Un nuevo Derecho: nuevas generaciones. Nuevas voces. Nuevos desafíos. Nuevos derechos
El Departamento de Ciencias Sociales llevó a cabo el pasado 14 de abril en el Salón Azul de la Facultad la conferencia “Un nuevo Derecho: Nuevas generaciones. Nuevas voces. Nuevos desafíos. Nuevos derechos”.Los profesores Ricardo Rabinovich-Berkman y Eugenio R. Zaffaroni coordinaron la actividad que contó con las exposiciones de Mariela Belski, Julián Axat, Guido L. Croxatto, Luciano Hazan, Luciana B. Scotti, Diego Morales, Silvia Giurlani y Julieta Strasberg.
El profesor Ricardo Rabinovich-Berkman, director del departamento organizador, expresó que se necesitan mentes jóvenes, ideas y centros de construcción de abordajes nuevos para poder afrontar las situaciones nuevas que se presentan en la actualidad.
Por su parte, el profesor Eugenio R. Zaffaroni opinó que repensar un nuevo Derecho es repensar un nuevo mundo. “Hay una impresión de que el Derecho es una técnica que se emplea en cualquier contexto de poder, y eso es gravísimo”, manifestó. Zaffaroni hizo mención a la idea de Derechos Humanos y a una idea de ciudadanía universal que apareció en el siglo pasado y que surgió como resultado de una larga resistencia del poder planetario. El concepto de Derechos Humanos fue creciendo a lo largo del tiempo, con enseñanzas en distintas épocas que no siempre fueron positivas, sino que por el contrario, fueron enseñanzas a costa de masacres, asesinatos y destrucción. Así, relató que una primera etapa fue la del colonialismo, en donde había un ejercicio de poder totalmente vertical, inquisitorial, y donde la periferia tenía una ocupación policial de territorio, que eran los grandes campos de concentración, a los cuales definió como una gran colonia humana de concentración. Señaló que esta etapa fue una época de masacres que terminó con el logro de la independencia, a la cual le sigue otra etapa de poder planetario denominada neocolonialismo. “El nuevo poder planetario se valía de sectores oligárquicos minoritarios que repartían la propiedad de la tierra para poder controlar la periferia”, recordó. Zaffaroni resaltó que este ciclo fue un período sangriento de dictaduras militares. De esta manera, entendió que: “El nuevo Derecho es el que va a ir surgiendo como resistencia ante una nueva etapa de poder planetario, la globalización, donde se trata de establecer un control policial de la población, a través de una manipulación de los miedos y a través de una manipulación de los medios masivos de comunicación como creación de realidad, donde no existen secretos”.
Luciano Hazan (Abuelas de Plaza de Mayo, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos) describió su experiencia personal y entendió que el periodismo le hizo unir el Derecho con la realidad. “Me dedicaba a dos disciplinas en paralelo: el periodismo, muy atado a la realidad; y la abogacía, a la cual sentía muy alejada de la realidad”, comparó. De este modo, manifestó la necesidad de romper la enseñanza normativista que hay en la Facultad, la que consideró disociada de la realidad. “Hay que empaparnos de realidad”, advirtió.
Seguidamente, Mariela Belski (Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina) marcó que la generación actual tiene la característica de entender al Derecho de una forma totalmente diferente a la forma que se enseña en la Facultad. “Todos los que estamos sentados acá concebimos al Derecho como una herramienta de cambio social”, recalcó. Evidenció que la Constitución argentina es progresista y que la implementación de la reforma ha sido muy lenta y progresiva. “Ha habido avances muy valorables, pero hay todavía algunas deudas como, por ejemplo, los derechos de la mujer”, sintetizó.
Guido L. Croxatto (Facultad de Derecho-CONICET) coincidió en que política y perspectiva de género son las deudas pendientes más ostensibles. “El Derecho es acción, y no teoría. Hay que generar nuevas prácticas y no nuevos pensamientos”, exteriorizó. Reconoció que en términos académicos se siguen reproduciendo algunos vicios que tienen que ver con el idealismo y con la autorreferencialidad e interrogó sobre cómo poner la teoría en práctica.
A su turno, Luciana Scotti (profesora de Derecho Internacional Privado, Facultad de Derecho, UBA), apuntó que la búsqueda de un diálogo entre la teoría y la práctica en el Derecho es más posible en ciertas disciplinas, como por ejemplo, el ámbito penal y Derecho de Familia, en cambio, el Derecho Internacional Privado está muy alejado de la realidad cotidiana. Sin embargo, cuando se enseña el Derecho Privado se enseña un Derecho del siglo XIX, en donde se pone más énfasis en lo que es el reenvío, lo que es una norma indirecta, como funciona y como se tipifica, y otros temas que no hacen a nuestra realidad cotidiana. “Es necesario repensar permanentemente la aplicación práctica concreta que tienen los problemas hoy, sin las normas que aún no están vigentes”, informó. En este sentido, la expositora dedujo que es necesario un nuevo Derecho Privado del siglo XXI que sea un diálogo permanente de las fuentes y de los ordenamientos jurídicos.
Julián Axat (Defensor Penal Juvenil de La Plata) exhibió el problema del daño a la cultura. “El Derecho quema a la cultura”, especificó. Puntualizó que el nuevo Derecho tiene que ver con la búsqueda y que las nuevas generaciones tienen una inquietud de desarchivar el pasado. “A la nueva generación no le interesan las materias codificadas, lo que le interesa es como no volver a reproducir la barbarie en su máxima categoría”, destacó.
Julieta Strasberg (Docente de Sociología del Derecho en la UBA) concertó que el Derecho normativo es el que siempre se ha primado y enseñado. “Estamos tratando de acercar la parte humana al Derecho”, evocó. Por último, aseguró que es importante devolverles la voz a los estudiantes para que vuelvan a hablar y participar en las aulas.
Silvia Giurlani (Docente de Historia del Derecho, UBA) acentuó que el Derecho Indiano es un tema que les atrae a los estudiantes, debido a esto, se ha incorporado en el programa los derechos indígenas en la actualidad, ya que se siguen presentando como un desafío. Reconoció que hay una avanzada legislación en Argentina, tanto en materia de Derechos Humanos como en materia de Derechos Indígenas, sin embargo, hay un desconocimiento y una falta de armonización con respecto a la aplicación de estos derechos. “Para poder integrar a los pueblos hay que reconocerlos como sujeto de derecho e integrarlos al diálogo”, insistió.
En último lugar, Diego Morales (Docente de la Facultad de Derecho e integrante del CELS) resumió en breves palabras la agenda que debería ser pensada para la Facultad de Derecho. “Uno de los desafíos más importantes es como incorporar las reflexiones a las discusiones, para que puedan ser utilizadas de manera estratégica y generar nuevos canales de discusión”, subrayó.