Política exterior del próximo gobierno II: intereses y prioridades en el contexto internacional
El pasado 5 de octubre se llevó a cabo en el Aula Magna un panel organizado por la Maestría en Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho de la UBA, la Red Argentina de Centros de Estudio Internacionales (RACEI), la Fundación Konrad Adenauer Stiftung y la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) que versó sobre los intereses y prioridades en torno a la política exterior del próximo gobierno.
Para empezar, la Decana Mónica Pinto tuvo a su cargo la apertura de la actividad. En este marco, dio la bienvenida y destacó que el evento “hace a nuestra tarea como integrantes de la comunidad política de la Argentina”. A continuación, Elsa Llenderrozas explicó que este es el segundo panel que se organiza alrededor del tema de política exterior del próximo gobierno en el marco de la UBA. Asimismo, presentó el evento y a los panelistas. Patricio Mateo Carmody fue el moderador el evento. “Acá tenemos lo más parecido que hay en Argentina a hombres de estado: son tres embajadores de carrera que conocen cómo funciona su Estado, pero también cómo funcionan otros Estados y cómo funcionan los organismos internacionales”, describió.
De esta manera, Ricardo Lagorio (Frente para la Victoria) destacó que Argentina tiene “nobles tradiciones internacionales”. Asimismo, explicó que actualmente nos encontramos en un mundo globalizado, donde lo interno y lo externo no se distingue fácilmente. “Hay nichos de política exterior en todos los ámbitos del Estado y en todas las dimensiones de una Nación. Esto lleva a un primer desafío para las cancillerías (…) ya no podemos liderar por monopolios, sino liderar por coordinación”, afirmó. Del mismo modo, abogó por tener una política exterior multidireccional, “que nos permita ingresar al mundo por todos los ámbitos”. Así, la política exterior no puede estar divorciada del desarrollo nacional, sino que la política exterior es un instrumento del desarrollo nacional. “Eso el gobernador (Daniel Scioli) lo explicita perfectamente con esta frase ‘más Argentina en el mundo, más mundo en Argentina’, donde hay dos dimensiones muy fuertes, el desarrollo y la integración”. Más tarde, examinó que el desafío es la integración basada en infraestructura y logística.
Luego, Rogelio Pfirter (PRO) se mostró de acuerdo en que la política exterior debe reflejar la política interna. “Estamos en América del Sur, limitamos con cinco países con los que compartimos un origen, una cultura y una visión similar del mundo”, explicó. Remarcó, asimismo, que tenemos valores heredados del propio origen cultural. “Como estamos insertados en los valores de Occidente privilegiamos los principios que están en la Constitución: el comercio y la promoción de las relaciones internacionales económicas son fundamentales. (…) Pero el comercio solo no puede fijar las relaciones internacionales. Siento que en este momento, producto de que todos estos factores no están siendo respetados de manera equilibrada, hemos perdido precisamente eso, el equilibrio”. En este sentido, expresó que para recuperar el equilibrio hay que reconocer, por ejemplo, que con América del Norte y Europa, “tenemos coincidencias fundamentales que es anormal no seguir cultivando con intensidad”. También son países extremadamente importantes para que Argentina pueda desarrollar con plenitud la agenda del siglo XXI. “La geografía nos hace privilegiar la relación regional, y así debe ser. Brasil es para Argentina un país central”, añadió.
Posteriormente, Roberto García Moritán (Frente Renovador) sostuvo que poner en marcha una buena diplomacia es indispensable para proyectar, con posibilidades de éxito, los intereses de la Nación. “Vivimos en un mundo complejo, donde hay fenómenos diarios que nos sorprenden”, adicionó. Hizo alusión a que Argentina tiene que empezar a adoptar una actitud ética en el comportamiento internacional. “Una segunda cuestión se vincula con una relación abierta con el mundo y esto significa esencialmente mantener excelentes relaciones con todos los principales países, sean superpotencias, estados desarrollados, estados emergentes o sean países en desarrollo. Ni la geografía ni los puntos cardinales deberían supeditar la calidad de esta relación y esperamos, en el caso de tener la oportunidad de gobernar la Argentina, tener la posibilidad de mantener relaciones sólidas e intensas con todos los países en condiciones de absoluta igualdad”, remarcó. Además, señaló que se le debe otorgar a la OEA la vitalidad que ha perdido. “El debilitamiento de la OEA, en particular del sistema de derechos humanos, nos parece una situación que debe modificarse urgentemente”, resaltó. Del mismo modo, indicó que América Latina constituye un vértice central del relacionamiento externo.