Seminario Permanente de Historia de la Facultad de Derecho
El pasado 19 de agosto se llevó a cabo la reunión constitutiva del Seminario Permanente de Historia de la Facultad de Derecho, con sede en el Instituto Gioja. En base a una propuesta del Dr. Tulio Ortiz, que en forma de proyecto fue elevada al Consejo Directivo, se dictó la Resolución 5541/04 que dispuso la creación de un espacio de investigación y docencia destinado al estudio y difusión de los aspectos históricos, sociales, arquitectónicos y literarios de la Facultad. En esta ocasión, se analizaron los sucesos ocurridos a partir de 1903 en nuestra Casa de Estudios, de los cuales nacieron los centros de estudiantes universitarios. La reunión estuvo a cargo del Dr. Horacio Sanguinetti.
Previamente el Dr. Carlos Cárcova, Director del Instituto Gioja, presentó el acto y expresó que el objetivo del Seminario es el de construir un grupo permanente de investigación y estudio de la historia de la Facultad. También rescató la importancia del suceso: “a todos nos toca de cerca porque de una forma u otra todos hicimos algo acá. Va a ser una tarea útil y muy grata espiritualmente, porque significa reencontrarnos con nosotros mismos”.
A su vez, el Dr. Tulio Ortiz introdujo la reunión y expresó su agradecimiento al Dr. Ciuro Caldani por haber impulsado el año pasado una actividad desde el Departamento de Posgrado que tenía como objeto la Historia de la Facultad de Derecho. También contó que esa actividad fue la que lo condujo a pensar en el Seminario y a la conclusión del libro homónimo que hubo de presentarse hace algunas semanas. A continuación, se dio lectura a la norma creadora del Seminario y el Dr. Ortiz comentó que las reuniones se organizarán por áreas temáticas y por etapas o períodos. Finalmente, instó a los concurrentes a constituirse en flamantes fundadores de la actividad.
Ya en su exposición, el Dr. Horacio Sanguinetti se abocó a una investigación realizada en base a los sucesos ocurridos entre 1903 y 1904 en el ámbito universitario, y que tuvieron su inicio y su seno en la Facultad de Derecho. Recordó que ésta es la más antigua de todas las facultades de la UBA. Según su punto de vista, al parecer hacia fines del siglo XIX la Universidad no era la gran cosa que se intenta hacer creer. En aquel momento en realidad muchas materias “estaban en pañales” y el Derecho Civil se enseñaba “a la manera de José M. Moreno”, recitando artículos. El Dr. Sanguinetti tomó este dato como significativo porque en aquel momento en las colaciones de grados muchos de los estudiantes aprovechaban la ocasión para protestar y decir cosas terribles contra la Facultad. Ese parecía ser el espíritu interno en ese tiempo, en el que además no se elegía a los profesores por concurso sino que era el Presidente de la Nación quien los designaba de una terna.
En 1903 se dictó una resolución por la cual los alumnos se podían promover si computaban un 50% de asistencia como mínimo o un 25% y dos exámenes escritos. Así se acababa con la asistencia libre que era aceptada hasta entonces. Esa resolución no gustó a los estudiantes. Pero como no había centros de estudiantes en ese entonces, las peticiones a las autoridades se conformaban en comisiones ad-hoc que no tenían carácter permanente. Antes, en realidad lo que existían eran centros atléticos de actividad deportiva. Uno de los argumentos de protesta de los estudiantes a tal resolución era que no había espacio físico suficiente para todos, y eso era cierto, “si iban todos los alumnos no entraban”. Así se instó a las “Academias” (supuestas autoridades) a que dieran un paso atrás con dicha resolución, pero no quisieron hacer caso a los estudiantes y ahí nomás estalló el conflicto. Estas Academias estaban constituidas por gente que no tenía necesariamente vinculación directa con la Facultad ni con el Derecho. Se trataba de personajes políticos nombrados “a dedo” que tenían muy poco que ver con la ciencia y la educación. La protesta de los alumnos fue muy encendida; hubo armas de fuego, asambleas, tomas, etc. El escándalo fue mayúsculo y la Facultad se cerró por un año. Entre los dirigentes estudiantiles del momento se destacaron principalmente: Luis Dellepiane, Raymundo Salvat y Hortensio Quijano, entre otros. En general todos ellos después fueron llamativamente anti reformistas en 1918.
El Dr. Sanguinetti apuntó que le resulta extraño el origen y la función de las Academias, porque la Ley Avellaneda que regía hasta el momento no las menciona. En ese tiempo la Universidad prácticamente no tenía presupuesto y se mantenía con unos supuestos “ingresos propios” que el disertante no pudo descifrar. Los profesores casi no cobraban y empezaba a discutirse si sus tareas debían o no ser rentadas. Lo que los estudiantes proponían era acabar con las Academias y crear consejos directivos que eligieran por concurso a los profesores, además de reclamar mayor espacio edilicio. En ese momento nacieron todos los centros de estudiantes: en 1908 se fundó la Federación Universitaria de Buenos Aires, en 1905 se fundó el Centro de Derecho que ya en 1910 tenía 400 miembros que pagaban $1,50 por mes. Se comenzó a editar también una revista de estudiantes, científicamente muy importante, que se llamó Revista Jurídica y de Ciencias Sociales que subsistió hasta mediados de los años 50.
El Centro no consiguió revocar la resolución y el conflicto continuó por la escasez de pupitres. Pero pese a eso los estudiantes obtuvieron algunas conquistas: el cese de las Academias, la creación de consejos directivos con elecciones de profesores, y la supresión del examen general por falta de asistencia. Finalmente, el Dr. Sanguinetti se sorprendió por la poca repercusión externa que tuvo la revolución e insistió nuevamente en seguir investigando los pormenores del hecho.