Presentación del libro “La Convención Americana: teoría y jurisprudencia” de la Dra. Cecilia Medina Quiroga
Como corolario de la visita a la Argentina de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el pasado 10 de abril fue presentado en el Salón Rojo de nuestra Facultad el libro “La Convención Americana: teoría y jurisprudencia” de la profesora Cecilia Medina Quiroga.
Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad de Chile y Doctorada en Derecho en la Universidad de Utrecht, Holanda, la Dra. Medina Quiroga es profesora de Derecho Internacional de los Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y durante ocho años fue miembro del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ocupando la presidencia entre los años 1999 y 2000. Actualmente es Jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde enero de 2004.
La presentación estuvo a cargo de la Dra. Mónica Pinto, quien realizó unos breves comentarios a la obra y a la trayectoria de la Dra. Quiroga. Aclaró que la obra no está escrita desde la visión de la jueza sino desde la faceta académica de la profesora. Destacó en su análisis la visión integradora, interdependiente e indivisible de las normas de derechos humanos que hace la autora, yendo y viniendo del Sistema Universal al Sistema Interamericano, y tomando en cuenta las condiciones de vigencia tanto de la Convención Americana de Derechos Humanos como del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Como valor agregado, la Dra. Pinto señaló el provecho que la autora saca de su experiencia y la visión personal que imprime sobre lo que aconteció y lo que todavía falta concretar. Lo que Cecilia Medina Quiroga pone de relieve —señaló Pinto— es que “cuando hablamos de derechos humanos hablamos de obviedades, pero el problema es que si no se los garantiza activamente nada de ello sirve”.
Para dar paso a la palabra de la profesora Medina Quiroga, Mónica Pinto propuso dos preguntas centrales que consideró provechoso hacerle a nuestra visitante: ¿Qué opinión tiene sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos? Y, ¿Cuál es su visión sobre la importancia de los enfoques de género?.
Cecilia Medina Quiroga agradeció profundamente la presentación y se aprestó directamente a responder las preguntas: “Tengo una profunda convicción de que la única manera de relacionarme con otros son las reglas” —comenzó diciendo—, al menos como una fe general en el derecho: reglar cómo nos tratamos los unos a los otros. De esta manera, explicó que en Derechos Humanos el punto de partida es la protección de la dignidad de las personas y, a partir de allí, nacen numerosos tratados y derechos que tienden a ese fin.
Pero para entender mejor esta evolución, la Jueza aclaró que es preciso revisar que cuando nació la corriente de Derechos Humanos a mediados del siglo XX, en América tuvo que pasar mucho tiempo para que se pudiera aprender ese lenguaje que provenía de experiencias ajenas —aunque no tanto—. Este arraigo —continuó— sólo puede lograrse con el convencimiento de toda la población.
Para nuestra invitada, la mejor manera de funcionalizar y potenciar el Sistema Interamericano es que los propios sistemas nacionales adopten internamente las normas interamericanas. Luego, en una segunda etapa, que estas normas se conviertan en la conducta habitual de las personas. “Yo creo que este sistema es indispensable y que ha mejorado sin dudas la vida de todos nosotros” —expresó optimista—, y destacó sobre todo la importancia del accionar de la Comisión Interamericana y de la Corte Interamericana.
En cuanto a la protección de los grupos minoritarios o desfavorecidos, la Dra. Medina Quiroga propuso, de acuerdo a su experiencia, comenzar por abrir nuestra comprensión lingüística y conciliar las distintas formas que hay de definir un mismo término en la Convención Americana, que para algunos grupos significa una cosa y para otros otra. En el caso particular de las mujeres, sostuvo que no se ha visto favorecida por el Sistema Interamericano, al menos hasta ahora. Sin embargo, aconsejó prestar atención a la Observación General Nº 28 del Comité Internacional de Derechos Humanos como un logrado avance en el tema. Culminó diciendo: “No sé si es importante que haya mujeres en los órganos, sino que tal vez, lo más relevante, es que haya personas con una mayor sensibilidad, capaces de entender y viabilizar las necesidades de todos”.