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Año II - Edición 39 27 de noviembre de 2003

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La Organización Mundial del Comercio y el fracaso de Cancún

  • Nota de Tapa

El pasado lunes 10 de noviembre, se celebró en el Salón Verde una conferencia intitulada "La OMC y el sistema multilateral de comercio después de Cancún". Organizada por Centro de Estudios Interdisciplinarios de Derecho Industrial y Económico –CEIDIE–, contó con la participación de Sandra Negro, que tuvo a cargo la presentación de los expositores.

Carlos Correa analizó la evolución de la OMC desde sus comienzos con el GATT de 1947. Recordó inicialmente la “Rueda de Tokio”, en donde fue considerablemente ampliada su temática, y  luego la “Ronda Uruguay”, a partir de la cual se constituyó la OMC con la estructura y temática que hoy se conoce.  Posteriormente, hizo referencia a los conocidos "temas de Singapur" (entre otros, compras gubernamentales, defensa de la competencia, inversiones), haciendo hincapié en su papel protagonista a la hora de llevar al fracaso la llamada “Rueda del milenio” iniciada en Doha (2000). Sostuvo que fueron los "oídos sordos" de los países desarrollados –que insistieron en la inclusión de estos temas– los que cerraron el diálogo con los países en desarrollo quienes –sabiendo que la agenda de Singapur importaba ceder de manera excesiva y sin obtener nada a cambio– se negaron a continuar con las negociaciones. Finalizó su exposición mencionando que, aunque la OMC juega un papel central en la economía internacional, el cierre de las negociaciones en Cancún puede significar un peligroso debilitamiento del sistema multilateral, en un marco en el que la realidad del comercio internacional no se condice con su retórica.

Roxana Blasetti explicó el Acuerdo Agrícola es sólo uno de los instrumentos que regulan temas relativos a la agricultura.  Subrayó la especial relevancia de las medidas fitosanitarias, los medios de evaluación técnica y las regulaciones atinentes al medio ambiente, así como los indicadores geográficos.  Luego de desarrollar las cuestiones específicas de cada uno de estos instrumentos y la propuesta de regulación expresada en la Conferencia de Cancún, entendió que el motivo principal del fracaso de las negociaciones fue que la Unión Europea y los Estados Unidos no respondieron, en general, a las demandas de los países en desarrollo. Finalmente, al concluir la conferencia observó que se había acentuado la polarización norte-sur en lo atinente a la materia. Además, advirtió sobre los potenciales peligros propios de los acuerdos bilaterales en la coyuntura resultante del fracaso de Cancún, y recordó las implicancias del fin de la llamada “cláusula de paz” previsto para fines de este año.