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Año XVI - Edición 283 04 de mayo de 2017

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Conferencias de las profesoras Valerie Hans y Mary Beloff

  • Nota de Tapa

El pasado 11 de abril en la Sala de Audiencias se realizaron las Conferencias de las profesoras Valerie Hans y Mary Beloff. La jornada fue organizada en conjunto por la Secretaría de Investigación y la Dirección de Relaciones Internacionales.

En primer lugar, Valerie Hans (Cornell University Law School) disertó bajo el título “The Jury as a Legal Transplant”. Al comienzo, la oradora explicó que cuando se piensa en trasplantes, se piensa automáticamente en hospitales o centros de jardinería donde órganos o plantas son trasplantados en cuerpos o jardines, pero la idea de los trasplantes legales es similar. “Es la idea de que se podría tomar una institución que opera en un sistema legal, como el jurado, especialmente el sistema del juicio por jurados del common law, y dejarlo caer en otro sistema legal”, describió. En esta línea argumental, contó que estudiantes de derecho acuñaron el término “trasplante legal” pero hay mucho debate y discusión sobre la pertinencia de la palabra “trasplante”.

En relación con el sistema de juicios por jurados en Argentina, señaló que hoy en día un grupo de provincias lo ha introducido y manifestó su entusiasmo por poder estudiar esta nueva introducción. Señaló más adelante que ella estudió un sistema de jurados que ha sido parte del sistema legal estadounidense durante cientos de años, entonces es muy difícil de separar el efecto del jurado, de las reglas de la evidencia, del sistema adversarial, del entrenamiento del abogado. Pero, “cuando se tiene un nuevo sistema, como en Argentina, se puede ver qué pasa cuando se agrega el jurado a un sistema que no lo ha tenido antes”, indicó como un aspecto fascinante de las cuestiones científicas de la implementación del juicio por jurados en Argentina. Seguidamente, desarrolló acerca de una investigación empírica que está llevando a cabo junto con otros colegas sobre el sistema de jurados en Neuquén. En este marco, se preguntó si el jurado de Neuquén es una traducción o un trasplante. “Uno de los aspectos interesantes del jurado que fue creado para Neuquén es que tiene algunas características que son muy similares a las características del jurado del common law. Los miembros del jurado son seleccionados como son seleccionados muchos de los jurados del common law: de una selección aleatoria de la población y se sientan separados del juez en un juicio oral y escuchan la evidencia”, sostuvo como un aspecto trasplantado. Resaltó, como un aspecto traducido, que cada sistema de jurados en Argentina tiene miembros divididos equitativamente por género. “Es un aspecto notable. En Estados Unidos nos costó cientos de años obtener la equidad entre hombres y mujeres en los juicios por jurados, y seguimos haciendo un mal trabajo en la representación de las minorías raciales y étnicas”, reconoció.

A su turno, Mary Beloff (profesora de Derecho Penal de la Facultad) se refirió a la incompatibilidad fundamental: juicio por jurados y justicia juvenil. Dentro de este marco, señaló que el invento de la corte juvenil, creada hacia finales del siglo XIX en los Estados Unidos y copiada por toda América Latina, no tuvo mayores matices, salvo en lo que se refiere a que en el modelo anglosajón el sistema de la corte juvenil operaba en un marco de common law y por lo tanto el presupuesto era el modelo adversarial. En cambio, en el ámbito continental, la corte juvenil se incorpora a un territorio inquisitivo que se vio potenciado por el ideario de arbitrador del tutelar de menores. En este sentido, manifestó Beloff, puede conceder el argumento de la traducción de este sistema, por ese ajuste del matiz inquisitivo. Luego, se preguntó si la traducción o el trasplante del juicio por jurados es o no compatible con aquel viejo trasplante de la corte juvenil. Contó que a partir de un trabajo sobre la tendencia al acercamiento de la justicia juvenil a la justicia penal de adultos bajo un argumento de una mayor ampliación de derechos y garantías de los niños, se advirtió que, en general, en América Latina la última institución que aparece ofreciendo ese acercamiento es la del juicio por jurados. Tras esto, se enfocó en si se debería o no usar en casos de menores el juicio por jurados, con la advertencia de que la Corte Suprema de Estados Unidos, país que primero trasplantó el juicio por jurados desde su país de origen, dijo que ese trasplante era inadmisible. Con relación al trasplante del juicio por jurados, se preguntó, entre otras cosas, cómo se garantiza un derecho de los adolescentes, de acuerdo con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que es que la respuesta penal sea diferenciada y que esa diferencia incluya especialistas y cómo se asegura la reserva de los procedimientos cuando por definición el jurado es la instancia pública y política de juzgamiento y aseguramiento de participación popular en administración de justicia. “En función de en qué modelo teórico nos plantemos, las consecuencias político-criminales y de diseño van a ser diferentes pero también la manera en la que vamos a resolver los derechos que están en juego, es decir, todos los derechos del adolescente reconocidos por el amplio corpus iure de protección de derechos humanos”, entendió Beloff.