persona es un cosmos. Y entonces, cosmologías violentas significa precisamente cómo me construyo simbólicamente un cosmos violento”, explicó.

Desde esta perspectiva, opinó que el principal interlocutor de nuestros soliloquios es lo que designó como “la comunidad fantasma”, entendiéndola como un destilado de nuestras experiencias pasadas tal como las hemos vivido y repensadas en el presente. Advirtió que todos tenemos dentro un “parlamento interior”, constituido por cada uno de los momentos significativos que hemos interiorizado en el transcurso de nuestra vida y que dictan órdenes para nuestras conductas posteriores.

Seguidamente, se refirió a lo que denominó el proceso de “violentización”, por el que han transitado durante su vida las personas que cometen ciertos delitos. Observó que “violentización” es una palabra que une dos expresiones: violencia y socialización, es decir, una socialización a la violencia; y que, por lo tanto, es un camino que conduce a una persona que inicialmente no es violenta a experimentar episodios criminales. En este orden de ideas, hizo mención al concepto sensibilizante, que es la interpretación de las situaciones. “Al interpretar una situación, hay una fase de definición y una fase de juicio. Durante la primera fase, el actor violento asume la postura de la víctima; en la segunda, adopta la postura de la propia comunidad fantasma y decide actuar violentamente”, manifestó.

A modo de cierre, precisó su despliegue sobre la violencia individual afirmando que el hombre es un cosmos que él mismo crea, y que si bien existe una parte opaca que deriva de su comunidad fantasma, es capaz de producir deliberaciones internas. Por lo tanto, “es muy reflexivo, contrariamente a lo que muchos criminólogos afirman”, concluyó.

La segunda conferencia del Dr. Ceretti, llevada a cabo el 3 de septiembre en el Salón Auditorio de la Facultad, versó sobre “La mediación penal en Italia”.