La UBA distinguió con el doctorado honoris causa a los profesores Manuel Castells y Reto Hilty
La UBA distinguió con el doctorado honoris causa a los profesores Manuel Castells y Reto Hilty.
Los días 12 de noviembre y 31 de octubre tuvieron lugar los actos por los cuales los profesores Manuel Castells y Reto Hilty fueron investidos como doctores honoris causa por la Universidad de Buenos Aires.
El pasado 12 de noviembre, en el Salón Verde, tuvo lugar el acto por el cual se le entregó el diploma y la medalla que acredita al profesor Manuel Castells como doctor honoris causa de la UBA.
La laudatio académica estuvo a cargo del profesor Ricardo Rabinovich-Berkman. Posteriormente, el profesor Castells dictó una conferencia magistral de investidura titulada "La Universidad en la sociedad red: una perspectiva global".
La ceremonia estuvo presidida por el vicerrector de la UBA, Juan Pablo Mas Velez, el secretario general de ADUBA y FEDUN, Daniel Ricci, y la secretaria de Asuntos Académicos de la UBA, Catalina Nosiglia.
Tras las palabras de bienvenida de Catalina Nosiglia y Daniel Ricci, intervino el profesor Ricardo Rabinovich-Berkman. “La figura extraordinaria de Manuel Castells excede cualquier demarcación prefabricada. Se ha destacado en una amplitud de áreas tal que despertaría la envidia de cualquier renacentista. Pero solemos reconocerlo por sobre otras aristas como sociólogo y economista”, sostuvo y agregó que “no dudo también calificarlo como historiador porque hay investigaciones y análisis en sus obras sobre la historia de la información y sus tecnologías asociadas de una agudeza remarcables”. Y sumó que “además lo llamo antropólogo con especial atención a sus estudios sobre las conductas en relación con las redes sociales”.
En esa línea, sostuvo que “el elogiable otorgamiento de este doctorado proclama su creencia de que las ciencias jurídicas no se limitan al mero estudio sobre leyes, sentencias y doctrina dogmática, adhieren a una postura abierta, inter y multidisciplinar muchísimo más rica, fértil, más interesante, más profunda y más actual. Todo ello es coherente con la trayectoria de Manuel Castells”. Asimismo, reconoció que “de todas las innumerables enseñanzas que podemos obtener de sus obras reluce la de la maravilla del coraje científico, de ese valor que lleva al investigador y al docente a pasar por sobre los arbitrarios cercos que dividen las áreas del saber”.
Luego se realizó la entrega del diploma y la medalla que acreditan al profesor Manuel Castells como doctor honoris causa de la UBA.
Por su parte, el homenajeado comenzó destacando el rol de la institución universitaria en la actualidad: “El nuestro es un período histórico caracterizado por la globalización, la emergencia y difusión de una nueva estructura social, la sociedad red y por una dimensión tecnológica multidimensional que hace más que nunca de la información y el conocimiento la fuente del poder y de la riqueza de las naciones”. En este contexto, la institución universitaria es fundamental porque es la principal organización generadora de conocimiento en casi todo el mundo.
No solamente enfatizó el valor de la universidad en relación con el descubrimiento científico y de la innovación tecnológica y organizativa, sino también en tanto factor esencial de la formación de los trabajadores. “Es la clave de la capacidad de desarrollo de las economías y los países porque es de las mentes y las voluntades humanas de donde surge la riqueza, la innovación, la creatividad y eso viene a partir de la educación y en el centro de esa educación más avanzado está la universidad”, aseguró.
Por otro lado, se refirió a otra de las funciones que desarrollan las universidades. “También la universidad es central en la generación de cultura y de culturas ligadas a las identidades nacionales y sociales de cada país. El mundo no es plano, el mundo es diverso y proviene de identidades que se afirman cada vez más no cada vez menos y la preservación, la formalización y el enriquecimiento de esas identidades multiculturales tiene mucho que ver con las humanidades que se desarrollan en la universidad”, expresó.
Castells sostuvo que la universidad debería ser el campo de experimentación de nuevas técnicas de aprendizaje y debates ligados a este nuevo entorno tecnológico. En relación con esta caracterización, presentó una serie de ideas que se corresponderían con un nuevo modelo de universidad adaptado al actual entorno cultural, tecnológico y social: “Que por un lado esté anclado en los valores académicos tradicionales que no hay por qué cambiarlos, pero realizados y desarrollados, en un nuevo entorno en que la enseñanza, la investigación, la relación con la sociedad son diferentes”, indicó. Si bien este nuevo modelo debe adaptarse a las transformaciones globales solo puede desarrollarse específicamente en cada sociedad y en cada cultura, en base a sus necesidades específicas y su nivel de desarrollo.
