Seminario sobre la obra de Germán J. Bidart Campos (2004-2014)
Organizado conjuntamente por la Cátedra de Derecho Constitucional de Raúl Gustavo Ferreyra y la Cátedra de Derecho Constitucional de Andrés Gil Domínguez, el 10 de septiembre se realizó en el Salón Rojo de la Facultad de Derecho el Seminario sobre la obra de Germán J. Bidart Campos (2004-2014).
La Secretaria Académica Silvia Nonna expresó unas palabras para inaugurar el seminario y comentó que fue alumna de Bidart Campos y que compartió actividades en el Instituto Gioja.
El primer panel versó sobre “La influencia de la obra de Germán J. Bidart Campos en las Cátedras de Derecho Constitucional” y fue coordinado por Christian Cao. En primer término, Paula Suárez leyó las palabras remitidas por Alberto R. Dalla Via, quien enfatizó que la influencia de la obra de Bidart Campos en las cátedras de Derecho Constitucional se materializó de manera particular por la utilización de su Manual de Derecho Constitucional entre los alumnos. Así, este Manual tenía como virtud la claridad y seguía los temas de manera muy sistemática, agregando un plus adicional a cada tema. Además, recordó que supo preservar la enseñanza del Derecho Constitucional a través del desarrollo de la teoría del trialismo jurídico, apartándose tanto del positivismo jurídico como del historicismo empirista.
Seguidamente, Susana Cayuso recordó que compartió actividades con Germán Bidart Campos en el Instituto Gioja. “Las reuniones que teníamos trabajaban el contenido, pero sobre todo la metodología de aquello que estábamos investigando, aquello que estábamos tratando de explorar en situación de campo, esto es, en la práctica”, describió. Remarcó que en la persona de Bidart Campos se destacaba su claridad, sencillez, generosidad y humildad, y consideró además que la obra de Bidart Campos influye en el modo de enseñar el Derecho Constitucional. Por otra parte, subrayó la revalorización del principio de la fuerza normativa de la Constitución. “Esto parece obvio cuando uno transita el 30 y 31 de la Constitución Nacional, pero en la práctica constitucional, uno de los grandes méritos de Germán ha sido volver al concepto del valor normativo de la Constitución irradiando al sistema infraconstitucional, señalando que esa revalorización de la fuerza normativa tenía como objeto alcanzar la máxima efectividad de los derechos fundamentales reconocidos en el texto constitucional”, explicó Cayuso.
A su turno, Roberto Gargarella manifestó que la impresionante cantidad de textos escritos por Bidart Campos y la cantidad de discípulos dice mucho sobre la importancia del autor. Asimismo, subrayó su papel como intelectual público. “Germán fue un liberal católico en un país donde ese modo de acercarse al Derecho Constitucional tuvo una particular importancia: una por el hecho de que el liberalismo católico marca la ideología de la Constitución de 1853 (…) y también porque debido a la presencia en Argentina de oleadas de un pensamiento conservador y autoritario, estar pertrechado en ese pensamiento liberal católico ayudaba a pensar críticamente las prácticas que eran muy distintivas de la vida pública argentina”, remarcó. Del mismo modo, mencionó que Bidart Campos defendió principios y causas relacionadas con cuestiones de género, moral privada y derechos indígenas, entre otras, que no eran objeto ni de reflexión ni atención por parte del Derecho Constitucional.
Acto seguido, Daniel Sabsay sostuvo que los elogios dirigidos a Germán Bidart Campos pueden ser trasladados a Carlos Nino, tales como la modestia y el pluralismo. “Cuando Carlos fallece, para Germán fue un golpe enorme. Cuando lo nombran director del Instituto Gioja, decide designar a su despacho Carlos Santiago Nino”, evocó. Del mismo modo, añadió que integró junto con Bidart Campos un estudio jurídico, por lo que no es cierto que era un académico tiempo completo. En materia de decretos por razones de necesidad y urgencia, Sabsay resaltó que aportó mucho y no fue escuchado. En cuanto al control de constitucionalidad, Bidart Campos reivindicó un muy amplio control judicial de constitucionalidad sobre el ejercicio de las facultades excepcionales del Poder Ejecutivo. En la misma línea argumental, Bidart Campos decía que aun antes de que se haya cumplido la instancia final del Congreso, aprobando o desechando el decreto, el juez puede intervenir.
