Simposio Internacional de Filosofía del Derecho
“Racionalidad en el Derecho”
Durante los días 5, 6 y 7 de mayo se desarrolló en el Salón Azul el Simposio Internacional de Filosofía del Derecho “Racionalidad en el Derecho”, organizado conjuntamente por la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de San Petersburgo y nuestra Facultad de Derecho. Estuvieron presentes en la inauguración la Decana Mónica Pinto, Elena Lisanyuk, Ricardo Guibourg, Enrique Zuleta Puceiro, Eugenio Bulygin y Juan Pablo Alonso.
Tras la presentación de Juan Pablo Alonso, la Decana Mónica Pinto expresó unas palabras de bienvenida y recordó que el año pasado la Universidad de San Petersburgo fue la sede de un seminario donde se realizó un tributo a la obra de Carlos Alchourrón y Eugenio Bulygin.
A continuación, Elena Lisanyuk remarcó la importancia de un simposio sobre la racionalidad en el Derecho. En este sentido, afirmó que la racionalidad sin la comunicación colapsa y afecta a ambas partes. “Aquí tenemos muchas teorías legales que debaten la racionalidad y muchos abogados que se ocupan de la racionalidad de una manera muy humanística”, sostuvo Lisanyuk.
Seguidamente, Ricardo Guibourg manifestó el desafío de “definir, describir y propugnar la racionalidad en el ámbito del Derecho”. De esta manera, destacó que cuando se habla de racionalidad en el Derecho algunos piensan en la justicia, otros en la epistemología, y muchos de los operadores rechazan el análisis por completo ya que entienden que los debates teóricos están de sobra frente a los conflictos de la práctica cotidiana. “Todas las voces están para ser oídas y todas las conclusiones están disponibles para que cada quien las adopte, las mantenga o rectifique según su propio criterio”, indicó.
Enrique Zuleta Puceiro destacó que se trata de una reunión oportuna, necesaria y esperanzadora. Es oportuna porque se trata de un momento de cambio y renovación de la agenda de la Filosofía del Derecho. Asimismo, se trata de un simposio necesario ya que la Filosofía del Derecho se encuentra en un momento de desarrollo extraordinario. Finalmente, destacó que es una reunión esperanzadora ya que tiene una gran potencia y fuerza. “Estamos muy esperanzados de dar una respuesta a esta tradición que se va reformando”, aseguró.
Posteriormente, tuvo lugar una sesión plenaria durante la cual Mikhail Antonov (National Research University “Higher School of Economics”, San Petersburgo) disertó sobre “Algunas reflexiones sobre la Unidad del Derecho y los Sistemas Normativos”. Además, Laura Clérico (UBA) expuso “Sobre la racionalidad de las soluciones jurídicas: el caso de la proporcionalidad”. En el marco de otra sesión plenaria, Pierluigi Chiassoni (Universidad de Génova, Italia) presentó “Interpretación Jurídica sin Verdad” y, por su parte, Ricardo Caracciolo (Universidad Nacional de Córdoba) habló sobre “Razones Normas. Una Revisión”. La última sesión plenaria del día contó con la ponencia de José Juan Moreso (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, España) denominada “Sobre la determinación normativa: lagunas de reconocimiento, lagunas normativas y antinomias”.
Durante el segundo día, se desarrolló un foro que trató “Racionalidad, Derecho Penal y Valoración de la Prueba” y otro que versó sobre “Lógica de Normas y Teoría del Derecho”. Ulteriormente, tuvo lugar una sesión plenaria que incluyó las exposiciones de Martín Farrell (UBA), denominada “La Teoría de Bentham sobre la Decisión Judicial: dos modelos en conflicto” y de Jorge Rodríguez (Universidad Nacional de Mar del Plata) “Sistemas normativos, lagunas jurídicas y clausura lógica”. Posteriormente, se desarrolló un debate moderado por Jorge Douglas Price (Universidad Nacional del Comahue), Presidente de la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho. “Este simposio sirve para acercar a dos países tan distantes y tan próximos como Rusia y Argentina”, destacó. Durante el debate, en primer lugar tomó la palabra Carlos M. Cárcova (UBA) para referirse a “Racionalidad formal o racionalidad hermenéutica para el derecho de las sociedades complejas” y sostuvo que la racionalidad debe ser entendida en el marco de alguna epistemología. En este sentido, mencionó las tres líneas epistemológicas más importantes vigentes en este momento: el explicativismo-positivismo, el comprensivismo y la “nueva ciencia” o constructivismo radical. Frente a esto, Cárcova se formuló dos preguntas: qué modelo encaja para las preguntas cognitivas de la Teoría general del Derecho y si en el transcurso del siglo XX se produjo un cambio de paradigma en el modelo de racionalidad de Derecho. “Se produjo un cambio de paradigma asociado al tránsito de un Derecho de la punición y la persecución penal a un Derecho de los derechos”, afirmó. Posteriormente, señaló algunos de los debates que se dan a partir de la concepción del Derecho desde el punto de vista de los derechos. También hizo referencia al universalismo, remarcando que se trata de un lugar vacío y que solo llamamos universalismo al particularismo hegemónico.