En el Salón Rojo, el pasado 31 de octubre, se realizó el acto de entrega del doctorado honoris causa de la UBA al profesor Reto Hilty, director del Max Planck Institute for Innovation and Competition.
Participaron de la ceremonia el rector de la UBA, Alberto E. Barbieri, la secretaria académica, Silvia Nonna, el secretario de Coordinación y Relaciones Institucionales, Marcelo Haissiner, y el secretario general, Mariano Genovesi, quien tuvo a su cargo la laudatio académica. “El Estatuto de la Universidad de Buenos Aires faculta a su Consejo Superior a otorgar el título de doctor honoris causa por el voto de las dos terceras partes de sus miembros. Se trata de una distinción honorífica de la más alta jerarquía que otorga esta Universidad a personalidades nacionales o internacionales como reconocimiento a la excelencia y mérito sobresalientes”, comenzó diciendo Genovesi y remarcó: “Todas estas condiciones las encontramos en la extensa y reconocida trayectoria del profesor Hilty, quien ha realizado aportes sustanciales en el campo de la propiedad intelectual, el derecho de la competencia y el derecho internacional con impacto directo en la formación de políticas públicas de nuestros países”.
En cuanto a su trayectoria académica, señaló que el profesor Hilty realizó estudios de Ingeniería Mecánica en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) y Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zúrich, donde también obtuvo su doctorado y realizó estudios de posdoctorado.
Por otra parte, puntualizó: “Bajo el liderazgo y la autoría de Hilty, el instituto Max Planck promovió en los últimos quince años numerosas opiniones y declaraciones que han tenido un impacto sustancial en la formulación de políticas públicas”. El orador se refirió a tres de ellas: la declaración por una interpretación equilibrada de la regla de tres pasos en el derecho de autor, la declaración sobre protección de patentes y soberanía regulatoria bajo el ADPIC y la declaración sobre derechos exclusivos y derechos de accesos a datos. “Los lazos del profesor Hilty con la comunidad académica latinoamericana son largos y profundos. Ha formado investigadores y profesionales que se desempeñan en nuestro medio y ha promovido espacios de investigación y reflexión como por ejemplo la iniciativa Smart IP for Latin America”, subrayó por otro lado.
Luego se realizó la entrega del diploma y la medalla que acreditan al profesor Reto Hilty como doctor honoris causa de la UBA.
Posteriormente, el profesor Hilty dictó una conferencia magistral de investidura titulada “Potencial de la propiedad intelectual en América Latina”.
En primer lugar, se refirió a la iniciativa Smart IP for Latin America: “En esencia la iniciativa se trata de los derechos de propiedad intelectual y de que se utilicen con sentido común pero para entender por qué eso es tan importante hay que mirar más atrás”. Y explicó que “el problema actual no es, sin duda, que no existan suficientes derechos de propiedad intelectual en América Latina, especialmente en relación con el derecho de patentes”.
Reflexionó luego que “las razones por las que el potencial que esta parte meridional del conteniente siempre ha tenido y sigue teniendo no puede explotarse son muy variadas”. Sin embargo, expresó: “Espero que con nuestra iniciativa podamos aprovechar las oportunidades que se presenten en un punto u otro”.
En este sentido, brindó una serie de observaciones sobre las dificultades de América Latina para explotar su potencial. Indicó que “existen niveles de cooperación regional pero apenas existe una integración regional”. Y reconoció: “Es cierto que esto se trata de un desafío político sobre el que tenemos poca influencia directa como investigadores pero la iniciativa Smart IP intenta al menos intensificar la cooperación académica de la mejor manera posible integrando a los responsables políticos y a otros actores en la medida de lo posible”.
Como segunda razón, señaló que los Estados individuales se vuelven continuamente dependientes de otros países. Y como tercera razón se enfocó en que las economías de América Latina dependen en gran medida de la exportación de materia prima y están a merced de la turbulencia de la economía mundial. “Gracias a sus recursos América Latina contribuye indirectamente a muchas innovaciones importantes que en sí mismas se llevan adelante en otros lugares. El litio es un buen ejemplo. Chile y Argentina tienen los mayores yacimientos del mundo y el litio es conocido por ser un elemento clave en la producción de baterías”, desarrolló como cuarta y más relevante observación.