Presentación del libro “La aplicación de los tratados sobre Derechos Humanos en el ámbito local. La experiencia de una década (1994-2005)”
La reforma constitucional operada en 1994 supuso la incorporación de una serie de instrumentos internacionales relativos a la protección y promoción de los Derechos Humanos. Con el objetivo de aportar elaboraciones y desarrollos doctrinarios y jurisprudenciales acerca de la aplicación de aquellos convenios internacionales por los tribunales nacionales y realizar un balance crítico de la recepción del derecho internacional en la elaboración de políticas públicas, fue elaborado el libro “La aplicación de los tratados sobre Derechos Humanos en el ámbito local. La experiencia de una década (1994-2005)”. La obra, coeditada por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Editores del Puerto, fue presentada el pasado 10 de septiembre en el Salón Auditorio de nuestra Facultad. Durante el evento, hicieron uso de la palabra el Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Dr. Aníbal Fernández; el Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Dr. Jorge Taiana; el miembro argentino de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Dr. Víctor Abramovich; y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Ricardo L. Lorenzetti. El Director Ejecutivo del CELS, Gastón Chillier, ofició como presentador y coordinador del acto.
En primer término, el Dr. Aníbal Fernández afirmó que el libro es necesario porque refleja el grado de avance de nuestro orden jurídico respecto a la aplicación de los Tratados de Derechos Humanos. Seguidamente, destacó dos hechos políticos acaecidos durante el período abordado por la obra: la auto limitación del Poder Ejecutivo respecto a la designación de los jueces de la Corte Suprema y “el fin de la impunidad”, mediante la nulidad decretada respecto de la ley de punto final y los indultos. Sin embargo, aclaró que es menester avanzar más lejos. En este sentido, indicó que el Pacto Internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales define a la salud, la calidad de vida y la reducción de daños como Derechos Humanos de segunda generación y que debe abordarse la problemática. Así, destacó las políticas públicas que se están desarrollando para el logro de la protección y promoción de esos derechos fundamentales. “Hemos adoptado una política de transparencia. No negamos lo innegable, afrontamos la responsabilidad”, aseguró. También destacó el trabajo actualmente llevado a cabo por el gobierno nacional en casos puntuales referidos al acceso a la justicia de los pueblos originarios y la libertad de expresión.
Finalmente, en consonancia con uno de los artículos de la obra presentada, declaró que para el gobierno nacional resulta un punto fundamental de su política de Derechos Humanos el deber de juzgar las violaciones graves a los Derechos Humanos. “Esta obra colectiva es un elemento de consultas muy importante para enriquecer la discusión”, concluyó.
A su turno, el Dr. Jorge Taiana resaltó que nos encontramos transitando el 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, punto de partida moderno de un sistema internacional de protección y promoción de los Derechos Humanos y del reconocimiento de la persona como sujeto del Derecho Internacional. De esta manera, sostuvo que el resultado, si bien parcial y limitado, es positivo, pues se ha avanzado en términos de derechos universales, indivisibles e interdependientes. Añadió que muchos de los trabajos del libro se refieren a los derechos económicos, sociales y culturales. En lo concerniente a los desafíos que se presentan, entendió que la defensa de la integridad y fortaleza del sistema internacional y regional de Derechos Humanos es una política prioritaria para Argentina y, a la vez, una manera importante de preservar y promover la garantía y el desarrollo de los derechos. En idéntica tesitura, declaró que la política del gobierno argentino, al propiciar el avance de soluciones amistosas, ha sido de vanguardia porque con la celeridad se evitan demoras que pueden transformarse en violaciones adicionales. Asimismo, las consideró un instrumento conducente al avance en temas donde existen problemas en el aseguramiento de la vigencia de los derechos establecidos en la Convención Americana de Derechos Humanos.
Posteriormente, el Dr. Víctor Abramovich señaló que, durante los años en que se elaboró el libro, la evolución del Derecho Internacional en el ámbito interno ha sido vertiginosa. Así, manifestó que la actual Corte Suprema ha ido más lejos de lo que ningún tribunal argentino fue en término de aplicación de los tratados de Derechos Humanos. Respecto a la obra presentada, indicó que apunta también a la actuación del poder político y remarcó el proceso de oficialización del discurso de los Derechos Humanos, plasmado en la creación de agencias especializadas en la implementación de políticas conducentes a su efectivización. Luego, aseveró que la incorporación del Derecho Internacional al ámbito interno genera una necesidad de articulación y, por ende, fuertes tensiones.
En otro orden de ideas, reseñó breves ideas acerca de temas centrales para una agenda de reformas institucionales en el futuro. De esta manera, y en lo concerniente al impacto de los Tratados de Derechos Humanos en la organización federal, subrayó que las provincias son sujetos obligados a la aplicación de los tratados y que, ante su incumplimiento, es el Estado Federal el que incurre en responsabilidad. Para finalizar, puntualizó que quedaría pendiente, en lo relativo a la reapertura de causas penales por aplicación de jurisprudencia internacional, la cuestión de las garantías de los imputados que no participaron del proceso internacional.
“Es relevante reconocer la existencia de principios fundamentales admitidos y consensuados en la comunidad jurídica argentina sobre la aplicación de los tratados”, señaló el Dr. Ricardo L. Lorenzetti, para luego mencionar la presunción de operatividad de los Tratados, la obligatoriedad de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la introducción de nuevos cánones interpretativos provenientes del derecho internacional. En idéntica tesitura, opinó que estos principios constituyen una base que permite considerar superado el debate entre monismo y dualismo. En cuanto a los problemas derivados de la aplicación de los Tratados, resaltó el de las fuentes. Seguidamente, argumentó que si se admite la necesidad de que existan reglas internacionales de buen gobierno, de propiedad intelectual, en materia contractual y financiera, no puede objetarse la de contar con un sistema institucional global en materia de Derechos Humanos. Para concluir, reconoció que el problema de la implementación afecta a la efectivización cabal de los Derechos Humanos. “La participación ciudadana y el diálogo institucional entre poderes mejorará decisivamente la implementación”, finalizó.