Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
Diana Maffía, Mónica Pinto y Dora Barrancos
Diana Maffía, Mónica Pinto y Dora Barrancos
Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
Presentación de los resultados de Argentina cuenta la violencia machista
El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el Aula Magna se realizó la presentación de los resultados del primer índice nacional de violencia machista, denominado Argentina cuenta la violencia machista.
En este marco, la decana Mónica Pinto afirmó que “la violencia contra la mujer lo único que hace es explicitar, hacer más evidentes, las desiguales relaciones de poder que históricamente existen entre los hombres y las mujeres en las sociedades”. En este sentido, remarcó que relaciones patriarcales y de dominación han logrado consolidar una cultura que internaliza y naturaliza la violencia. Históricamente las relaciones y las actitudes tradicionales al interior de la familia y de la sociedad han considerado a la mujer como subordinada y han fomentado una serie de estereotipos que contribuyen a perpetuar prácticas que entrañan violencia. Más tarde hizo alusión a la importancia de que este índice se presente en la Facultad: “Esta es la Facultad de Derecho más importante del país, en esta Facultad se forman futuros jueces y juezas, defensores y defensoras, fiscales, legisladores, gobernadores y gobernadoras. Es importante que en esta casa, que empezó a enseñar derechos humanos en 1986, podamos seguir apostando a la educación en derechos humanos y en políticas de género como una herramienta válida para tratar de modificar la realidad”.
Luego, Ingrid Beck explicó la iniciativa y realizó los correspondientes agradecimientos. “Fue una iniciativa que tiene que ver con impulsar desde la sociedad civil la desnaturalización de las violencias que sufrimos las mujeres y que pocas veces contamos”, manifestó. Tras esto, Diana Maffía examinó que la iniciativa Ni una menos “le ha dado una dimensión a la expresión de muchas organizaciones de mujeres relacionadas con la lucha contra la violencia de género, contra la violencia machista”. Maffía hizo referencia a que la marcha Ni una menos fue objetivamente un reclamo hacia al Estado, “poner de manifiesto este sistema arbitrario de poder y reclamar al Estado por ese sistema, reclamar al Estado no haber puesto los recursos suficientes como para que tengamos lo que corresponde tener de acuerdo con estos tratados, una vida libre de violencia, que es un derecho de cualquier ciudadano y ciudadana”. Asimismo, observó que para que las mujeres tengan una vida libre de violencia, primero se debe deshacer un espejismo, el espejismo que separa lo público de lo privado. “El lugar de mayor peligrosidad para las mujeres es su propia casa, el que para otras personas podría significar un lugar de protección, un lugar de descanso, un lugar regido por el afecto, el amor y el cuidado, ese es lugar donde generalmente somos maltratadas, violentadas y asesinadas”, examinó Maffía.
Por su parte, Dora Barrancos hizo alusión a los feminismos en la historia. Mencionó que desde la Convención de Belém do Pará los combates del feminismo se hicieron mucho más contundentes. Además, añadió: “Este país ha venido manifestando una violencia que es difícil decir que es creciente. Yo discuto fuertemente porque no ganamos nada diciendo que subió la violencia, tenemos que tener gran competencia para mostrar series estadísticas acerca de la violencia”. El Ni una menos ha despertado a los feminismos, que cambiaron muchísimo. “Los feminismos, felizmente, ya no son los de antes”, consideró. Respecto al informe, examinó que “intuitivamente, todas sabemos que a la otra le pasó algo porque me pasó también a mí. Es una especie de máxima que tenemos dentro”. Más adelante, adicionó que la ley 26.485 obliga inexorablemente a todas las instituciones públicas a ponerse al día con la ley. “Digo que hay a veces intervenciones que pueden hacer las instituciones que deberían evitar judicializaciones de algunas cuestiones. Porque si alguien maltrata en un lugar de trabajo, ¿es posible que la institución no esté al tanto, no arbitre, no ingrese?”, destacó. Hacia el final, se hizo un recorrido por algunos datos del informe.
Posteriormente, en las Escalinatas de la Facultad, tuvo lugar una performance de artistas plásticos por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la cual consistió en la exhibición de maniquíes intervenidos y la elaboración de una gran alfombra de periódicos con noticias al respecto.
“El lugar de mayor peligrosidad para las mujeres es su propia casa, el que para otras personas podría significar un lugar de protección, un lugar de descanso, un lugar regido por el afecto, el amor y el cuidado, ese es lugar donde generalmente somos maltratadas, violentadas y asesinadas”, examinó Diana Maffía.