Continuando con el debate, Rodolfo Vigo (Universidad Austral) dijo: “Cuando hablamos de racionalidad en el Derecho, el interés está en la racionalidad práctica”. La racionalidad práctica se diferencia de la teórica ya que esta última se limita a describir, es un saber de espectador y sin compromiso. Asimismo, la racionalidad práctica no cuenta con la misma precisión que la racionalidad teórica. Suscribir a la racionalidad práctica supone confiar en que las discusiones en el campo moral y jurídico se pueden dirimir a través de la razón. En este sentido, hizo referencia a las conexiones que muestran la presencia y la necesidad de la racionalidad práctica en el Derecho. Estas conexiones son, entre otras, el límite que la razón le pone a la existencia del Derecho y el hecho de que dentro de las respuestas posibles admitidas por el Derecho como racionales, la racionalidad permite que se elija la mejor. Otra relación es la objeción racional al cumplimiento del Derecho. “No estamos dispuestos a tolerar cualquier objeción de conciencia, sino que estas se consienten en la medida que resulten racionales”, subrayó Vigo. La última conexión a la que aludió es la existencia de una legitimación política o democrática que requiere de la racionalidad, y que en la terminología del jurista Robert Alexy se denomina “legitimación argumentativa”.
Acto seguido, Eugenio Bulygin mencionó a Ambrosio Gioja, Carlos Alchourrón y Georg Henrik Von Wright como figuras decisivas en su formación filosófica. Según Bulygin, lo que distingue a los filósofos analíticos de los que podrían llamarse filósofos visionarios es, en palabras de Mario Bunge, “un claro planteo de problemas, riguroso tratamiento, cuidadoso manejo de instrumentos relevantes, lógicos y matemáticos y análisis crítico de los presupuestos y resultados”. Además, sostuvo que la filosofía del Derecho no se ocupa de la realidad contingente porque para eso están las distintas ciencias. “La filosofía se ocupa de aspectos necesarios de la realidad”, entendió Bulygin. Asimismo, el disertante se definió como un partidario del positivismo jurídico, que en su forma radical distingue entre la descripción del derecho positivo y su valoración como justo o injusto. En relación a la ciencia, afirmó que “ciencia no valorativa es un pleonasmo, y ciencia valorativa se acerca mucho a una contradicción en términos”. Si bien no todo lo que los abogados hacen es ciencia, en la medida que describen el Derecho y no hacen valoraciones, su actividad puede ser considerada como científica. “Me parece fundamental no confundir ciencia con política. La política consiste sustancialmente en la valoración y la elección de lo que consideramos mejor para ciertos fines, mientras que la ciencia se ocupa del conocimiento, de la verdad”, diferenció. El disertante manifestó además que no cree en la verdad de los juicios éticos o políticos, ya que tales juicios dependen de emociones, sentimientos y gustos que no son susceptibles de control racional.
En el tercer día de actividades, dos foros trataron “Problemas Actuales de la Racionalidad en el Derecho” y “Racionalidad, Decisión Judicial y Principios Jurídicos”. Luego, se realizó una sesión plenaria que incluyó las disertaciones de Jorge Cerdio (ITAM, México) “Razonar en lo jurídico y en lo moral. Dos razones, diferentes racionalidades” y de Ricardo Guibourg (UBA), llamada “Razón y Magia en el Derecho”. Además, en el marco de otra sesión plenaria, Elena Lisanyuk (Universidad Estatal de San Petersburgo) presentó “Tres caras de la lógica deóntica en el Derecho”.
El profesor Eugenio Bulygin y Juan Pablo Alonso compartieron unas palabras durante el acto de cierre de la actividad. En ese marco, Bulygin expresó su satisfacción por el correcto desarrollo del simposio. “Espero que la serie de congresos no termine aquí, lo cual no es fácil en un mundo en una situación crítica”, manifestó. En este sentido, indicó que muchos de los inscriptos provenientes de Rusia no pudieron participar, resaltando la necesidad de corregir estas fallas. Así, enfatizó la importancia que tienen estas reuniones para los jóvenes, ya que pueden escuchar las voces de personas mayores y también exponer y discutir sus trabajos.
“Ciencia no valorativa es un pleonasmo, y ciencia valorativa se acerca mucho a una contradicción en términos”, afirmó el profesor Eugenio Bulygin.