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Año XX - Edición 360 26 de agosto de 2021

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Derecho y turismo: el seguro. ¿Una herramienta frente a la pandemia?

  • Nota de Tapa

El pasado 4 de agosto se llevó adelante la jornada "Derecho y Turismo: el seguro. ¿Una herramienta frente a la pandemia?", organizada por el Observatorio de Derecho del Turismo.

La presentación del encuentro estuvo en manos de Andrea Koulinka (coordinadora de Relaciones Institucionales del Observatorio de Derecho del Turismo) y participaron en calidad de expositores Lilian García (fundadora del Instituto de Derecho del Turismo del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora), Gabriel Chaufan (Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral) y Flavia Medina (directora académica del Observatorio de Derecho del Turismo).

En primer término, Lilian García disertó en torno a la asistencia integral al viajero. “La pregunta es si estamos ante un verdadero seguro de acuerdo a nuestra legislación y a nuestra jurisprudencia”, introdujo y explicó que no está considerada por la legislación específica que es la ley de seguros (17.418) como un seguro.
Luego se refirió a la Superintendencia de Seguros de la Nación que está dentro de la órbita del Poder Ejecutivo y fue creada por la ley 20.091. En esta línea, comentó: “La asistencia integral al viajero no está en la ley de seguros y tampoco admitida como tal por la Superintendencia de Seguros de la Nación. Sin embargo, el turista lo contrata pensando que está atrás de un seguro de viaje”. Y puso de manifiesto la necesidad de analizar “si estamos ante un seguro o ante un contrato comercial que tiene características asegurativas y que muchas veces están incluidos dentro de ese contrato algunos seguros como es el seguro de accidentes o el seguro por enfermedad”.

Además, subrayó que es importante observar “cómo puede el contrato de asistencia al viajero ayudar a reducir o a compensar en un futuro las consecuencias que genera el riesgo, (...) que es un acontecimiento incierto, posible y futuro que va a alterar una certidumbre económica y social”. Y especificó que “el contrato de asistencia al viajero es casi idéntico en su estructura a una póliza de seguros”. En cuanto a la cobertura de la asistencia integral, mencionó que esta cubre la pérdida y/o extravío del equipaje, asistencia legal, el traslado de un familiar ante un accidente o fallecimiento y también urgencias médicas que se puedan tener en el transcurso de un viaje. En este sentido, agregó que “algunas empresas están incorporando cláusulas adicionales por COVID-19”.

Hacia el final, planteó que “el COVID nos deja un montón de enseñanzas que tenemos que incorporar en la actividad turística y tal vez el seguro y la asistencia al viajero pueden ser la herramienta y cumplir un papel interesante para la reducción de riesgos”. Y subrayó: “En la medida en la que yo culturalmente incorporo a través de los prestadores turísticos, de la educación y de la información al turista, la necesidad de contratación de una asistencia integral al viajero y/o seguros, puedo apuntar a reducir los riesgos que me puede generar cualquier impacto como el del COVID u otras pandemias”.

A su turno, Gabriel Chaufan se refirió a la industria de seguros. Para ello, planteó que la actividad aseguradora ocupa un rol importante desde el punto de vista social. En esta línea argumental, mencionó una serie de motivos por los cuales se advierte el rol social de la actividad aseguradora. “Primero mitiga fuertes volatilidades financieras, tanto para las empresas como para las familias y los estados”. Y amplió: “El rol social del seguro pasa por compensar estos desequilibrios o pérdidas financieras y, de alguna manera, dejar que todo siga fluyendo. Y esto también tiene que ver con evitar la movilidad descendente”.

Como otro motivo, indicó que la actividad aseguradora es una gran distribuidora de riqueza, pero no en el sentido tradicional relacionado con los impuestos. “El seguro nace con un concepto mutual donde mercaderes que salían con sus barcos todas las mañanas empiezan a ver que cuando un mercader no vuelve con su barco los que volvieron juntan dinero para darle a la viuda o a la familia que quedaba de ese mercader que no pudo volver. Ese concepto de distribuir riqueza no a través de los impuestos, sino a través del pago de seguro es un rol importante que tiene el seguro”, desarrolló.

Por otro lado, resaltó: “Su influencia en la economía es muy alta porque indirectamente el seguro canaliza una parte del ahorro de todos nosotros”. Como un ejemplo de esto expuso que “el seguro canaliza indirectamente parte del ahorro de la sociedad y eso se traduce en montón de beneficios: fondeo de largo plazo, es decir, los bancos y el estado tienen en la actividad aseguradora un proveedor de dinero en moneda local y a largo plazo porque las compañías de seguros al ser inversos institucionales que tienen el dinero hasta que el siniestro se produzca tienen la capacidad de financiar proyectos de mediano y largo plazo”.

A continuación, disertó sobre el nuevo enfoque en la actividad aseguradora. En este sentido, comentó que el negocio de los seguros está cambiando y dejando atrás el enfoque tradicional del productor de seguros debido a la tecnología, que permite el desarrollo de productos más baratos, a que hay una incertidumbre creciente en la sociedad respecto de temas como el trabajo y la salud y eso genera muchos temores, que son la materia prima de la actividad aseguradora, y a la complementariedad con otros productos, es decir, que el seguro está empezando a adosarse a otros productos. Asimismo, expuso sobre los beneficios del nuevo enfoque y brindó ejemplos del mismo.

Finalmente, Flavia Medina reflexionó sobre la importancia de que “el turismo se pueda desarrollar a través de las herramientas que puede brindar el seguro para tratar de achicar la sensación de riesgo que hoy en día tienen los turistas”. Y sumó: “Pensemos que frente a la pandemia existe un doble riesgo: un riesgo sanitario y un riesgo económico. Tenemos miedo de viajar porque nos podemos enfermar en el traslado y tenemos miedo de no poder viajar habiendo contratado un viaje con antelación”.

En este contexto, explicó que “los seguros que se están empezando a desarrollar en la actividad aseguradora nos van a permitir seguir tomando y seguir vendiendo contratos de viaje como se venían desarrollando antes de la pandemia. Nos van a permitir ir reactivando la actividad del viaje porque el seguro nos va a descargar esa expectativa negativa que hoy en día tiene la mayoría de los pasajeros”. Y, más tarde, se enfocó en los seguros relacionados con la actividad digital: los seguros para el fraude electrónico. “También son importantes si pensamos en agencias de viajes que han tenido que comercializar sus productos a través del comercio electrónico porque la pandemia fue el único o predominante canal de ventas que se producían”, planteó.

Hacia el final, compartió que se observa una tendencia a la contratación de seguros de viaje, pero no solamente para el pasajero, sino un seguro para el hotelero, para el que tiene un restaurante o para el que tiene alguna actividad relacionada. Son seguros que ya se estaban comercializando en Europa, pero se incrementaron muchísimo a partir de la pandemia. En especial, aquellos relacionados con las actividades turísticas que fueron las más golpeadas”.

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