Acto de investidura del Prof. Philip Alston como Doctor Honoris Causa de la UBA
En una ceremonia realizada el 26 de abril, el profesor Philip Alston recibió el título de Doctor Honoris Causa de la UBA. El acto fue presidido por el decano Leandro Vergara, la profesora emérita Mónica Pinto y la profesora titular Mary Beloff.
Graduado en Derecho y en Economía y Comercio en la Universidad de Melbourne, Alston obtuvo allí también un LL.M., así como un LLM y Doctorado en Derecho en la Universidad de California, Berkeley. Es profesor de Derecho en la Universidad de Nueva York, donde co-preside el Centro de Derechos Humanos y Justicia Global. Fue Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre extrema pobreza y derechos humanos de la ONU.
Para comenzar, Mónica Pinto declaró: “Estos actos académicos nos producen mucho orgullo y, al mismo tiempo, nos ponen muy contentos. Philip es un prócer de los derechos humanos, ha ayudado con su tiempo y sus decisiones a construir y cimentar un camino en este ámbito. Debido a sus buenas ideas, su contribución y su sentido común, es un gran privilegio tenerlo en esta casa de estudios”.
A continuación, la profesora titular Mary Beloff tuvo a su cargo la laudatio académica: “Un doctorado siempre es motivo de celebración tanto para quien lo recibe, como para la comunidad académica que lo entrega. Sin embargo, un honoris causa lo es aún más en tanto representa el máximo honor y la más alta distinción que un académico puede recibir a lo largo de su vida. Se reconoce la impecable trayectoria, la solidez del conocimiento, el compromiso inclaudicable y la trascendencia de un académico, profesor, e investigador tanto en el ámbito nacional, como en el internacional”. En la misma línea, agregó: “Philip cuenta con una extensísima y prolífica trayectoria caracterizada por una aguda y, a la vez, crítica comprensión de las instituciones legales. Desde temprana edad, ha estado profundamente comprometido en encontrar maneras de asegurar que los derechos humanos no queden reducidos a una explicación elitista. Su recorrido se caracteriza por una virtuosa combinación entre la académica legal y el activismo en el ámbito del derecho internacional público. Su trabajo puede ser útil para comprender y transformar muchas de las realidades existentes en América Latina”. En último término, manifestó con orgullo: “Se lo entregamos porque es un campeón de los derechos humanos. Esperamos que lo disfrute y ansiamos conocer sus próximas aventuras teóricas e institucionales”.
Por consiguiente, el decano Leandro Vergara hizo entrega a Philip Alston del diploma y la medalla que lo acreditan como doctor honoris causa de la Universidad de Buenos Aires.
Para concluir, el homenajeado dictó su conferencia, titulada “La criminalización de los Derechos Humanos”: “Estoy muy agradecido por la distinción y realmente es un honor estar aquí presente. Argentina desempeña un papel extraordinariamente importante en el sistema internacional. No podría empezar a enumerar a todos los/as argentinos/as con los que he trabajado en este campo. Es un grupo impresionante”. En lo que concierne al tópico, manifestó: “Siempre he creído que la fórmula que se reflejó en el universo de los derechos humanos en 1948 es correcta, en el sentido de que los derechos económicos, sociales y culturales son parte integrante de los derechos humanos. Pero, la realidad es que nunca, e incluso en la actualidad, han sido iguales y tratados como importantes”. De esta manera, adicionó: “Si nos fijamos algunos de los mayores problemas a los que nos enfrentamos hoy en día, tenemos el cambio climático y la desigualdad extrema y estas cuestiones son realmente marginales a lo que la mayoría de las instituciones de derechos humanos hacen. Por supuesto, hay excepciones”.
Luego, caracterizó el concepto de criminalización de los derechos humanos: “Se tiende a dar una gran prioridad a lo que yo llamo atrocidades masivas, por sobre todos los demás problemas de derechos humanos. Este término se creó simplemente como una forma de referirse a los cuatro crímenes que se reflejan en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. El resultado es que hay muchas violaciones graves de estos derechos, que no pueden encuadrarse en esa categoría”. Consecuentemente, puntualizó: “Hoy en día cientos de millones de niños/as están sufriendo violaciones de sus derechos humanos, ya sea en la alimentación, la educación y esas cuestiones no están siendo abordadas”.
De modo concluyente, señaló: “El futuro de la justicia penal internacional depende de su credibilidad y legitimidad”. Finalmente, agradeció a los/as presentes y a las autoridades.