Jornada de conmemoración de los 200 Años de la Universidad de Buenos Aires
El rol de la Universidad en la formación de magistrados y magistradas
El 17 de agosto la Maestría en Magistratura junto al Centro de Estudios sobre Justicia (CEJUS) organizaron la jornada "El rol de la Universidad en la formación de magistrados y magistradas" en conmemoración del bicentenario de la Universidad de Buenos Aires. Presentó Aurora Besalú Parkinson y moderó Adrián Ventura.
Participaron Jorge Vanossi, Felipe Fucito, Aída Kemelmajer, Ricardo Guibourg, Martín Farrell, Alberto Dalla Via, Miguel Ángel Ciuro Caldani, Héctor Chayer y Daniel Altmark
En primer lugar, Jorge Vanossi expuso sobre la Justicia: “Qué mejor inspiración que la que animó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación al cabo de su instalación cuando al pronunciarse en el caso del Fisco Nacional contra Ocampo en 1862 se manifestó diciendo que ‘es el tribunal de último resorte que creamos para todos los asuntos contenciosos en que se le ha dado jurisdicción como pertenecientes al Poder Judicial de la Nación en donde sus decisiones son finales y ningún tribunal nacional las puede revocar. De modo que en la esfera de sus atribuciones representa la soberanía nacional y es tan independiente en su ejercicio como el poder legislativo en su potestad de legislar y el poder ejecutivo en el desempeño de sus funciones’. En suma, la Corte es, al mismo tiempo, un tribunal y un poder del Estado y ambas calidades y condiciones indican de por sí la importancia que esta tiene”. Y planteó que “el problema de fondo proviene del disentimiento que se traduce entre los enfrentamientos de la partidocracia con la judicatura que se malquista a veces como si fueran malquerientes de mala voluntad entre un poder y el otro u otros indisponiéndose hasta llegar a enfrentamientos que son incompatibles con la división de poderes en un estado constitucional de derecho en que cada institución cumple sus roles funcionales según las potestades que le corresponden a cada una. Esa dificultad proviene de tanto en tanto y se debe dirimir a tiempo pues de proseguir así causa mucho daño a la actuación de las instituciones de la república”.
Felipe Fucito disertó sobre el condicionamiento político de la formación de los jueces. “En nuestra Facultad hoy estamos en un buen camino respecto a la formación de los jueces. Es una formación pluralista. Hemos pasado por muchas alternativas, desde la pureza de la sangre para ingresar como alumno, la adhesión para ser profesor, los arancelamientos, el carácter religioso estricto hasta el laicismo”. Y reflexionó: “En este momento noto un ataque a estos criterios y se hacen desde otra razón jurídica, no desde la razón jurídica liberal partidocrática. Cuando se dice que el mérito es negativo o que Montesquieu es antiguo o que la división de poderes no debe existir porque el poder es uno, se habla desde otra razón jurídica que en principio es totalitaria”. En esta línea, analizó: “La formación de los jueces tiene importancia para un sistema pluralista democrático. En un sistema totalitario, donde el juez es un simple sirviente del poder único y donde es alguien que tiene que preguntar qué es lo que tiene que hacer (...), no hay que estudiar nada. Incluso cuanto menos sepan mejor es”.
Aída Kemelmajer se refirió a los orígenes de la UBA, Bentham y su influencia en la formación de los jueces. “Cuando en la Universidad se creó el Departamento de Jurisprudencia se crearon dos cátedras: una que era la cátedra de Derecho Natural y de Gentes y la otra la de Derecho Civil. El primer profesor de esta segunda materia fue Pedro Alcántara de Somellera que fue nombrado en esta cátedra por Rivadavia y le dio a él la expresa instrucción de que al enseñar derecho civil se debía tener especialmente en cuenta el Tratado de Legislación Civil y Penal de Bentham”, compartió. Somellera escribió el primer manual de derecho civil donde es muy clara la influencia de Bentham en este pensamiento. “Desde allí vemos que (...) si Bentham escribía para el derecho público ¿cómo fue que eso se trasladó al derecho privado? Pues bien esto va demostrando que desde sus primeros días la Universidad de Buenos Aires no planteó una línea divisoria tan clara entre el derecho público y el privado, sino que ambos estaban influenciados por derechos comunes, tal como sostiene desde sus arts. 1 y 2 el Código Civil y Comercial”, resaltó y sostuvo que “los orígenes de esta Universidad están vinculados a Bentham que reaccionaba precisamente contra el dogmatismo de la Iglesia, contra los dogmatismos del totalitarismo y fue fundador de verdaderos liberalismos y que, a su vez, la Justicia le sirva a la gente”.
