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Año XXI - Edición 377 18 de agosto de 2022

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Presentación del libro Si quiere una garantía compre una tostadora. Ensayos sobre punitivismo y Estado de derecho, de Andrés Rosler

  • Nota de Tapa

El pasado 12 de julio, en el Salón Rojo, se realizó la presentación del libro Si quiere una garantía compre una tostadora. Ensayos sobre punitivismo y Estado de derecho, de Andrés Rosler. Expusieron: Daniel Pastor, Lisi Trejo y Leandro Vergara.

Primeramente, Lisi Trejo explicó el aporte de la obra presentada. Para comenzar, planteó que “recuerda la centralidad del resguardo de las garantías procesales básicas para la vigencia real del Estado de Derecho, esa noción que es la piedra basal sin la cual no existe ni orden constitucional, ni liberalismo político, ni república, ni democracia”. Posteriormente, definió al punitivismo como “un recurso exacerbado al Derecho Penal como respuesta a los más diversos problemas de la sociedad, empezando por demonizar a determinadas categorías de personas que delinquen para terminar en una especie de aire de época que, de lo más poluto, todo lo va contaminando a su paso”.

Acto seguido, Daniel Pastor prosiguió hablando sobre el autor Andrés Rosler, y lo describió como “un no penalista, que quería ser penalista y que, al final, es penalista, pero lo más importante es que, sea lo que sea, es el más sugerente en este momento para nuestros temas”. A continuación, hizo referencia al punitivismo, indicando que se llega al mismo mediante “la desconstitucionalización del sistema penal”, señalando ejemplos históricos. “Empezamos en las últimas décadas del siglo pasado con la teoría de neo constitucionalismo, empezar a transformar las preferencias en cánones constitucionales, aunque sean totalmente contrarios a lo que está en la constitución. (…) También pasamos de la protección al imputado que rigió soberanamente hasta los años 70 del siglo pasado, a darle mucho protagonismo a la víctima en los procesos, lo cual hace una contradicción imposible, no se puede proteger a los dos, el ejemplo clave es el in dubio pro reo, es pro reo, no es pro víctima, y si es pro víctima no es pro reo, y este es el terreno de las garantías, o están para uno o están para el otro”, comentó.

A su turno, Leandro Vergara declaró que “Andrés Rosler con su Ley es la Ley, y ahora con su tostadora, aparece desarmando a una corriente de pensamiento que viene imponiéndose por mayoría, el interpretativismo”. Posteriormente remarcó lo dicho en el libro sobre garantismo y punitivismo, específicamente: “El garantismo como bien se sabe, y Andrés lo remarca muy bien, se ocupa de que ningún inocente sea castigado, ello a costa de la incertidumbre que supone que algún culpable pueda resultar impune. Ese cálculo está concentrado en la máxima nullum crimen sine lege, por su parte, el punitivismo reclama que ningún crimen quede sin castigo, es decir que ningún culpable quede impune, la máxima rectora que gobierna es el pro cargo latino, que es nullum crimen sine poena. Entonces, el garantismo tiene que asumir que habrá culpables libres y el punitivismo, por su parte, tiene que asumir que habrá inocentes presos”.

Para concluir, Andrés Rosler relató cómo surgió la idea de publicar este libro: “A fines del año pasado, a Lisi Trejo se le ocurrió la idea de que se podía recopilar la trilogía de los ensayos que yo había escrito sobre el 2x1, es decir, sobre los fallos Muiña y Batalla, más un par de trabajos conexos, y publicarlos como un libro. Mi optimismo inherente me hizo expresar mis dudas acerca de la viabilidad de un libro que contuviera artículos ya publicados, para no hablar de la intriga acerca de qué editorial iba a aceptar un proyecto semejante. Lisi, que ya era autora de Editores del Sur, se iba a encargar de proponer la idea”. Asimismo, agregó que “es quien debe ser sindicada como la autora intelectual de esta asociación ilícita, hablando de asociaciones ilícitas. A Lisi también se le ocurrió la idea de que Daniel escribiera el prólogo, obviamente era una gran idea, que jamás se me podría haber ocurrido, y que Daniel aceptó muy generosamente, no sólo eso, sino que escribió el mejor prólogo que yo hubiera podido desear”.

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