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Año XVI - Edición 282 20 de abril de 2017

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La Unión Europea, Francia y la Argentina

  • Nota de Tapa

El pasado 3 de abril en el Salón Verde se llevó adelante la actividad “La Unión Europea, Francia y la Argentina”, en cuyo marco Christian Masset, secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores y Desarrollo Internacional de Francia, brindó una conferencia magistral. Masset fue presentado por el embajador Alberto Luis Daverede, quien asimismo es presidente del Comité de Asuntos Europeos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).

En primer lugar, la decana Mónica Pinto dio la bienvenida al evento. “Para la Facultad de Derecho que yo represento en este momento es un enorme honor tener entre nosotros hoy a Christian Masset”, resaltó. Por otra parte, sostuvo que “en la tarea de formar a aquellos que van a trabajar el derecho en la sociedad argentina en épocas cada día más complejas y cada día más cambiantes, el poder entender por qué un libro de derecho francés empieza por un lado y un libro de derecho de otro país del mundo empieza por otro, es también una riqueza”. Por su parte, Alberto Luis Daverede presentó al expositor. Luego, expuso que “los vínculos entre Argentina y Francia no se limitan a los aspectos comerciales, las inversiones, temas económicos, sino que se remontan en el tiempo en la influencia que han tenido los pensadores y los filósofos franceses, aun antes de nuestra etapa de independencia, y la cultura francesa que se encuentra presente en la arquitectura y también en la gastronomía”.

A su turno, Chistian Masset expresó que “los valores que enseña esta Facultad son los mismos que se enseñan en las facultades de derecho en Francia. Esos valores nos unen y nos han unido desde hace más de dos siglos, porque nuestras dos naciones son herederas de la Ilustración. La Revolución Francesa y la Independencia de Argentina tienen exactamente las mismas raíces”. Luego, contó que “en el Ministerio de Asuntos Exteriores tenemos cada año una conferencia de embajadores y el tema durante estos últimos años ha sido la multiplicación de las crisis. Pero lo que vemos ahora es que no se trata solamente de una multiplicación de crisis, sino de formas de ruptura que nos muestran que estamos entrando en nuevo período”. En la misma línea, explicó que estas rupturas tienen sus causas profundas entre el orden económico, que se globaliza, y el orden social y político que se queda nacional. Indicó, como síntoma de las rupturas, las elecciones estadounidenses y el brexit. Con relación a las elecciones estadounidenses, manifestó que es un hecho que provoca incertidumbres, proteccionismo, cuestionamiento del multilateralismo, de la solidaridad nacional y de la solidaridad de las alianzas. Sin embargo, señaló Masset, “la tentación del repliegue sobre uno mismo y del nacionalismo va más allá de los Estados Unidos. En Europa también desaparece el consenso sobre los beneficios de las economías abiertas y de los intercambios internacionales en las sociedades cuya cohesión se resquebrajó por la crisis económica y por aumento del paro de los jóvenes”. Asimismo, contó que “la perspectiva de nuevos acuerdos de libre comercio nos suscita una adhesión espontánea”. Explicó, como ejemplo, que la mayoría de los gobiernos europeos tuvo que comprometerse intensamente el otoño pasado para defender el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Canadá, a pesar de ser considerado uno de los acuerdos más supervisados y conformes a los intereses de la UE. Agregó, en el mismo sentido, que la votación del pueblo británico en julio del 2016 a favor de salir de la UE fue un golpe bajo. “Introdujo por primera vez una perspectiva de reversibilidad de la construcción europea. Ciertos movimientos populistas en Europa vieron en aquella votación una señal de que había llegado el tiempo de cuestionar las trasferencias de soberanía que definen el proyecto europeo hace 60 años”, reflexionó. Hacia el final, se refirió a una ruptura que es muy importante y que está relacionada con la desaparición de las fronteras entre la seguridad interior y la seguridad exterior: el terrorismo es el caso más obvio. También, en este marco, mencionó el ciberespacio y la lucha informacional. “La combinación de los dos pone en peligro un gran número de democracias y esos son desafíos que tenemos que ver y afrontar con urgencia”, subrayó. Resaltó, más adelante, que “la respuesta de Francia ante esta fase de ruptura se define primero por una voluntad de mantener su independencia y de desarrollar sus alianzas. Pero se define también en el marco de la UE, es la elección que hicimos hace más de 60 años en un mundo de países, solo podemos tener peso mediante una UE unida y determinada a defender sus intereses y nuestra mayor base para el futuro sigue siendo una UE más fuerte”.