Ricardo Guibourg se enfocó en la distinción entre verdad y opinión en el razonamiento judicial. “Nos toca hablar hoy, entre otras cosas, sobre el papel de la universidad en la formación de magistrados. Me parece claro que la función de la universidad en general respecto de cualquier estudiante universitario consiste en formar ciudadanos cultos y capaces que sean, además, especialmente instruidos en alguna ciencia o alguna actividad. En nuestro caso, en el derecho. Pero cualquiera sea la especialidad en la que la universidad vaya a formarnos. Es indispensable para todos reflexionar sobre ciertas cuestiones básicas del pensamiento, en especial del pensamiento jurídico y, sobre todo, del pensamiento judicial”. En este marco, se enfocó en la verdad. “Es una palabra utilizada por todo el mundo todo el tiempo y, muchas veces, sin mayor cuidado”, indicó y expresó: “Como diría el propio Aristóteles si la descripción describe correctamente a la realidad es verdadera y si no, es falsa. Esto es un concepto de verdad que a mi juicio sirve y que debería ser universalizado”. La verdad es la coincidencia de una proposición con la realidad que pretende describir”.
Martín Farrell expuso sobre los jueces como profesores. “Se beneficia la Justicia cuando los jueces realizan actividad docente porque la actividad docente obliga a un permanente ejercicio intelectual y pone al magistrado en contacto con gente joven y ansiosa de aprender. La actividad docente obliga al magistrado a una actualización doctrinaria permanente, lo obliga a leer y lo incita a escribir más allá de las sentencias. Y esto es bueno. El ejercicio intelectual es bueno para la mente. Este es un lugar común, pero es cierto”, expresó y agregó que “el juez que complementa su tarea judicial con la actividad docente se está beneficiando a él y está beneficiando a la Justicia porque se convierte en un mejor juez”.
Además, sostuvo que “los jueces profesores benefician a la universidad a la par de ser beneficiados por ella porque aportan un conocimiento dogmático importante y, a su vez, un conocimiento serio y profundo de los precedentes. La práctica judicial se vuelca en la docencia en términos de conocimiento”. Y concluyó: “La universidad beneficia a la Justicia, la Justicia beneficia a todas las universidades y, por suerte, especialmente, a nuestra querida Universidad de Buenos Aires que está festejando ahora sus espléndidos 200 años”.
Acto seguido, Miguel Ángel Ciuro Caldani se refirió al papel de la universidad pública argentina en la formación de magistrados y magistradas. “Como estamos haciendo un homenaje a la UBA vale que señale sus orígenes. La UBA es la universidad que nació a impulso de la independencia y de la República. Si bien es cierto que existían propósitos de crearla en tiempos de la colonia, esto no se realizó y ocurrió en tiempos muy difíciles para nuestro país. Sin embargo, se pensó que era necesaria una universidad que expresara el espíritu nuevo del país”, comenzó diciendo el orador. Luego, enfatizó: “El papel de la universidad en la formación de magistrados me parece de alta significación”. Y puso de manifiesto la necesidad de que los jueces tengan formación de posgrado. “Ser juez no significa solo saber. Es un compromiso humano que depende de muchos factores y significa un grado de aprobación social que me parece imprescindible. La universidad tiene un rol fundamental en la formación de magistrados, pero esto no es excluyente de otra legitimidad que es muy importante”.
Finalmente, Alberto Dalla Via manifestó: “Hemos tratado desde el principio de que la Maestría en Magistratura sea realmente universitaria. Antes la Facultad no diferenciaba entre los abogados y los jueces. Teníamos profesores jueces, teníamos profesores abogados y siempre nos desenvolvimos en un ámbito general”. Y expresó: “Desde el primer momento pensamos que esto tenía que tener ese espíritu que nos gusta a todos nosotros. Cuando tuvimos que optar entre que la maestría fuera profesional o académica, no dudamos y optamos por que sea una maestría académica”.
A continuación, Héctor Chayer y Daniel Altmark presentaron el libro Tecnologías innovadoras para la justicia, del profesor Antonio Martino, quien también dirigió unas palabras.
Seguidamente, se realizó la presentación del Proyecto de investigación y docencia del CEJUS, titulado “Estudio comparativo normo-socio-axiológico de los regímenes de organización de la justicia argentina", que estuvo a cargo de Miguel Ángel Ciuro Caldani y miembros del equipo: Juan Bentolila, Nicolás Andreu, Diego Del Vecchio, Diego Mendy y Mario Chaumet.