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Año XIII - Edición 236 11 de septiembre de 2014

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Relevancia actual del Juicio a las Juntas
Presentación del libro “Cuando el poder perdió el juicio”, de Luis Moreno Ocampo

  • Nota de Tapa

El 2 de septiembre pasado el Dr. Luis Moreno Ocampo presentó la segunda edición de su libro "Cuando el poder perdió el juicio" durante una jornada sobre la relevancia actual del Juicio a las Juntas. La actividad, desarrollada en el Salón Rojo, contó con la participación de la Decana Mónica Pinto.

En primer término, la Decana Mónica Pinto recordó que Moreno Ocampo estudió, se graduó y enseñó en esta casa, además de presentar la primera edición de este libro. En este sentido, afirmó que dentro de los logros de la Facultad está el haber contribuido a que uno de sus miembros haya sido fiscal en el Juicio a las Juntas y en la Corte Penal Internacional.

Acto seguido, Luis Moreno Ocampo planteó la relevancia de la enseñanza del Derecho en Buenos Aires para llevar a cabo el Juicio a las Juntas. Del mismo modo, repasó la carrera de Luis Jiménez de Asúa, jurista español que se instaló en Buenos Aires. “Cuando yo estaba en el Juicio a las Juntas, veía que cinco de los seis jueces habían sido alumnos de Jiménez de Asúa (…) Jiménez de Asúa triunfó, su triunfo tardó 15 años, pero estableció su idea y triunfó”, destacó. En relación con el Juicio a las Juntas, consideró que los jóvenes no conocen bien estos juicios. “Me parece que sería bueno entender algunas cosas de lo que pasó”, opinó. De esta manera, explicó que la figura penal que usaron no fueron normas de Derecho Internacional, usando solamente homicidio y privación de libertad. La segunda cuestión técnica de Derecho Penal discutida fue cómo calificar la autoridad de los comandantes. “En la Argentina estamos muy influenciados por el Derecho Penal alemán, que exige diferenciar el autor del partícipe, y esto generaba mucha discusión”, explicó. Asimismo, en Derecho Procesal hubo dos innovaciones muy importantes. “En principio, una forma de ejercicio del principio de oportunidad que era la única forma de llevar adelante un juicio por miles de muertos, secuestrados y desaparecidos; y la idea de que el fiscal investiga”, estimó. Del mismo modo, describió que las víctimas eran llamadas, siendo la CONADEP la fuente de información, y se les preguntaba qué les había sucedido. Así, se buscaban testigos de la privación de libertad y para confirmar la versión se conseguían los documentos oficiales de denuncia. Con relación a los homicidios, Moreno Ocampo relató que se quisieron probar los homicidios de las personas cuyos cuerpos habían aparecido. “Nunca quisimos llevar el caso de una persona cuyo cuerpo no había aparecido porque eso era un riesgo enorme”, expresó. Además, remarcó que en Argentina el modelo de represión ilegal fue enseñado por los coroneles franceses que trabajaron en Argelia, quienes tenían una cadena de mando muy corta de cuatro niveles, mediante la cual un general tenía un territorio controlado. Asimismo, analizó que “Argentina tenía abogados formados teóricamente y entendían la historia, pero además hubo un proceso político y social que generó que toda la sociedad estuviera de acuerdo en aplicar la ley”. En la misma línea argumental, subrayó que la gente pasó de no importarle esta cuestión a que este tema se transformara en el tema central. Entretanto, puntualizó que el desafío de la Facultad es cómo enseñar a articular a los argentinos con la ley.

Retomando la palabra, la Decana Mónica Pinto se refirió a la importancia de esta actividad. “Entre las misiones que tiene la Facultad, está aquello de problematizar la realidad en la cual la Universidad está inserta”, manifestó. De esta manera, indicó que la Facultad fue protagonista durante ese tiempo porque quienes eran protagonistas estaban en esta casa. “La Facultad estuvo muy presente y forma parte de nuestro legado”, señaló Pinto. Asimismo, puntualizó la importancia de que los estudiantes conozcan el pasado reciente. Caracterizó a la decisión argentina sobre el modo de tratar el pasado reciente de violaciones sistemáticas de derechos humanos como “absolutamente innovadora”. En cuanto a la CONADEP, aseveró que permitió reconocer una verdad que muchos conocían en esta sociedad pero tenía que estar por escrito de una manera formal. “La CONADEP fue el termómetro que permitió saber que podíamos tener un juicio a las juntas”, examinó. Por otra parte, destacó que es difícil pensar que fue una verdad unilateral, “en cuanto pudo ser unilateral, fue porque los procesados decidieron no abrir la boca, pero no porque no tuvieron la ocasión de hacerlo”. De esta forma, este juicio demostró la existencia de un plan criminal y sistemático de represión de la subversión, que era el modo en cual la dictadura militar llamó a los grupos armados y a todos aquellos que les parecieran afines a estos grupos. En cuanto a la clandestinidad argentina, sostuvo que esta permitía que hubiera hombres y mujeres sometidos a niveles de esclavitud muy importantes, que habían perdido cualquier dato que podría hacerlos pensar que eran personas y titulares de derechos, siendo reducidos a la condición de cosa. “El Juicio a las Juntas demostró, a partir del análisis de la prueba producida, que ese plan criminal había sido concebido por mucho tiempo por las cabezas de la Fuerzas Armadas, que había sido controlado en su ejecución por esas mismas cabezas”, enfatizó. Con relación a la segunda edición de este libro que se presentó, Pinto aseveró: “Esta segunda edición muestra un Moreno Ocampo que atravesó más cosas. Hay muchas cosas que ya se sabían cuando escribió el libro en 1996 pero va más allá (…) Este libro pretende identificar determinados datos que todos deberíamos conocer para que no vuelva a suceder”.

“Argentina tenía abogados formados teóricamente y entendían la historia, pero además hubo un proceso político y social que generó que toda la sociedad estuviera de acuerdo en aplicar la ley”, analizó el Dr. Luis Moreno Ocampo.