Jornada sobre Derecho y Economía
El pasado 27 de mayo el Departamento de Derecho Penal y Criminología organizó la jornada "Derecho y Economía" que contó con la participación de Michael Hassemer, Malena Pastor y Eugenio Sarrabayrouse. Moderó Daniel Pastor.
De manera introductoria, el profesor Daniel Pastor remarcó la importancia en este tipo de charlas interdisciplinarias.“Me parece cautivante, cada vez que mezclamos el Derecho con otras disciplinas ampliamos nuestro horizonte”, señaló Además, agregó que el derecho mejora su funcionamiento a partir de lo que los y las juristas aprenden de otras disciplinas: “Que uno puede resolver los conflictos con otros instrumentos y mejora nuestra propia doctrina”.
Posteriormente, tomó la palabra Eugenio Sarrabayrouse, quien contextualizó su exposición basándose en la obra El concepto del delito político económico, de Wolfgang Naucke, profesor de la Universidad de Frankfurt. “Me pareció importante revisar este tema por el contexto que estamos viviendo. Hay ciertas conductas que se consideraban delitos y hoy en día se ven como actos heroicos”, comentó. Como objetivo principal de su exposición, se propuso primero el repaso de algunos planteos de Naucke para luego analizar su obra. “El libro de Naucke busca el análisis en profundidad del alcance de la intervención estatal en materia económica. (...) Esto se debe a que poco antes de que escribiera la obra se produjo la crisis hipotecaria de Estados Unidos que luego en el año 2010/12 se trasladó a Europa”, expresó.
Sobre los planteos que le siguen a la idea principal de la obra, el expositor tomó la crítica al derecho penal alemán. “Para 1877, luego de la unificación alemana, los mismos ya tenían Código penal constitucional que se veía contradicho por las prácticas del mismo gobierno, en este caso el de Bismarck, que perseguía a los socialdemócratas porque se los consideraba enemigos del pueblo, esto a pesar de tener una Constitución de carácter liberal”, sostuvo. Continuó entonces sobre esta línea de análisis hasta que llegó al tema económico, donde hizo alusión a la crítica de Naucke al modelo no intervencionista del Estado, entonces para ir terminando, introdujo una de las últimas ideas de la obra “que es el rechazo a la idea de que los mercados tienen libertad. (...) Esta solo es asignada a las personas humanas”. Como conclusión, cerró: “El código penal en materia económica se rige por la idea de libertad de los mercados, dejando así muchas acciones ilícitas sin atención”.
La siguiente en exponer fue Malena Pastor, quien se encargó de introducir el tema sobre “Economía formal y lavado de dinero”. En lo primero que se enfocó fue en los orígenes de la criminalización del lavado de dinero. “Esto ocurre al principio del siglo 20 a partir de la necesidad de perseguir a las grandes organizaciones criminales, muchas veces de características transnacionales”, explicó. Dentro del contexto, además, introdujo jurisprudencia, habló del Money Laundry Act de 1986 y destacó “que comenzó un acelerado proceso de internacionalización de la figura”. Dentro de la internacionalización, remarcó la relevancia del GAFI: “Hoy en día existen más de 200 jurisdicciones que adhieren a la doctrina de persecución del lavado de dinero que lidera el organismo”.
Como contraparte a lo dicho anteriormente, introdujo las críticas al organismo, una de ellas, se produce gracias a la homogeneización de los perfiles políticos criminales de los estados, a partir de estrategias de presión, muchas veces impugnables. “Son las famosas blacklists de países no colaborativos”, agregó. Para terminar su intervención, concluyó: “Atravesamos un contexto crítico que requiere de una utilización eficaz de los limitados recursos con los que cuenta nuestro limitado sistema penal, en particular frente a estos fenómenos criminales complejos”.
Por último, Michael Hassemer propuso “buscar una situación en la que la metodología económica y jurídica chocan, y donde tal vez alguna de las dos, debería suspenderse por la otra”. Acto seguido, introdujo el tema de la soberanía, traído por un autor alemán, Carl Schmitt, de carácter nacional socialista. “Donde el soberano decide sobre el estado de excepción, donde se cambia de un método normativo a uno decisionista, es decir que la soberanía del soberano se basa en un cambio abrupto de un estado de derecho a uno decisionista donde se suspenden las garantías”, indicó. Y añadió que dentro de lo que se considera “estado de excepción” se incluyen guerras civiles y catástrofes naturales. Esto último lo llevó a preguntarse si “una crisis económica funcionaría como justificación para el estado de excepción”. Sobre esta cuestión remarcó en primer lugar la peligrosidad “porque tiene una tendencia antidemocrática”, pero a la vez, consideró que es una doctrina seductora “porque tenemos un momento donde el soberano se libera”.
Para ejemplificar esta doctrina, retomó dos casos. El primero de ellos, The War on terror, donde se vio el alcance del gobierno norteamericano sobre sus ciudadanos, “utilizando la excusa de la lucha del terrorismo pos 9/11”. El caso más extremo dentro de este ejemplo, se ve en “Guantánamo Bay, donde se tienen presos a personas con la excusa de un estado de excepción permanente”. Como segundo caso, utilizó a la pandemia: “La misma llevó a una actitud decisionista de muchos gobiernos, sin declarar el estado de excepción”.
Para finalizar, habló sobre la crisis política actual, donde planteó el rol del Estado “que ya no es neutral sino activo” y varios conceptos se están poniendo en duda, como la libertad de los mercados, donde cuestionó la visión del individuo “como un ser totalmente racional”. Concluyó, entonces, que “la economía no se resuelve con sólo una idea y tampoco trae una sola solución”.