Nuevas herramientas y desafíos para la formación universitaria de Derechos Humanos. Presentación del módulo virtual del Programa de Derechos Humanos de la UBA
Con motivo de la presentación del módulo virtual del Programa de Derechos Humanos de la UBA, el pasado 22 de marzo se reunieron en el Salón Rojo el Rector de la UBA, Dr. Ruben Hallu, la Decana de la Facultad de Derecho y Coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la UBA, Dra. Mónica Pinto, el Subdirector del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Dr. Juan Navarrete, el Profesor Asociado de la Cátedra Cultura para la Paz y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y Presidente del Comité para la Defensa de la Salud, la Ética y los Derechos Humanos (CODESEDH), Dr. Norberto Liwski, y la Secretaria Académica de la Facultad de Agronomía (UBA) - Grupo de Estudio y Trabajo en Derechos Humanos, Ing. Agr. Marcela Gally.
La primera en tomar la palabra fue la Dra. Mónica Pinto, quien destacó que la educación pública, laica y gratuita dela UBA sólo tiene compromiso ideológico con la democracia y con los valores que ella preserva. Consideró entonces quela Argentina del siglo XXI no se comprende sin computar un pasado mediato de debilidad institucional, de desgaste de los liderazgos políticos, de desconfianza en la decisión del “soberano” y un pasado reciente de violación sistemática de los Derechos Humanos y de actuación prescindente del derecho. “Si el mundo del siglo XX incorporó a los Derechos Humanos como uno de sus temas centrales, no es dado pensar que la universidad pública argentina, y especialmente la Universidad de Buenos Aires, puedan prescindir de considerarlos”, manifestó. De este modo, recordó que el restablecimiento democrático nacional permitió regularizar institucionalmente a las Universidades públicas y condujo a la adopción de planes de estudios acordes con esta situación. En tal sentido, indicó que la educación debe orientarse al pleno desarrollo de la personalidad humana y debe fortalecer el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales.
En cuanto al programa que coordina, precisó que fue presentado el 24 de marzo de 2007 y propone que en un término relativamente breve se incluya una oferta académica sobre la enseñanza de los Derechos Humanos en todas las carreras de la Universidad de Buenos Aires. “Educar en Derechos Humanos implica, además de la enseñanza intelectual, cultivar conductas respetuosas de los valores de los Derechos Humanos y el compromiso social de los estudiantes para que se promueva y protejan en su futuro profesional y en su práctica ciudadana”, expresó. Describió también que el módulo virtual se trata de una página web, de tres cursos autoformativos y una serie de casos de ejercitación.
A continuación, la Ing. Agr. Marcela Gally hizo referencia a la experiencia de la incorporación en el año 2009 de un curso de Derechos Humanos para concluir con los estudios de grado en las carreras de Agronomía,la Licenciatura en Ciencias Ambientales yla Licenciatura en Economía y Administración Agraria.
“A lo largo de estos años, queda claro que todos tenemos que ver con los Derechos Humanos”, expresó. Además, destacó que es tarea dela Universidadalfabetizar en Derechos Humanos y formar estudiantes sensibles a estas problemáticas específicas. Para concluir, se proyectó un video sobre la metodología de los cursos que se llevaron a cabo durante el año 2012.
Por su parte, el Dr. Norberto Liwski comentó las acciones y la oferta enla Facultad de Ciencias Sociales, que cuenta con una cátedra de Derechos Humanos que cumplió más de 10 años. Así, remarcó quela Universidad se compromete con las prioridades dinámicas, asegurando que “la llegada del módulo virtual es una iniciativa que puede ayudar en una dirección compleja para resolver las contradicciones que se generan en torno a este tema: la formación en Derechos Humanos, que con facilidad ingresa al interés colectivo, pero que tiene grandes obstáculos para proyectarse en el ejercicio efectivo de las profesiones”.
También se refirió a la existencia de un escenario de comunicación sumamente activo en el pasado y el presente, y resaltó la cultura contra la impunidad. Consideró, por último, que la coherencia entre el pensamiento y la acción en el campo de los Derechos Humanos es un enorme desafío.
Seguidamente, el Dr. Juan Navarrete precisó que el mandato fundacional del Instituto Interamericano de Derechos Humanos fue la educación de Derechos Humanos. De tal modo, recordó que cuandola Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió su primera sentencia la mayoría de los países del continente estaban bajo regímenes dictatoriales, pocas democracias, frágiles y débiles. Aseveró asimismo que la construcción de una cultura por el respeto de los Derechos Humanos no sólo debe ser de promoción sino de compromiso político. Advirtió entonces que las Facultades de la mayoría de los países de América Latina no cuentan con contenidos en Derechos Humanos y, en este sentido, opinó quela Universidad de Buenos Aires ha asumido este compromiso político.
Asimismo, resaltó la exigencia por parte dela Corte Interamericanarespecto a los Estados que deben asumir compromisos concretos en el diseño de programas de educación en Derechos Humanos en distintas instancias, que deben ser permanentes y deben contar con recursos para su realización. Observó, finalmente, que la formación de futuros profesionales en Derechos Humanos influirá en las políticas públicas de los países.
Hacia el final, el Dr. Ruben Hallu marcó que “la Universidad no sólo forma profesionales, sino que debe formar ciudadanos íntegros”. Precisó también la carencia de materias en Derechos Humanos en las carreras humanísticas, dado que eran optativas. Así, distinguió el trabajo realizado que contó con la aprobación del Consejo Superior y enfatizó en que la tarea va a seguir creciendo.
“Si el mundo del siglo XX incorporó a los Derechos Humanos como uno de sus temas centrales, no es dado pensar que la universidad pública argentina, y especialmente la Universidad de Buenos Aires, puedan prescindir de considerarlos”, manifestó la Decana Mónica Pinto.