Seminario sobre Discapacidad y Derechos “Discapacidad y comunicación”
Estructurado en cuatro sesiones, el 26 de agosto comenzó el seminario sobre discapacidad y derechos organizado conjuntamente por la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil, el Programa “Universidad y Discapacidad”, el Seminario del CPO “Discapacidad y Derechos” y el Proyecto de Investigación DeCyT 1236 “Discapacidad y Derechos”. La primera reunión trató el tema “Discapacidad y comunicación” y estuvo a cargo de Franco Rinaldi (Licenciado en Ciencia Política y conductor en Radio UBA) y Erwin Betancourt (Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas, Universidad del Zulia, Venezuela). Coordinó Zulema Beltrami.
Para dar inicio, el Secretario de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil, Oscar M. Zoppi expresó que desde el área de Extensión Universitaria este tipo de iniciativas son una cuestión prioritaria. Por su parte, el Director del Centro para el Desarrollo Docente, Juan Antonio Seda, mencionó el curso del CPO “Discapacidad y derechos” y señaló: “Hemos tenido un gran éxito no solo en la cantidad de inscriptos, sino también en el interés que estos futuros abogados han puesto en el tema”. Asimismo, indicó que en discapacidad hay mucho por investigar. “Cuando empezamos a analizar las distintas situaciones, vemos que hay mucha inequidad, segregación e injusticias. Los abogados tenemos que hacer algo para promover la mayor igualdad posible, eliminar la discriminación y promover la mayor autonomía”, consideró. Por otro lado, se refirió al proyecto de patrocinio jurídico gratuito para personas con discapacidad. “Eso va a ser realmente novedoso porque no existe en la Ciudad de Buenos Aires un patrocinio jurídico gratuito especializado en temas de discapacidad”, agregó.
Seguidamente, tomó la palabra Erwin Betancourt, quien afirmó que según la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la que la Argentina adhirió en 2008, el término que se utiliza para referirnos a este colectivo es “persona con discapacidad”. “Esa decisión se tomó en un consenso que se llevó a cabo en Singapur donde se determinó que el término ‘discapacitado’ era peyorativo y discriminatorio”, explicó. En este sentido, consideró que la discapacidad es solo una parte de la persona. Así, Betancourt resaltó la importancia de utilizar este término. “Discapacitado significa que no se tiene capacidad para nada”, diferenció. El orador explicó también que a nivel internacional hay diferentes tipos de discapacidades. De esta manera, hizo referencia a la discapacidad visual. “Inclusive en las organizaciones, tanto en Argentina como en el mundo, se denominan así, Federación de Ciegos, Asociación Internacional de Ciegos, por lo que no es un término despectivo decirle a una persona ciega de esa manera, porque socialmente se autodefinen así”, manifestó Betancourt. En caso de ayudar a una persona ciega, es importante preguntarles de qué manera quieren que los ayudemos. Otra discapacidad es la motriz, es decir, la dificultad que puede presentar un individuo en la movilidad de alguno de sus miembros físicos. “La manera en que podemos colaborar con una persona con discapacidad física es la misma que la persona con discapacidad visual: preguntarle”, afirmó. En este caso, el expositor rechazó los términos “inválido”, “paralítico” o “lisiado”, por lo que hay que llamarles “persona con discapacidad física”. Con relación a la discapacidad intelectual, hay varias maneras de concebirla. A nivel macro, los psicólogos la visualizan como una discapacidad mental que, a su vez, se lleva a dos vertientes: la capacidad intelectual y la capacidad psicosocial, pero ambas están en la mente del individuo. Finalmente habló sobre la discapacidad auditiva y subrayó la importancia del lenguaje de señas.
Por su parte, Franco Rinaldi indicó que el tema de los términos correctos y la utilización de eufemismos es una discusión muy fuerte y contemporánea en los organismos de discapacidad o aquellos que trabajan con personas con discapacidad. “Creo que es muy importante entender que la manera en que se menciona a las personas es algo que permite pensar políticas proactivas hacia esas personas. Siempre estuve más preocupado por los eufemismos (…) Habitualmente, los medios de comunicación utilizan el eufemismo ‘personas con necesidades especiales’ y no hay peor eufemismo que ese”, describió. En la misma línea argumental, explicó que muchas personas con discapacidad son igualmente capaces de producir conocimiento, trabajo, alegría, felicidad, odio, bronca y resentimiento que el resto de las personas. “Esa diferenciación que pone en un lugar de postergación a las personas que tienen discapacidad es ciertamente lo más condenatorio de tener alguna discapacidad. A veces, en la esfera pública, es más condenatorio que tener alguna discapacidad”, estimó. Rinaldi propuso pensar una sociedad donde se evite lo fácil e inmediato para llegar a algo mejor en un futuro. “Eso que se llama placer diferido, esa idea de tratar de hacer las cosas bien para conseguir algo mejor más adelante”, agregó. Asimismo, expresó la importancia del imperio de la ley. “Me sorprendió la cantidad de artículos de la ley de protecciones de personas con discapacidad que no estaban reglamentados y algunas correcciones posteriores que tampoco estaban reglamentadas. Efectivamente, eso era la posibilidad que habilitaba que no se cumplieran determinadas normativas”, identificó.
Próximos encuentros del seminario: “Discapacidad y salud mental” (30 de septiembre), “Discapacidad y acceso a la justicia” (21 de octubre) y “Discapacidad y políticas públicas” (11 de noviembre) |
“Esa diferenciación que pone en un lugar de postergación a las personas que tienen discapacidad es ciertamente lo más condenatorio de tener alguna discapacidad. A veces, en la esfera pública, es más condenatorio que tener alguna discapacidad”, estimó el Lic. Franco Rinaldi.