Posteriormente, Juan Vicente Sola determinó que la primera cuestión para hablar de Bidart Campos es el pluralismo y el coraje. De esta manera, entendió que Bidart Campos incentivaba a las cátedras y proponía a la gente joven. Asimismo, destacó como una virtud la tenacidad de resistir. Sola expresó también que “Bidart Campos hablaba de contenidos pétreos para insistir en la democracia con forma de Estado, el federalismo, es decir, los grandes temas para que no pudieran ser cambiados”. Señaló dos grandes contribuciones de Bidart Campos: en primer lugar, que él enseñaba los fallos de la Corte; la segunda, tiene que ver con que él fue el primero que habló de la importancia que tenían los tratados internacionales en el control judicial.
El segundo panel tuvo como tema “La obra de Germán J. Bidart Campos y los derechos fundamentales y humanos”, y en este marco expusieron Susana Albanese, Domingo Rondina y María Gabriela Abalos, quienes fueron moderados por Diego Dolabjian. El tercer panel, por su parte, trató sobre “La obra de Germán J. Bidart Campos y la organización del poder”. En esta oportunidad, disertaron Alberto B. Bianchi¸ Horacio D. Rosatti y Jorge R. Vanossi, moderados por Alicia Marichelar.
Finalmente, el cuarto panel se denominó “Reflexiones sobre la vida y la obra de Germán J. Bidart Campos”, moderado por Mario Cámpora. En este marco, Beatriz Alice evocó su relación de docencia y amistad con el homenajeado. Entre otras cuestiones, mencionó que la obra de Bidart Campos es voluminosa, polifacética y profunda. Por otra parte, examinó que una de sus grandes cualidades era la claridad. “No era muy partidario de hacerles leer a alumnos que recién empiezan (…) fallos demasiados complejos o doctrina de autores extranjeros que necesitan conocimiento previo, porque consideraba que así los alumnos se desestimulan, y no hay peor cosa que un alumno que empieza una carrera y se desestimula”, describió. Hacia el final, Alice aseguró que “Bidart Campos fue un hombre de acción silenciosa y fecunda, comprometido con los gestos que preservan la dignidad de la persona, el espacio de la libertad y las notas típicas de la República”.
A continuación, Raúl Gustavo Ferreyra realizó los correspondientes agradecimientos y compartió reflexiones en relación con tres áreas de la trayectoria de Bidart Campos: su humanismo, su magisterio y su obra. A modo de introducción, consideró que fue el primer teórico que llevó adelante un estudio científico de la Constitución. Asimismo, manifestó que casi la mitad de la vida de Bidart Campos estuvo atravesada por circunstancias que a los argentinos nos resultan difíciles de explicar: dictaduras y regímenes filoconstitucionales o anticonstitucionales. Indicó también que fue Bidart Campos quien en su escuela auspiciaba y estimulaba que aquellos que no eran iusnaturalistas pudiesen desarrollarse con total libertad. Por otro lado, determinó que “así como Alberdi necesitaba al romanticismo más conservador para fundar su teoría jurídica, Germán Bidart Campos necesitaba el tridimensionalismo de Goldschmidt”.
Finalmente, Andrés Gil Domínguez puntualizó que a pesar de las diferentes ópticas que se pueden llegar a tener, existe un tronco común y nexo de encuentro que fue Bidart Campos con sus enseñanzas. Afirmó que en sus clases reinaba la horizontalidad, planteando temas para ser debatidos. “No quería ganar ni empatar, quería disfrutar el intercambio con alumnos”, manifestó. También consideró que hay razones por las cuales Bidart Campos se dedicó más a los derechos que a la organización del poder, ya que él vio que en los derechos estaba la herramienta para defender a las personas más débiles y para que la dignidad tuviera algún tipo de sentido.
“Bidart Campos fue un hombre de acción silenciosa y fecunda, comprometido con los gestos que preservan la dignidad de la persona, el espacio de la libertad y las notas típicas de la República”, aseguró Beatriz Alice.